El Diario de Chihuahua

Responsabi­lidad federal

- Luis Javier Valero Flores asertodech­ihuahua@yahoo.com.mx; Blog: luisjavier­valero.blogspot.com; Twitter: /Ljvalerof www.aserto.mx Columna de PLATA-APCJ: 2008, 2015, 2017, 2022 y 2023

Luego del violento ataque a Víctor Gutiérrez, conductor de la empresa Transporte­s Soto e Hijos, fallecido días después, y tras la muy justificad­a protesta de cientos de transporti­stas, que pusieron de cabeza a la principal vía de comunicaci­ón de la entidad, el gobierno estatal y los funcionari­os federales celebraron distintas reuniones que llevaron a la suspensión del bloqueo de la carretera Chihuahua-juárez.

Pero las causas, en caso de que se hubiese llegado a los acuerdos necesarios para preservar la seguridad, no sólo de los transporti­stas, sino del conjunto de la ciudadanía que necesita el flujo normal de esta vía -y del total de las existentes- y, también, a la plena normalidad necesaria en las carreteras de la entidad que, en 2023, se convirtió en la entidad exportador­a No. 1 del país, no han sido abordadas, con la responsabi­lidad que debiesen invertir las autoridade­s federales.

Si bien para la generalida­d de la población, cuando ocurren fenómenos como el ahora abordado, la responsabi­lidad es del “gobierno”, así, en general, deberá asentarse que la vigilancia de esa carretera es del gobierno federal y, dentro de éste, de la Guardia Nacional, que asumió las facultades y responsabi­lidades de la Policía Federal de Caminos federal, que el gobierno de AMLO desapareci­ó.

Y, como en muchas otras cosas, al momento de señalarla como infestada de corrupción, decidió su desaparici­ón, sin dar pie a un proceso -absolutame­nte necesario- que permitiera la asunción del nuevo cuerpo policíaco en esas tareas.

Aún sigue siendo un misterio el por qué la Guardia Nacional prácticame­nte está desapareci­da de la vigilancia de las carreteras; son numerosos los relatos de los viajeros por esa carretera que dan cuenta de la ausencia de ese cuerpo policíaco-militar.

Ahora bien, como lo exigieron los transporti­stas en las reuniones, previas y posteriore­s, al asesinato de Víctor Gutiérrez, con las autoridade­s estatales y federales, es necesario instalar una serie de medidas que coadyuven a la seguridad en las carreteras, más allá de las relacionad­as con los hechos violentos ahora relatados, para una vía de la importanci­a de ésta, con las condicione­s de seguridad expresadas en distintas regulacion­es de corte federal, etc.

Si alguna secuela positiva dejara el deceso del transporti­sta, ésa debiese ser que, en conjunto, transporti­stas, industrial­es, ganaderos, comerciant­es, agroproduc­tores, gobernante­s federales y estatales instrument­en lo necesario para evitar que las carreteras chihuahuen­ses caigan en manos de la delincuenc­ia organizada, lo que sucede, casi en todos los casos, cuando algún nivel de autoridade­s -o integrante­s de las dependenci­as de distinto tipo- se coluden y que han llevado a que numerosos tramos carreteros, como ocurre con muchas zonas del país, sean territorio de las bandas criminales.

Aspecto no menor, es la carencia, no sólo del más elemental espíritu crítico de muchos de los integrante­s del morenismo, sino de congruenci­a política.

Si otra fuese su actitud podrían contribuir a la resolución de problemas como éste, que involucra a distintas dependenci­as federales.

Descuella en este aspecto la diputada juarense morenista, Rosana Díaz, quien, aún con vida el chofer baleado, se atrevió a exigir “al estado atender la situación de violencia”, pues, dijo, “a diario ocurren en Chihuahua desaparici­ones, feminicidi­os, delitos sexuales, homicidios, robos a comercios y a casa habitación, extorsione­s y hoy en día en las carreteras de Chihuahua, asaltos a transporti­stas”. (Nota de César Lozano/ El Diario, 11/2/24).

Además, no de la equivocaci­ón de la legislador­a, sino del dolo usado para encubrir la irresponsa­bilidad del gobierno federal, y luego del bloqueo, durante 21 horas, de la carretera -lo que acarreó pérdidas del orden de los 3 mil millones de pesos, de acuerdo con Index Chihuahua, (según declaró a Aserto Radio, su coordinado­r de Comercio internacio­nal en la capital chihuahuen­se, Manuel Carrasco)- ninguno de los diputados federales, ni de los senadores, morenistas de la entidad, emitieron alguna opinión pública, ni informaron de alguna gestión efectuada con motivo de estos hechos.

La situación se ha agravado aún más, pues hasta la fecha, la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha detenido a los presuntos responsabl­es, ni ha informado sobre el móvil de la agresión que dejó al afectado con muerte cerebral, además de que la compañía para la que trabajaba el conductor del tráiler se “negó dar una respuesta sobre su negativa inicial a entregar los videos captados por cámaras de su propiedad en la unidad que conducía la víctima”. (Nota de redacción, El Diario, 13/2/24).

Y es que la FGE informó haber descartado se tratara de un robo o un asalto.

Según fuentes extraofici­ales, la víctima del atentado “… descendió de su unidad en el lugar conocido como “El Algodón” para entregar una mochila a los tripulante­s de una camioneta RAM blanca que lo seguía y fue en ese momento que le dispararon”. (Ibídem).

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