TUVO UN BUEN ENTRENAMIENTO
Los vínculos de Taylor Swift con el deporte se remontan a sus primeros días interpretando el himno nacional, mucho antes de convertirse en una superestrella mundial
Filadelfia— Años antes de que Taylor Swift se convirtiera en la superestrella mundial que se ha convertido en la comidilla de esta Super Bowl, no era más que una joven cantante de Wyomissing, Pensilvania, feliz de rasgar su guitarra y actuar como telonera de los mayores eventos deportivos de la ciudad. El Abierto de Estados Unidos. NASCAR. Las Series Mundiales.
Sin necesidad de complicados repartos de entradas.
Swift estuvo vinculada a Francis Scott Key antes que a Travis Kelce en sus años de formación, cuando la artista sin contrato buscaba cualquier tipo de oportunidad entonando el himno nacional ante todas las multitudes que podía encontrar.
Enviaba sus maquetas “a todas partes”, declaró a Rolling Stone en 2008.
“Cuando tenía 11 años, se me ocurrió que el himno nacional era la mejor manera de presentarte ante un gran grupo de gente si no tenías un contrato discográfico”, explicó Swift. “Así que empecé a cantar el himno nacional en cualquier sitio que podía”.
Swift tuvo una conexión con los Philadelphia Phillies al principio de su carrera, tanto en las ligas mayores como en las menores.
Cantó el himno ante 45 mi 900 aficionados en el tercer partido de las Series Mundiales de 2008, que los Phillies ganaron en su camino hacia su último campeonato. Tim Mcgraw -cuyo nombre es también el título de uno de los primeros éxitos de Swift- pronunció la bola de partido. Swift se unió a otras luminarias de Filadelfia, Patti Labelle y John Oates, como cantantes del himno de las Series Mundiales de 2008.
Antes de eso, Swift hizo el corto trayecto en coche desde su casa de seis dormitorios -aproximadamente 8 km- para aparecer en los partidos de los Reading Phillies Double-a en 1999 y 2007.
El 5 de abril de 2007, cuando algunos de los nombres más famosos de las ligas menores estaban presentes el día de la inauguración, Swift interpretó el himno con botas vaqueras y un gorro de punto. Tocó una versión reducida de la canción sobre la hierba detrás del home plate mientras las mascotas Change-up the Turtle, Blooper the Hound Dog y Bucky the Beaver permanecían solemnemente de pie con sus patas delanteras derechas y otros apéndices sobre sus prodigiosos pechos. Swift saludó triunfante a la multitud junto a Screwball, con su gorra de la “R” torcida y su característica lengua roja pasada por la barbilla.