Universidad ¿obligatoria y gratuita?
Los legisladores tienen la idea de que con hacer leyes se solucionan los problemas. La educación debe ser laica, obligatoria y gratuita, decretaron. Estoy de acuerdo en que una sociedad más educada pueda defender sus derechos, aspirar a una mejor calidad de vida, ser libre, consciente, justa.
Esta vez me refiero específicamente a los amparos que promovieron más de mil alumnos de la Universidad Autónoma de Chihuahua contra el cobro de la máxima casa de estudios. Pero…
No discutamos la laicidad de la educación. Es correcta no solo en lo que respecta a temas religiosos sino también doctrinales. ¿Debe ser obligatoria? Parte de una premisa falaz de que tenemos las mismas facultades para el aprendizaje. No todos pueden ingresar a las Instituciones de Educación Superior por distintos motivos: el nivel intelectual es sumamente importante. Por causas–desgraciada-mente-económicas, social ese ideológicas .( Actualmente están funcionando unas 200 Universidades del Bienestar las cuales están ubicadas en regiones marginadas en 31 estados. Se estima que se compone de 1,393 profesores y 62,775 alumnos.
La eficiencia terminal en ellas es muy baja). Pero ¿una universidad es solo la reunión de maestros y estudiantes? Claro que no. Una institución de educación superior requiere instalaciones adecuadas: mobiliario, laboratorios, centro de idiomas y cómputo, bibliotecas, libros, oficinas administrativas, campos deportivos, gimnasios, pupitres, cubículos, computadoras, estacionamientos, hospitales, aire acondicionado, calefacción, huertas, ranchos, jardines, teatros, líneas telefónicas, equipo editorial, auditorios y un largo etc.
Una universidad demanda básicamente de estos elementos, en caso contrario, será sin sostén. No están contempladas las erogaciones por servicio telefónico, electricidad, agua, internet, y por supuesto un presupuesto suficiente para la investigación. Debemos agregar los gastos de seguridad social, fondos de jubilaciones y pensiones, aguinaldos, primas vacacionales, estímulo a la productividad, bono de transporte, vivienda, material didáctico, canasta básica para los empleados... las universidades son costosas, pero es una inversión a mediano y largo plazo que vale la pena. Consideremos que las IES tienen sus funciones sustantivas: docencia, investigación y vinculación con la sociedad (academia, renovación cultural y extensión). Y para alcanzar la esencia misma de la educación superior le es insustituible la función adjetiva que es el área administrativa. Y por supuesto cuesta dinero.
No basta con que los estudiantes asistan a las universidades. Deben contar con los recursos económicos para la adquisición de cuadernos, (ahora su Tablet o PC), ingreso a internet, suscripción a bibliotecas especializadas para ingresar a hipertextos donde se crean, enlaza y comparte información. Por supuesto una alimentación adecuada, suficiente y nutritiva. Un ambiente familiar acorde a sus necesidades de estudio e investigación. Es difícil tener al alcance estos requisitos, pero son forzosos.
El gobierno federal ha reducido los subsidios a las universidades públicas, pero ordena la gratuidad. Entonces ¿de dónde las universidades podrán cumplir sus objetivos? Los presupuestos están sujetos al número de estudiantes inscritos. Pero se olvidan de lo más importante: la calidad educativa. Cada estudiante cuesta más, mucho más de lo que paga por colegiaturas (A la Universidad Nacional Autónoma de México cada alumno le cuesta 77,357 pesos anualmente). La UACH tiene programas de apoyo para los estudiantes que no pueden solventar los pagos. Hay becas y estímulos. Y claro, la exigencia de que obtengan, vamos a decirlo así, buenas calificaciones.
Así que ampararse para estudiar gratis en la Universidad tiene sus consecuencias. Cada centavo está etiquetado y no quedan márgenes ni de ganancias ni de cubrir todas las exigencias de una educación superior. Si todos los estudiantes se amparan y lo ganan ante los tribunales, simplemente la UACH, y otras universidades, no podrán sostenerse con recursos propios. Entonces terminarán por cerrar. En las universidades están los mejores profesionistas que a su vez con su experiencia forman las nuevas generaciones de especialistas. Las IES son indispensables para el desarrollo social, económico, científico, humanístico, tecnológico y hasta político. Fuera las posturas demagógicas. La universidad ni puede ser completamente gratuita y menos obligatoria. Jóvenes, lo que pagan en la UACH ustedes en un mes lo gastan en actividades recreativas. No maten la gallina de los huevos de oro.
Mi álter ego reflexiona sobre este día. Viva siempre el amor. Y quienes viven enamorados lo estén por el resto de sus vidas.