ACOSAN HOMBRES A NIÑAS INFLUENCERS
Convertidas en ‘publicidad viviente' manejada por los padres, ofrecen un perturbador vistazo sobre cómo las redes sociales están cambiando la infancia
Los clientes más devotos gastan miles de dólares alimentando relaciones con menores de edad
Nueva York— Los ominosos mensajes empezaron a llegar al buzón de Elissa a principios del año pasado. “Usted le está vendiendo fotos de su hija menor de edad a los pedófilos”, se leía en uno. “Usted es una ingenua mamá que está tan enferma como nosotros los pedófilos”, se leía en otra. “Voy a hacer de su vida un inferno para usted y su hija”.
Elissa había estado a cargo de la cuenta de Instagram de su hija desde el 2020, cuando la niña tenia 11 años y era demasiado joven para tener la suya. Las fotos mostraban a una brillante y alegre pequeña que modelaba vestidos de noche, equipo para ejercitarse de alta gama y leotardos para la danza.
Tiene más de 100 mil seguidores, algunos tan entusiastas acerca de sus publicaciones que pagan 9.99 dólares al mes para ver más fotos. Al paso de los años, Elissa ha recibido todo tipo de críticas y sabe muy bien que algunas personas piensan que está explotando a su hija.
Nunca se ha acostumbrado a recibir mensajes aterrador es, pero este-de“Inst amo del fan ”fueron extremos .“Creo que son pedófilos”, dijo de los muchos seguidores en línea que están obsesionados con su hija y otras niñas pequeñas.
Elissa y su hija habitan el mundo de influencers de Instagram cuyas cuentas son manejadas por sus madres.
Aunque el sitio prohíbe a los niños menores de 13 años, sus padres pueden abrir cuentas de las llamadas “operadas por sus mamás” y pueden continuar haciéndolo aun cuando las niñas se conviertan en adolescentes.
Pero cuando el esfuerzo de los padres por iniciar a su hija en la carrera de modelaje o ganar favores de marcas de ropa, eso puede descender rápidamente a un submundo oscuro dominado por hombres adultos, muchos de los cuales admiten abiertamente en otras plataformas que se sienten sexualmente atraídos a las niñas, según encontró una investigación realizada por The New York Times.
Miles de cuentas examinadas por The Times ofrecen un perturbador vistazo sobre cómo las redes sociales están cambiando la infancia, especialmente para las niñas, con la motivación directa de los padres.
Algunos padres son la fuerza motivadora que está detrás de la venta de fotos, sesiones exclusivas de pláticas y hasta leotardos y ropa usada de las niñas a sus seguidores, que mayormente son personas desconocidas.
Los clientes más devotos gastan miles de dólares alimentando relaciones con menores de edad. Las grandes audiencias estimuladas por los hombres pueden beneficiar a las familias, según detectó The Times.
Entre más seguidores haya eso impresiona a las marcas y aumenta las posibilidades de obtener descuentos, productos e incentivos financieros y las mismas cuentas son recompensadas por el algoritmo de Instagram dándoles una mayor visibilidad en la plataforma, que a su vez atrae a más seguidores.
Un cálculo realizado por una empresa de demografía de la audiencia encontró 32 millones de conexiones con seguidores hombres entre 5 mil cuentas examinadas por The Times.
Una puerta al abuso
Interactuar con hombres abre la puerta al abuso. Algunos halagan, acosan y chantajean a las niñas y a sus padres para recibir imágenes cada vez más atrevidas.
The Times monitoreó intercambios en Telegram, la aplicación de mensajes, en donde los hombres fantasean abiertamente acerca del abuso sexual contra niñas a las que siguen en Instagram y elogian a la plataforma por hacer que las imágenes estén disponibles rápidamente.
Casi uno de cada pre-adolescente enlista ser influencer como una carrera y el 11 por ciento de ellos nacidos en la Generación Z, entre 1997 y el 2012, se describen como influencers.
La llamada economía de los creadores supera los 250 billones de dólares en todo el mundo, de acuerdo a Goldman Sachs, las marcas de Estados Unidos gastan más de 5 billones de dólares al año en los influencers.
Expertos en salud y tecnología recientemente advirtieron que las redes sociales representan “un profundo riesgo de daño” para las niñas.
Las comparaciones constantes con otras niñas y filtros para alterar la apariencia están impulsando sentimientos negativos de autoestima y promoviendo sus cuerpos como objetos, dijeron los investigadores.
Aunque perseguir la fama en línea, particularmente a través de Instagram, ha súper cargado el usualmente tóxico fenómeno, detectó The Times, alentando a los padres a mercantilizar las imágenes de sus hijas.
Algunas niñas influencers obtienen ingresos de seis dígitos, de acuerdo a entrevistas. Los influencers también usan Tiktok, pero Instagram es más fácil de navegar para los padres y está mejor equipado para los tipos de fotos que desean las marcas.
De vez en cuando, Instagram elimina cuentas de niñas influencers por razones no especificadas o porque la gente las cataloga como inapropiadas, según detectó The Times.
En casos extremos, los padres y fotógrafos han sido arrestados o condenados por explotación infantil, aunque al prohibir la evidencia de imágenes ilegales, la mayoría de esa actividad no atrae la atención de las autoridades.
Al igual que muchos padres de familia, Elissa, quien recibió los mensajes amenazadores acerca de las fotos de su hija, comentó que protegió a su hija manejando exclusivamente la cuenta ella misma.
Finalmente, concluyó que la comunidad de Instagram está dominada por “tipos asquerosos” aunque sigue manteniendo la cuenta. Cerrarla, dijo, “sería darse por vencida ante los acosadores”.
De las decenas de miles de empresas que participan en la economía de los influencers, unas tres docenas aparecieron muy frecuentemente en las cuentas revisadas por The Times.
Para muchas de ellas, las niñas influencers se han convertido en una “publicidad viviente” suplantando las campañas tradicionales de anuncios.