MAJESTUOSO PATRIMONIO CULTURAL
La UNESCO reconoce a la polonesa, danza polaca del siglo XVIII que alimentó el espíritu del país incluso durante los oscuros días del comunismo
Vaesovia, Polonia— Prohibida en su día por los gobernantes enviados desde Moscú, la majestuosa polonesa polaca, que alimentó el espíritu del país incluso durante los oscuros años de su partición, recibe ahora el reconocimiento de la UNESCO.
Esta danza del siglo XVIII se ha interpretado en bailes aristocráticos y celebraciones populares, y ha inspirado a compositores como Johann Sebastian Bach y Frédéric Chopin. Todavía ocupa un lugar destacado en las grandes ocasiones nacionales, los bailes de graduación y las bodas.
El 5 de diciembre, esta tradición viva fue inscrita en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO como "forma de celebración conjunta" que "conmemora momentos importantes de la vida familiar y comunitaria y simboliza la cooperación, la reconciliación y la igualdad".
El Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional de Polonia, que solicitó la inclusión de la danza en la lista de la UNESCO, declaró que su iniciativa recibió un enorme apoyo público.
"Miles de personas en Facebook y en otras redes sociales apoyaron la inscripción (en la UNESCO)", declaró a The Associated Press Joanna Cicha-kuczynska, del Departamento de Protección de Monumentos del Ministerio.
Según Cicha-kuczynska, existe una gran comunidad, con familias enteras, que baila la polonesa y transmite la tradición. La polonesa se baila en parejas, encabezadas por la primera y más destacada, que improvisa diversas figuras, como levantar las manos unidas para formar puentes por los que puedan pasar otros bailarines.
"Lo más importante en la polonesa es que todo el grupo pueda bailar conjuntamente la coreografía, y entre los rasgos personales los más importantes son la dignidad de los hombres y el carácter etéreo de las mujeres", dijo Marcin Pracki, bailarín del Teatro de Danza "Warszawianka" de la Universidad de Varsovia.
La sencillez, su punto fuerte
Otra bailarina del "Warszawianka", Monika Fiugajska, dijo que la sencillez de la danza es su punto fuerte.
"Es una danza muy sencilla, la más sencilla de nuestras danzas nacionales, pero al mismo tiempo tiene un alma excepcional y en ella se pueden expresar emociones de forma excepcional", dijo Fiugajska.
Esta danza de procesión, de ritmo lento, evolucionó a partir de una forma folclórica llamada "danza andante". En el siglo XVIII, con el nombre francés de "Polonesa" -o polaca-, se bailaba mucho entre la nobleza europea y abría los bailes reales.