Es u na g ran manera de iniciar:pérez
El segundo lugar en el Gran Premio de Bahréin deja tranquilo, pero no contento, al mexicano Sergio Pérez.
Después de 57 vueltas, el tapatío se las arregló para escalar de la quinta a la segunda posición y administrar los neumáticos ante la alta degradación en la pista.
Aunque la victoria era el principal objetivo, ‘Checo’ se estancó detrás de Max Verstappen, su compañero en Red Bull, y a la vez, se cuidó del avance del Ferrari de Carlos Sainz Jr.
“Creo que era lo máximo que podríamos haber alcanzado. Ha sido una carrera bastante complicada con la gestión de los neumáticos. Creo que aprenderemos mucho de la carrera de esta noche que nos permitirá ganar. Es una gran manera de empezar la temporada”, dijo Pérez.
El tricolor también batalló con problemas en el RB20 que condicionaron su rendimiento, así que espera que sean solucionados de cara a Arabia Saudita, donde ganó el año pasado.
“Compuesto a compuesto, cantidad de deslizamiento, tendremos algunos problemas con el freno del motor. Estoy seguro de que analizaremos todo eso esta noche y nos aseguraremos de que aprendamos para Jeddah”, finalizó.
Se molesta con su ingeniero de carrera
La bomba estalló en el garaje de Sergio Pérez.
Después de 23 vueltas completadas en el Gran Premio de Bahréin, cuando el mexicano ya había escalado hasta el segundo puesto, hubo una falla en la radio de su ingeniero de carrera.
Hugh Bird tuvo problemas a la hora de compartir datos específicos del RB20 con el número 11, así que recibió el regaño de Checo por su silencio.
“Estás súper callado, amigo. ¡Habla más fuerte! Grita. Tienes que gritar”, le dijo el tapatío por la radio.
Rápidamente, el ingeniero británico cambió la línea de comunicación para brindarle los datos a su piloto del acercamiento de Carlos Sainz Jr., de Ferrari, y la distancia con su compañero Max Verstappen.
Al final, Pérez aseguró el segundo puesto y con la victoria del neerlandés, Red Bull completó el primer doblete de la temporada.