Agarraron al soldado de EU
Ciudad Juárez.– Histórica ha sido la extradición de un militar activo de Estados Unidos por el asesinato de una mujer en el lado mexicano de la frontera. Muchos aciertos burocráticos tuvieron que conjugarse para que Saúl L. V. se encuentre enfrentando cargos en territorio nacional por feminicidio agravado en el Cereso 3, donde se encuentra detenido.
Las autoridades de EU entregaron al soldado de Fort Bliss a las autoridades mexicanas en el puente internacional Stanton, entre El Paso y Ciudad Juárez, gracias a un tratado de extradición, acción legal que no tiene precedentes ––inclusive a nivel internacional––, ya que los militares estadounidenses por lo general, son juzgados por sus propias leyes militares antes de enfrentar cargos civiles en su país. Sin embargo, en esta ocasión, el presunto asesino era simplemente un civil más, aunque extranjero, dentro de territorio nacional.
El crimen, se sospecha, fue perpetrado con lujo de saña, ya que se encontraron evidencias tanto de uso de arma blanca como de arma de fuego. Hora y media después de una cita con la que se supo era su novia, se encontró el cadáver de la víctima, mientras que el acusado cruzó la frontera hacia El Paso dos horas y media después, a las 8:32 de la noche, según el Consulado de Estados Unidos.
De acuerdo a evidencias recolectadas, el acusado fue la última persona en ver a la víctima con vida el 7 de abril del 2023. El vehículo que conducía fue captado en un video donde aparentemente se puede ver cómo alguien dejaba el cuerpo en donde fue encontrado. En la audiencia también se presentó una amiga de la víctima, quien declaró que fue testigo de violencia física y psicológica del presunto asesino, testimonio que se incluyó en la carpeta de investigación.
Si el detenido resulta culpable, el crimen amerita un castigo de acuerdo al sufrimiento infligido en contra de la que era su pareja sentimental, Aylen Marina B.V., quien, de acuerdo al resultado de la necropsia, falleció por laceración encefálica y de vísceras, causadas por disparos de arma de fuego
El esfuerzo de las autoridades mexicanas y la cooperación binacional para que se lograra la extradición del militar 10 meses después del incidente fue ejemplar. Hay que reconocer el trabajo profesional para recolectar las evidencias. La denuncia rápida al 911 con la que se encontró en cuerpo, y rapidez con la que se identificó al sospechoso, así como el video que se obtuvo, fueron pasos determinantes para integrar una investigación digna y eficaz.
Aunque es un acierto de la Fiscalía Especializada en crímenes contra mujeres, quienes han trabajado para estrechar la cooperación binacional con fiscalías de Estados Unidos, todavía falta que el caso se maneje bajo los estándares profesionales adecuados para que se juzgue al presunto asesino bajo el rigor las leyes mexicanas, y que no quede duda alguna sobre su importante trabajo. Este es un caso internacional de alto perfil, que, debido a su trascendencia, tiene que ser manejado a la perfección, para que sea un ejemplo del avance en algunos sectores judiciales en la impartición de justicia para con víctimas inocentes. Se tiene que investigar a fondo como es que un militar estadounidense creyó que se iba a salir con la suya solo por ser soldado. ¿Qué estaba pensando? ¿El móvil fue solo pasional?
La credibilidad del aparato judicial mexicano entero está en juego. Ya sabemos que, si hubiera sido juzgado en Texas, enfrentaría probablemente la pena de muerte. Ya hace falta que, después de tanta impunidad, se logre algo digno de resaltar en el lado mexicano en cuanto a justicia.
Ahora, falta llevar el caso hasta sus consecuencias finales, sin que se entrometan los revanchismos políticos, o los intereses partidarios electorales. Es imposible darle palabras de aliento a la familia de Aylin, solo podemos decirles que empatizamos, y que les deseamos lo mejor.
Juez bloquea ley problemática en Texas
Gran júbilo denostaron los activistas que defienden a los migrantes en Texas después que un juez federal bloqueara la ley antinmigrante SB4 que los criminaliza, para que no tome efecto este 5 de marzo. La medida es preliminar, pero muchas organizaciones civiles, religiosas y políticas están en contra de su imposición, especialmente en ciudades como El Paso, donde inclusive la Fiscalía de Texas ha acusado a centros de ayuda como la organización católica afiliada Casa Anunciación, de “tráfico ilegal de inmigrantes y otras cosas horribles”.
Es un proyecto de ley inconstitucional, racista, y supremacista blanco que permitiría a las autoridades locales arrestar, detener y deportar a personas que se sospecha ingresaron a Texas desde otro país sin autorización federal, dijo Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos.
Esto es un revés ante la reciente visita de Trump a la frontera, en donde reiteró que el presidente Biden, su adversario político, es “el peor presidente de la historia”, ya que, según él, ha dejado entrar a cientos de miles de inmigrantes al país ilegítimamente, provenientes de Afganistán, El Congo, China, entre otros países, dando a entender que dichas regiones exportan inmigrantes con enfermedades graves que pueden afectar a todos los estadounidenses.
El presidente Biden, por su parte, se limitó a invitar a Trump a dejar las politiquerías y unirse a un proyecto de migración viable sin intereses partidistas.
Se agradece que el juez federal haya actuado en favor de la Constitución federal, antes de que cualquier miembro de la seguridad en los Estados Unidos, ya sea policía, guardia nacional, aguacil, o hasta de la DEA o el FBI se sientan con el derecho de parar, esculcar y cuestionar a cualquier transeúnte binacional por su aspecto, color de piel, etnia o nacionalidad.
Me tocó ver el sábado pasado como alrededor de cinco o seis miembros de la Patrulla Fronteriza paraban a un chaparrito después de caminar por el puente internacional para cuestionarlo por “sospechoso”, y eso que, se supone, ellos sí tienen el entrenamiento para hacerlo sin crueldad o motivos indebidos. Su único pecado posiblemente era que sus facciones y tipo parecían pertenecer a los de alguna nación originaria de América.
Aquí cito partes de una carta en inglés que me encontré, firmada por un líder tribal Nativo Americano hacia los inmigrantes nacionales (en EU) e internacionales:
Esta carta está dirigida a los inmigrantes que ya viven en los Estados Unidos, y también a aquellos que viven en otros países, pero que piensan venir.
No hay un grupo que tenga probablemente más razones para estar preocupado por los inmigrantes que llegan a estas tierras. Pero nosotros no les tenemos miedo. Hoy vivimos en una tierra de inmigrantes, les damos la bienvenida, como lo hemos hecho con diferentes generaciones que llegaron a nuestras costas, inclusive antes de que esta nación fuera fundada.
Como hemos seguido el discurso reciente sobre sentimientos de inmigración y leyes, vale la pena recordar que debido a nuestra trágica historia puede haber sentado las bases para un resentimiento permanente que hubiera prevenido el debate actual de ocurrir alguna vez. El genocidio de nuestros ancestros por colonizadores de otros continentes podría haber sido una buena razón para la gente Nativa ––los primeros norteamericanos –– para intentar bloquear a todos los que desearon venir aquí en busca de libertad. Pero ese hubiera sido el camino equivocado…siempre hemos sabido que, en las palabras del gran jefe Joseph, (Joseph Smith, líder religioso anglosajón), todos fuimos “creados por el mismo gran espíritu Jefe”.
La carta, interesante perspectiva, se extiende, y por cuestiones de espacio no la reproduciremos en su totalidad en esta ocasión, pero buscaremos un espacio adecuado en el futuro; pero si le interesa, le dejo aquí el título del enlace digital: A Native American’s perspective on the immigration Issue.