Patriotismo y civilidad
De acuerdo con lo que se está observando y viviendo de una u otra manera, en lo que va del proceso federal electoral 20232024, un sector importante de la ciudadanía interesada en las actividades cotidianas de la res- pública, de la política y administración pública; expresa que se impone que tal contienda continúe, pero desenvolviéndose en un ambiente de pleno respeto a la ciudadanía, a la población toda y entre los contendientes.
Esencialmente, dando muestras claras de una auténtica y consciente ‘profesión de fe’ del heroico apotegma del gran insurgente independentista, Vicente Guerrero: LA PATRIA ES PRIMERO; y, lógicamente, en lo concerniente a conducirse en todo momento, día tras día, con total CIVILIDAD.
Civilidad o comportamiento cívico, que durante casi todo el siglo veinte se consideraba y se ejercía como el celo patriótico del ciudadano, del pueblo, de la población toda; debido a que en los planes y programas de estudios del nivel básico del Sistema Educativo Nacional (SEN), se incluía como de suma importancia para la información y formación del BUEN CIUDADANO: La EDUCACIÓN CÍVICA.
Asignatura de las Ciencias Sociales, que junto – con igual importanciaa las materias de HISTORIA y GEOGRAFÍA, integraban los contenidos cognoscentes del proceso de enseñanza-aprendizaje (PEA) del educando, para conocer lo más integralmente posible el país o territorio en dónde nació, sus leyes, su pasado histórico común; y realizar el ideal de ser útiles a su familia, a su comunidad, a la sociedad en general y a su PATRIA.
En ese contexto, cabe retrotraer la exposición brillante que sobre las VIRTUDES del CIUDADANO del porvenir hiciera, quien fuera Secretario de Educación Pública (SEP), Don Jaime Torres Bodet:
“El ciudadano del porvenir habrá de corresponder a un tipo LEAL, HONRADO, LIMPIO, ENÉRGICO y LABORIOSO; exento de los complejos de inferioridad que tanto daño han causado a los mexicanos; enemigo por definición de TODA MENTIRA, lo mismo la que se exhibe literalmente bajo un ropaje de alardes declamatorios, que la que se disimula y esconde en el egoísmo.
“Un tipo de ciudadano que QUIERA A SU PATRIA ENTRAÑABLEMENTE, sin necesitar engañarse para quererla sobre los males y las flaquezas que aún la agobian y que sea digno de comprender esas flaquezas y aquellos males, no para exagerarlos con la ironía y el pesimismo, sino para corregirlos con el trabajo, con el sacrificio, con la virtud.
“Un tipo de ciudadano VERAZ en todo; veraz con sus semejantes y veraz consigo mismo; fiel a su palabra; superior a las mezquindades del servilismo gregario y la adulación; que no se cruce de brazos ante las dificultades esperando que lo salven de ellas tardíamente, un golpe de suerte, un MEDRO ILEGÍTIMO, una ASTUCIA VIL.
“Un ser que no abdique de sus derechos por timidez o por negligencia, pero que no los ejerza abusivamente y que, sobre todo, jamás olvide que la garantía interna de esos derechos radica en el cumplimiento de los deberes, porque sin el cumplimiento de los deberes, cualquier derecho resultaría un privilegio exclusivo y excepcional. En fin, un tipo de ciudadano que sea capaz de juzgarse así mismo antes que a los otros”.
Como mañana viernes 1º de marzo, arranca la carrera del tan enconado proceso electoral-electorero predicho, vale agregar los siguientes conceptos:
“Civilidad Política: normas éticas y de comportamiento consensualmente aceptadas entre las organizaciones y actores políticos, para competir en los escenarios electorales y los espacios de poder”. (Luis Fernando Roldán Quiñones, “Diccionario Irreverente de Política Mexicana”, Grijalbo, Primera edición, 2006).
“Pacto de Civilidad: documento suscrito por dos o más organizaciones y/o partidos políticos en donde se comprometen a competir bajo normas de civilidad y respeto mutuo”. (Ibídem).
“CIVILIDAD: Sociabilidad, urbanidad. 2. Ant. Miseria, mezquindad, grosería, vulgaridad, vileza”. (Diccionario de la Lengua Española, RAE).
“CIVISMO: Celo por las instituciones e INTERESES de la PATRIA”. (Ibid).
Sobre la permanente defensa de nuestra PATRIA, que desde la Guerra de Independencia, en el lapso de la Guerra de Reforma, la fratricida Revolución Mexicana, hasta nuestros días; se ha realizado preponderantemente entre dos campos bien definidos: insurgentes y realistas, liberales (masones del rito ‘escoces’ y del rito ‘yorquino’) y conservadores, militantes de las izquierdas y de las derechas, no es por demás rescatar de la memoria histórica:
Que una vez derrotado el partido conservador, en la Guerra de Reforma cuyo inspirador inquebrantable fue Don Benito Juárez García, sus cúpulas reaccionarias, no tardaron ni vacilaron en apersonarse en Francia, lanzando invectivas contra la independencia, la democracia, la federación y la república, para pedirle al Emperador Napoleón III, que enviara a México un príncipe que fungiera como emperador.
Ese “emperador” que Napoleón III les tenía preparado fue Maximiliano, hermano del emperador de Austria. Al castillo de Miramar llegan los “delegados” de México y le ofrecen al rubio Maximiliano la “corona”. Maximiliano, después de recibir la bendición emocionada del Papa Pío IX, se embarca con Carlota. Llegan y entran a México.
¿Habrá mucha diferencia entre lo descrito y lo que algunos militantes –muy pocos, afortunadamente- de la derecha (PRIANRD) está concertando con las ultraderechas de otros Estados-nación, como USA, España, Argentina…?
A propósito y con el objetivo de que sacuda nuestra conciencia y convicciones de patriotas mexicanos, reflexionemos sobre lo que significa:
“PATRIOTA: Persona fiel a su patria y que sirve a sus intereses”. (Diccionario Político, Editorial Progreso, Moscú, 1980).
“PATRIOTISMO: Amor y fidelidad a la Patria. Su principal contenido es la lucha por el régimen social más progresista”. (Ibid).
“INTERÉS NACIONAL: Todo aquello que es un asunto vital para el Estado-nación, incluyendo como mínimo, su sobrevivencia. El interés nacional es el principal objetivo que persigue y trata de fomentar el gobierno de una nación. Su cumplimiento resulta imperativo para mejorar las condiciones sociales, políticas y económicas de una comunidad”. (José Luis Orozco y Consuelo Dávila compiladores, “Breviario Político de la Globalñización”, Fontamara, UNAM, 1997).
En esa construcción de la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA, la pugna entre esos flancos político-electoral-electoreros no cesa en nuestros días. Venturosamente hoy no son los combates armados los que resuelven las diferencias.
Son y deben ser las ideas, la fuerza de la razón y no la razón de la fuerza las que debatan frente a frente. No, ahora debe discutirse con amplitud de criterio teniendo siempre presente y a la vista las lecciones de la Historia.
Reprochar y tirar a la basura ese tapete en que convirtieron la NO REELECCIÓN y el NEPOTISMO, el cual pisotean y hasta brincan cómicamente dizque políticas y políticos que dan pena ajena.
Efectivamente, los ancestrales y graves problemas de la Patria mexicana, deben resolverse a través del VOTO y sobre la base de un respeto mutuo y lealtad al pueblo y a la CPEUM.