Super Bowl LVIII con historia de amor
Ciudad Juárez.–van a ganar los Jefes, para que te prepares a pagar la apuesta –. – ¡Claro que no!, contesta el amigo. Los 49s tienen mejores jugadores en todas sus líneas. Le invirtieron mucho billete. –De pronto, el metiche se mete en la conversación:
– Sí, pero, no por tener más lana, son necesariamente mejor equipo, los
Chiefs tienen a Mahomes, es el mejor. Además, campeón repite, van a hacer dinastía, vas a ver. Ya le dieron una paliza a los Cuervos, la mejor defensiva. – La esposa, que siente un impulso por defender a su marido, y no se puede quedar fuera de la conversación en la mesa, comenta:
Espero que sea un buen juego, emocionante. A ver cómo está el show. De seguro ira Taylor Swift para apoyar su novio y por eso gana el campeón, Kansas. –
–¿Sí?, me costó $12,500 dólares el boleto, presumió otro comensal, espero que este reñido – lo que me hizo voltear a su mesa para ver quien hablaba y escuchar mejor. Era un hombre bajito, moreno. Le colgaba una gruesa cadena de oro por su cuello.
–Los boletos más baratos, en el sur del estadio cuestan $10,000. Tengo contactos si quieres que te consiga…
No importa donde se encuentre uno, desde principios de semana, se escuchan las acaloradas pláticas y rumores sobre del esperado juego entre los pasillos de las oficinas, restaurantes, casinos, gimnasios, y básicamente en todos lados. Hoy, por primera vez en Las Vegas, Nevada, se juega el evento deportivo anual más popular y recaudatorio del mundo: El Supertazón, en su edición número 58. El evento reunirá a más de cien millones de almas frente a las pantallas de CBS y Paramount +. El grupo Usher será el principal encargado de amenizar en medio tiempo, pero se esperan sorpresas.
En la ciudad de los vicios y el neón, el estadio Allegiant (Devoción o lealtad) de Paradise, Nevada recibirá a los equipos participantes. La entrada más costosa cuesta 2.5 millones de dólares, e incluye una lujosa suite dentro del estadio de la corporación MGM para 20 personas, incluido el trasporte, sillones de lujo y comida buffet de lo mejor. Casi 50 millones de pesos para ver el juego, obviamente solo es para clientes VIP.
Las casas de apuestas vaticinan una final ‘cabeza a cabeza’, pero dan una pequeña ventaja de 2.5 puntos a los 49’s. Lo que significa menos presión para el equipo de los Jefes, al ser un menospreciado, pero emotivo contrincante por todo el contexto alrededor del equipo, y definitivamente puede sorprender.
Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. Este año, se espera que la contienda sirva como un distractor de la polarizada contienda presidencial, y los conflictos bélicos mundiales que preocupan a los estadounidenses y al mundo. Sin embargo, además de las expectativas que genera el interés deportivo a disputarse en el coloso de la ciudad del pecado, ineludiblemente también se reflejarán aspectos políticos, económicos, mediáticos y culturales del imperio anglosajón.
Tan cerca del catorce de febrero, el día de San Valentín, o el día del amor, otro de las fechas más explotadas por el capitalismo consumista; es el noviazgo de Taylor Swift: la mega estrella, la amante de los gatos, y bella novia del ala cerrada de Kansas, Travis Kelce. Una pareja famosa que destaca aspectos muy particulares del país norteamericano. Su tan popular historia de amor, casualmente imita la clásica relación soñada por muchas mentes adolescentes de la nación ante el mundo: La del valiente jugador del equipo de futbol americano con la bella porrista. Un romántico enlace, repetido una y mil veces en las películas y las preparatorias de los Estados Unidos que enamoró a los seguidores del séptimo arte comercial en todo el planeta, y es ahora motivo de una de tantas, y enfermizas teorías de conspiración, promovidas en el internet por las redes sociales a través de frívolos podcasts, memes, miles de imágenes y demás, sin ningún rigor crítico. Interesante chisme, pero material mediático diseñado para bobos, con el perdón del lector.
Hasta algunos políticos republicanos, que ya no saben que más aprovechar para incendiar sus campañas electorales, le han metido saña al asunto, declarando que la relación entera es una farsa teatral diseñada solo para ayudar a la campaña del presidente norteamericano Joe Biden, porque tarde o temprano Taylor lo endorsará como su candidato.
En sus conciertos y apariciones públicas, la popular cantante, en variadas ocasiones, ha hecho mención a favor del empoderamiento femenino, y los derechos de los géneros alternos, como muchos otros artistas lo han hecho antes que ella, por lo que la derecha conservadora inmediatamente intentó politizar su imagen a su favor, sugiriéndole a sus ciegos seguidores que más adelante seguramente apoyará la descendente campaña de Biden, para así darle un necesario empujoncito a los demócratas, que ni los ‘jueces’ que vigilarán las jugadas este domingo sancionarán. Taylor, la que tanto critica la imagen del patriarcal “héroe americano”, en realidad estaba muy lejos de su país ayer. Por cierto, los paparazis informaron que casi se caen en el escenario dando un concierto, pero que sus largas y torneadas piernas la salvaron. Su asistencia al partido a tiempo estaba en duda, porque regresa directamente desde Japón para poder apoyar a su amado tazonero. Aun así, se sigue especulando sobre cuantos minutos robará pantalla, en un evento netamente diseñado originalmente ‘solo’ para hombres, por lo que, según activistas femeninas, ha sido blanco de presuntas críticas mal intencionadas. En su tiempo, por ejemplo, figuras como John Wayne y Clint Eastwood apoyaron campañas a favor de las armas para los republicanos, entonces ellos mismos han utilizado esas estrategias masivas para influenciar las leyes y el sentimiento político del momento a su favor; y ahora se quejan paranoicamente y sin fundamentos verdaderos para asustar a sus “moralmente perfectos apoyadores” que echan toda la culpa a sus oponentes y a los inmigrantes por la decadencia ética de los Estados Unidos.
Recuerde, escribo aquí no desde una perspectiva no solo informática. Trato de interesar al lector, pero también reflexiono desde perspectivas críticas para examinar los mensajes mediáticos y a ciertas industrias económicas, y políticas, así como el desarrollo y la evolución de las actuales revoluciones culturales.
Las cadenas televisivas, que luchan contra su máximo oponentes, el internet y las cadenas digitales –– ya que la televisión tradicional pierde cada vez más televidentes –– han decidido vender sus multimillonarios espacios, que usualmente causan mucha expectativa en cada Super Bowl por su originalidad, humor, diseño, personajes famosos y efectos especiales, a empresas cerveceras, tecnológicas y otros grandes gastadores de publicidad, dejando atrás en importancia los espacios para las campañas electorales. En un entorno mediático ahora fracturado, “La seriedad está fuera”, dijo Kimberly Whitler, profesor de mercadotecnia en EU. “Los mercadotécnicos han entendido que el entretenimiento, la alegría y el escapismo, son el nombre del juego publicitario”.
El show de medio tiempo patrocinado por Apple Music, será una celebración en donde se espera se incluyan múltiples géneros musicales, con una representación racial inclusiva, lo que daña las campañas homogéneas uniformes, según expertos en política, y favorece la multiculturalidad. Artistas como Usher, Reba, Mcentire amenizarán, pero, como siempre, también habrá el tradicional himno nacional y saludo de las fuerzas armadas con respeto, por lo que hoy no se esperan protestas raciales de los jugadores, recordando históricos y sancionados hincamientos con levantamiento de puños de varios jugadores afroamericanos en protesta del racismo.