La percepción se vuelve realidad
Ciudad de México.- Cierto que la percepción no es realidad, pero en el mundo de la propaganda política es muy importante generar percepción porque eso ayuda a construir una narrativa creíble, sea a favor o en contra de alguna persona o de un tema en particular.
En los procesos electorales, como el que está en curso, una de las etiquetas que más impacto viene generando es la de “narcopresidente”, que luego se desdobló en otras como“n arco candidatas he inbaum” o “narcogobierno”; el presidente viene tratando de descalificar una campaña que le afecta de manera negativa a él y la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, argumentando que todo se trata de una maquinación que utiliza cuentas falsas en redes sociales (bots) para impulsar de manera artificial esas etiquetas, que ya suman más de 250 millones de posteos.
Pero hay que ser claros, a pesar de que la narrativa oficial trata de ser muy enfática en negar vínculo alguno con grupos criminales, la percepción cada día se refuerza más por diversas circunstancias que terminan de ligarse, si no al presidente, si a colaboradores o gobernantes electos que fueron impulsados por Morena.
Vea usted estos ejemplos y saque sus propias conclusiones.
Hace unos días el presidente López Obrador acudió a Morelos, entidad gobernada por Cuauhtémoc Blanco y le dio un espaldarazo ante una serie de sucesos que afectan la imegan del gobernador.
Pero resulta que Cuauhtémoc Blanco apareció en fotos con miembros de los principales grupos criminales delincuenciales del estado y en esas gráficas lo que se aprecia es una relación de intimidad, luego entonces, eso también se le endosa al presidente López Obrador y genera percepción de que hay ligas con narcos.
Desde Baja California, el ex gobernador de aquella entidad el morenista Jaime Bonilla, no se ha cansado de señalar que la gobernadora. También de Morena, Marina del Pilar Ávila, tiene pactos con narcos locales, incluso hay gráficas que muestran la buena relación que existe con esas personas.
La presidente municipal de Manzanillo, Colima, la morenista Griselda Martínez declaró a medios de comunicación que la gobernadora de ese estado, Indira Vizcaíno, también de las filas de Morena, es la conexión entre el cártel de Sinaloa y la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum. La señora Griselda Martínez fue citada a la ciudad de México y ahí la recibieron Adán Augusto López y Mario Delgado quienes no quisieron conocer sus alegatos y se limitaron a comunicarle que estaba expulsada de Morena.
No se abrió investigación, tampoco se emitió un comunicado, solamente le retiraron la membresía y con ello el respaldo político.
La alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández no tuvo el menor empacho en salir a desayunar con Celso Ortega Jiménez, líder del grupo criminal de “Los Ardillos”, luego de que en aquella ciudad de Guerrero aparecieron varios cuerpos descuartizados y con ellos una cartulina donde se incitaba a tener un “segundo desayuno”, luego de esto fue la reunión entre la autoridad municipal y el líder del cártel local.
Este mismo Celso Ortega, no tuvo miedo de dar una entrevista a “Latinus” donde declaró que en la elección del 2006, siendo López Obrador candidato presidencial del PRD, recibió el apoyo de grupos criminales que operan en Michoacán, tanto con dinero como con operativos del voto.
El mismo Celso Ortega declaró en ese mismo programa que en la elección de 2021 se les pidió que operaran a favor de la candidata de Morena, Evelyn Salgado a cambio de recibir alcaldías y diputaciones locales, incluso precisó que con la alcaldesa Norma Otilia Hernández acordaron apoyarla a cambio de que les vendiera el rastro municipal y así expandir su negocio al control de la carne que se comercializa en la zona.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, el de Tamaulipas, Américo Villarreal y el de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero, así como el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado estarían vinculados con Sergio Carmona, traficante de “huachicol” y quien los apoyó en sus campañas electorales con más de 60 millones de dólares a cambio de posiciones en la aduana de Tamaulipas. Se dice que su viuda, la señora Perla Mcdonald Sánchez, es la gobernadora de facto en Tamaulipas mientras el gobierno le regresa las aportaciones que hizo su marido.
El gobernador de Chiapas, Rutilio Cruz Escandón, con su abulia y apatía, casi complicidad, permitió que grupos delincuenciales se asentaran en esa entidad y desatan una guerra por el control territorial y dando lugar a la creación de cárteles locales.
En Zacatecas, la familia Monreal no solamente es mermada por los asesinatos de sus integrantes, las sospechas sobre su complicidad y complacencia para que operen las bandas criminales van creciendo.
Estos son los casos más conocidos, pero hay muchos alcaldes, alcaldesas, diputados federales y locales que se aliaron con grupos criminales para llegar al cargo y no se ruborizan de ser fotografiados o videograbados conviviendo con ellos.
Al final de cuentas todo esto solamente fortalece la percepción de que con algunos políticos de Morena, el narco llegó al gobierno.