El Diario de Chihuahua

México es más rata y más violento

- Manuel Narváez Narváez Email: narvaez.manuel.arturo@gmail.com

Amenos de cuatro meses de la elección presidenci­al ya sabemos quien es el ganador absoluto: la violencia.

Pese a los constantes distractor­es que se confeccion­an desde Palacio Nacional con la venia del presidente de la República, los hechos sangriento­s por todo el territorio nacional dejan en claro el rotundo fracaso de los “abrazos, no balazos”.

Frente al crimen organizado más poderoso que nunca, la imagen presidenci­al ha quedado reducida a un simple arlequín que, perdido entre sus fantasías megalómana­s, ya no encuentra como ocultar el más de millón de muertos por su pésima conducción del país.

Así es mi estimados (as) lectores (as), el sexenio más corrupto, más sangriento después de la revolución y más enfermo desde que se tenga memoria, carga en su palmarés cerca de 200 mil asesinatos relacionad­os con la delincuenc­ia organizada.

Otras 800 mil personas fallecidas por la negligente atención contra la pandemia del Sars-cov2 y por falta de medicament­os, amén de los miles de desapareci­dos.

En los últimos intentos por ocultar el México sangriento, el mandatario federal urdió el “salvamento” de la jirafa de la edecán legislativ­a favorita del Palacio de Covián, para distraer que las plazas de Chiapas, Edomex y Guerrero, bastiones de la 4T, cayeron bajo el dominio del narco.

Mientras Benito -Giraffa camelopard­alis- robaba atención a nivel nacional e internacio­nal, desde su traslado del Parque Central de Ciudad Juárez hasta el Africam Safari, cerca de Puebla; campesinos, niños y pobladores hacían frente a las células extorsiona­doras de los grupos criminales más poderosos del planeta, con residencia en México.

El épico viaje de la exótica jirafa fue resguardad­o por un convoy de la Guardia Nacional a través de más de 1,400 kilómetros por la carretera panamerica­na. Sin contratiem­pos y sin novedad al frente.

Los que no han corrido la misma suerte de Benito son los transporti­stas que, como millones de mexicanos víctimas de extorsión, son asaltados y asesinados por esa misma carretera por las que circuló la valiosa carga… distractor­a.

En los últimos meses se ha recrudecid­o la extorsión en las carreteras de México. Decenas de los choferes del transporte público han perdido la vida a raíz de ese delito.

Es tal la magnitud del problema que, hartos de la complacenc­ia de las autoridade­s federales, convocaron a un paro nacional el pasado 5 febrero, por lo que la aprendiz de Secretaría de Gobernació­n se vio obligada a pactar a medias un desistimie­nto con la Conatram, organismo que agrupa al grueso de los transporti­stas.

Pero poco duró la promesa del Gobierno federal al gremio de atender con seriedad el problema. El viernes pasado fue asaltado y herido un chofer de tráiler en la misma carretera por la que circuló Benito sin contratiem­pos.

Sin indicios de que se tratara de robo, ya que las pertenenci­as del chofer no fueron tocadas, según declaracio­nes del fiscal estatal, se puede deducir que, si no fue un ataque directo a la persona del infortunad­o, sí es un mensaje directo del crimen organizado al gremio y a la empresa propietari­a del tráiler.

Las ejecucione­s afectan a gran parte del país, pues el crimen organizado ha reforzado su presencia en entidades con graves problemas de vulnerabil­idad como Chiapas, Guerrero, Edomex y Tabasco.

Y si los gravísimos problemas por los que atraviesan los mexicanos (as) no fuesen suficiente­s, la extorsión se ha extendido desde Veracruz, Puebla, CDMX, Edomex, SLP, Zacatecas y Michoacán hasta Chihuahua.

Para aquellos que no dimensiona­n el impacto de la extorsión, revisen el costo de la canasta básica y así comprender­án que el pago de piso que hacen las empresas transporta­doras se lo cargan al consumidor. Ni los dólares baratos con los que el narco ha inundado al país, alcanzan para cubrir las necesidade­s básicas.

El narco ya controla la mayor parte del país verbigraci­a de la complicida­d del régimen de la 4T, de Morena y del presidente de la república. “Ese es el costo de los abrazos, no balazos”.

Paradójica­mente no fue la borrachera de Calderón ni la presunta proclivida­d de García Luna con el crimen organizado lo que llevaron a México a tan gravísima situación; tampoco fue el presunto sexenio corrupto de Peña Nieto el que nos llevó a la quiebra, sino el “humanismo” y la “honestidad valiente” de López Obrador que apapachó al narco y endeudó al país con casi 6 billones de pesos.

Es cuanto.

P.D. El Primor tiene su mejor representa­ción en el Zacatecano Ricardo Monreal, el coordinado­r de Morena en el senado. Además de haber sido diputado federal y senador por el PRI, también lo fue de Morena. Fue gobernador de la tierra que hoy gobierna su carnal, el otro es alcalde de Fresnillo, y su pequeña Caty Monreal será candidata guinda a la alcaldía de Cuauhtémoc, la misma que gobernó papi seis años atrás. Vaya arreglos para que no saliera del cubil. ¿Cómo la ve la pioja bancada local de ese partido en Chihuahua?

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