Reprueba Canadevi que Infonavit construya casas
Exponen deficiencias del esquema cuando el organismo era encargado de edificar viviendas
Con el retorno del Infonavit como constructor como plantea la iniciativa de reforma enviada al Congreso, se advierte el riesgo que de manera gradual se retire al sector privado de la oferta de vivienda y se regrese a prácticas de corrupción, condiciones que se creían superadas, sostuvo el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), Luis Anchondo Cuilty.
El representante de los desarrolladores de vivienda expuso que cuando el Infonavit fue constructor se trató de la peor época en materia de créditos, pues los trabajadores no sólo tenían poca oferta de vivienda, sino que debían pedir el favor a algunos de los organismos a través de los cuales se manejaban los financiamientos que eran las centrales obreras, organismos empresariales o instancias gubernamentales.
Esto, dijo, con la agravante de que no podían elegir su casa, sino era la que les asignaban, “amén de los problemas de calidad, ineficiencia y corrupción que se dio en el periodo”, dijo.
Precisó que las prácticas de corrupción estaban relacionadas con la adquisición de tierra, contratos para urbanizar, la construcción de las viviendas y en la asignación de créditos, pues eran muchos los trabajadores que buscaban casa y poca la oferta, por lo que en algunos casos daban dinero para ser favorecidos.
Recordó Anchondo Cuilty que en el lapso de 1972 a 1995, el Infonavit otorgaba de 40 mil a 50 mil créditos al año en el país y en pocos casos llegó a los 100 mil créditos.
Explicó que cuando se rediseñó la función del Infonavit y empezó a operar sólo como financiera para que la iniciativa privada construyera, se dio el boom de la vivienda en el país.
Con la dirección de Luis de Pablo Serna, a finales del sexenio de Ernesto Zedillo, el otorgamiento de créditos empieza a crecer hasta llegar a 450 mil créditos al año, durante los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón.
El ritmo de crecimiento de los créditos, agregó, empezó a decaer por candados que se establecieron a la vivienda social en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
En la actual administración federal, mencionó, se retiró el subsidio que permitía a los trabajadores con ingresos inferiores a tres salarios mínimos acceder al crédito, pues su capacidad crediticia no alcanzaba para adquirir una vivienda, lo que, sumado a la inflación, derivó en la caída de la construcción de la vivienda económica en el país.
En la ciudad de Chihuahua, señaló, se tiene varios años en los que, ante la falta de vivienda económica, lotes sin servicios pintados con cal en la zona de Ranchería Juárez y en el norte, se venden en condiciones fuera del marco legal.
En cuanto al planteamiento de la iniciativa que las casas de interés social puedan ser rentadas por los trabajadores, a través del acceso al arrendamiento y al cumplir con 10 años de pago, tengan la posibilidad de comprarlas, consideró como mayor justicia social que desde el inicio sea el trabajador propietario de la vivienda.
Consideró que de aprobarse la iniciativa de reforma en materia de vivienda que propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 5 de febrero, tendría el Infonavit que adquirir la tierra, desarrollar el proyecto y construir, por lo que las primeras viviendas estarían listas en dos o tres años.
En opinión de Anchondo Cuilty, no existe todavía un planteamiento que solucione de mejor manera el problema de vivienda como el que se vivió durante los años de boom del Infonavit.
En esos tiempos, dijo, se construían 450 mil viviendas por año, lo que permitió abatir de manera significativa el problema habitacional de México.
Observan riesgo que de manera gradual se retire al sector privado de la oferta de vivienda