El queso rodando
El pasado fin de semana, la oposición realizó una manifestación a nivel nacional, que hay que reconocer, finalmente lograron algo medianamente digno, pero tardaron más de 5 años para poder hacer en la plancha del zócalo capitalino una manifestación nutrida, que fue de gozo para las cúpulas del PRIAN y los entes empresariales que rechazan la Cuarta Transformación.
Sin embargo, en estas manifestaciones que se replicaron en varias ciudades del país, hubo quienes legítimamente acudieron en su rechazo al presidente Andrés Manuel López Obrador y sus propuestas de reformas a la Constitución Política de México, con el objetivo de recuperar el legado social de la carta magna original de 1917, el aspecto más social y de beneficio a las mayorías, principios que fueron desmantelados en la etapa neoliberal, los últimos 30 años del prianato antes del 2018.
Otra cosa fueron quienes acudieron de manera forzada u obligada, ya sea porque son parte de esas estructuras donde aún tiene control la oposición, aquí en Chihuahua, pues todas las dependencias estatales, el ayuntamiento, el Poder Judicial y claro está, empresarios, los mismos que se manifestaron meses atrás para arrebatar a las niñas y niños sus libros de texto gratuitos, limitando y afectado la educación pública, son los mismos.
Y no faltaron esas expresiones trasnochadas, como si viviéramos en plena guerra fría, con un desconocimiento mayúsculo de los histórico y lo político, pues a coro manifestaban “no al comunismo”, ¿comunismo?, también lanzaban vivas por la libertad de expresión y contra el totalitarismo, ahí en vía pública, en una plaza céntrica, y con todo el respaldo del aparato de seguridad del estado, ¿totalitarismo?
Pero independientemente de las fobias de la oposición, y ese enemigo imaginario al que señalan, a nivel nacional los grandes medios y plataformas mediáticas informaron sobre esta marcha opositora del PRIAN disfrazada de rosa, como la más grande victoria de la oposición contra AMLO, después de años, habían llenado el zócalo, y replicaron el hecho como algo histórico, según ellos y la narrativa de la oposición y sus voceros, esto advierte la derrota de la cuarta transformación en las próximas elecciones; pues como dice el presidente, “ternuritas”.
En la calle ese fue el “músculo” de la desmoralizada oposición que vive una dolorosa agonía, pues el salir a manifestar su rechazo al proyecto en beneficio de las mayorías es vergonzoso, ya no hay caretas ocultas, el clasismo, elitismo, racismo y la defensa de los privilegios de unos cuantos, ya no tienen empacho en expresarlo, así son ellos, eso son ellos.
En esta protesta en supuesta defensa de la democracia, como si estuviera en peligro, cosa que hasta el ex presidente del INE Lorenzo Cordova reconoció al momento de invitar a los mexicanos a participar en la próxima elección, parte de la democracia, ¿cuál riesgo?, las contradicciones fueron el reflejo de lo que en verdad exigen o buscan, tienen que disfrazar sus verdaderos objetivos en consignas totalmente fuera de la realidad, podrán salir a las calles, pero sigue siendo cosa de poca seriedad, porque su verdadera razón para salir a las calles a quemarse un poco, es manifestar su odio al presidente y a nuestro proyecto.
Por el contrario, acá nosotros no hemos necesitado de las coberturas patrocinadas para nuestras manifestaciones, porque surgimos de ellas, son parte de nuestra lucha y de nuestro legado en esta cuarta transformación, porque las luchas sociales en México siempre han sido reprimidas y censuradas, así sucedió con sangre durante la guerra sucia, luego a nuestro movimiento lo amordazaron y minimizaron por décadas, desde el desafuero hasta los últimos momentos de la elección del 2018, cuando ya no se pudo ocultar el respaldo titánico del pueblo de México.
Y así lo volveremos a demostrar este próximo 1 de marzo en la Ciudad de México, para iniciar la campaña de Claudia Sheinbaum Pardo, donde miles acudiremos a este festejo parte de la democracia, porque estas manifestaciones ya son parte de nosotros, y no solo sabemos hacerlo, también lo disfrutamos, porque nosotros salimos a festejar y sonreír por nuestro movimiento, no insultamos ni sacamos odios, a nosotros nos mueve el corazón y la lucha popular, y ahí estaremos todos nuevamente dando inicio al segundo piso de la cuarta transformación, porque cuando la oposición va a la tienda por la leche, nosotros ya venimos con el queso rodando.