México podría elegir presidenta, pero sin fondos para gobernar
El mandatario Andrés Manuel ha iniciado proyectos de gran magnitud que dejará sin terminar: Moodys
Ciudad de México– Es casi seguro que México elegirá a su primera presidenta en junio — las dos principales aspirantes son mujeres — como también lo es que no tendrá mucho margen para actuar con independencia del presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario populista ha seguido proponiendo nuevos y costosos proyectos en sus últimos meses en el gobierno, antes de ceder el testigo el 30 de septiembre. También dejará muchos proyectos de gran calibre sin terminar.
Esto seguramente atará las manos de su sucesora durante gran parte de su mandato de seis años. Aunque gane la candidata opositora, Xóchitl Gálvez, sobre ella pesarán una montaña de compromisos financieros. La aspirante del partido de López Obrador, la exalcaldesa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, va por delante en las encuestas. Un tercer candidato de una formación más pequeña no tiene apenas opciones de ganar. “El próximo gobierno heredará un país con un agujero financiero que limitará el margen de maniobra durante el próximo mandato", afirmó Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics. “Para desactivar la vulnerabilidad fiscal actual, el gobierno entrante tendrá que ajustar fiscalmente (gastos o impuestos) en 2025”.
López Obrador ha dicho que antes de dejar el cargo expropiará la empresa estadounidense Vulcan Materials. La medida podría costarle al ejecutivo hasta mil 900 millones de dólares si la empresa de canteras con sede en Alabama gana la demanda de arbitraje internacional en curso contra el país.
Además está la promesa, todavía por concretar, de recuperar los trenes de pasajeros antes del final de su presidencia. El 20 de noviembre, López Obrador publicó un decreto que establecía que si las operadoras privadas de mercancías se negaban a prestar servicios a pasajeros, lo haría el gobierno.
Aunque los trenes circularían por vías estatales operadas por concesionarias privadas — México cerró sus deficitarios ferrocarriles a finales de la década de 1990 — el gobierno podría tener que adquirir los convoyes, arreglar las estaciones y montar un sistema de venta de boletos.
Las ideas para perder dinero no cesan. El 26 de diciembre, López Obrador lanzó una aerolínea estatal en un momento en que la mayoría de los países han decidido cerrar o vender las suyas. Con precios ultrabajos garantizados en vuelos a aeropuertos gubernamentales poco transitados, las perspectivas de pérdida para seguir sangrando recursos son infinitas.
Y como colofón, el 5 de febrero anunció que el ejecutivo garantizará a la jubilación de los trabajadores con el salario íntegro.
Una vez explicado, el plan es menos generoso de lo que parecía inicialmente. Solo los trabajadores con planes de jubilación oficiales recibirían un complemento, y solo hasta el nivel salarial medio de los empleados, unos 10.000 dólares anuales. Aún así, la iniciativa podría costar miles de millones de dólares.
Ese mismo día, Sheinbaum, que concurre a los comicios con el partido Morena de López Obrador y está considerada su seguidora más devota, afirmó que continuará con los proyectos del mandatario y añadirá algunos propios.