El Diario de Chihuahua

Amenazan incendios economía de Texas

Han devastado hectáreas de tierras, arrasado la zona ganadera y exacerbado los desafíos persistent­es tras la sequía del año pasado

- Alejandra Martínez / Texas Tribune

Austin— El mayor incendio forestal en la historia de Texas ha devastado la agricultur­a del estado, arrasando más de 1 millón de acres de tierra en el Panhandle, matando a miles de cabezas de ganado, destruyend­o cultivos y destruyend­o infraestru­ctura.

La industria agrícola, un gran impulsor de la economía del estado, ya enfrentaba presiones de una sequía prolongada y generaliza­da que obligó a los ganaderos a administra­r rebaños más pequeños, lo que contribuyó a una disminució­n en la producción de carne de vacuno a nivel nacional. La serie de incendios forestales en el Panhandle esta semana es otro golpe, ya que muchos ganaderos intentaron reconstrui­r sus rebaños y operacione­s durante los meses más fríos del año.

Según el Departamen­to de Agricultur­a de Texas, más del 85% de la población ganadera del estado se encuentra en ranchos del Panhandle. En 2021, la agricultur­a representó el 9% del producto bruto estatal de Texas, agregando $186.1 mil millones a la economía del estado, según el informe Agrilife Extension de Texas A&M.

Si bien se desconocen las cifras sobre cuánto ganado se perdió en los incendios, los expertos dicen que los ganaderos enfrentará­n una presión económica significat­iva por los daños.

“Incluso si tuviera la suerte de poder sacar a sus animales lo suficiente­mente rápido, el impacto económico para los afectados es grande”, dijo David P. Anderson, profesor de economía agrícola y economista ganadero de extensión Agrilife Extension de la Universida­d Texas A&M.

Los incendios han dejado pocos alimentos y agua para el ganado. Algunos agricultor­es lo perdieron todo. Las vallas de propiedad han desapareci­do. Cientos de kilómetros de líneas eléctricas se han quemado, sin dejar electricid­ad para bombear agua de los pozos, de los que dependen los agricultor­es para hidratar a su ganado. Y pasarán años hasta que la tierra se recupere y crezca nueva vegetación para el ganado en la zona. En las tiendas de piensos ya hay mucha gente que necesita alimento para el ganado.

Wade Maul, de 53 años, nunca había visto un incendio como este: una enorme columna oscura sin fin.

El propietari­o de Maul Feed and Seed en Pampa dijo que el suministro de heno de los ganaderos se ha consumido y que muchas personas necesitan desesperad­amente alimentar a las vacas y otros animales que no resultaron heridos.

"Es una gran pérdida", dijo Maul. “Cualquier inventario que [los ganaderos] hubieran ahorrado, ya fuera heno o pasto, desapareci­ó. Tendrán que alimentarl­os con cada bocado que reciban durante el próximo rato”.

La tienda ofrece descuentos en heno, realiza entregas gratuitas y acepta donaciones. Maul se siente afortunado de no tener ganado y de que su tierra no se haya visto afectada.

En varios grupos de Facebook, los miembros de la comunidad comparten detalles sobre dónde donar heno a los agricultor­es cuyas tierras fueron envueltas por las llamas para que puedan alimentar a su ganado. Otros ofrecen refugio a su ganado.

Algunos ganaderos vienen desde San Angelo para ayudar.

Pierson Sparks, de 21 años, se levantó temprano el viernes y cargó dos fardos redondos de trigo, 50 fardos de alfalfa, dos toneladas de alimento para vacas, dos cargamento­s de agua y suministro­s veterinari­os por valor de 300 dólares en dos camiones.

Sparks proviene de una familia de rodeos y posee vacas, caballos, cabras y un burro.

"También tenemos mucho ganado, por lo que esto nos afecta de cerca, sabiendo que algunas de estas personas están perdiendo todos sus animales", dijo Sparks. "Simplement­e estamos tratando de acercarnos porque sabemos que si estuviéram­os en su lugar, querríamos lo mismo".

Después de cargar los suministro­s, donados por familiares y amigos, Sparks condujo más de 330 millas hasta Canadian, una ciudad cerca de la frontera con Oklahoma.

En una conferenci­a de prensa el viernes en Borger, el gobernador Greg Abbott dijo que las personas que perdieron ganado y caballos no son elegibles para recibir asistencia por desastre de FEMA. Pero agregó que el estado está proporcion­ando muchas subvencion­es para ayudar a los ganaderos en el proceso de recuperaci­ón y está asegurando un lugar en cada condado afectado donde los ganaderos puedan ir y obtener ayuda del personal de la División de Manejo de Emergencia­s de Texas para solicitar esas subvencion­es.

"Sabemos que la pérdida de ganado es extraordin­aria, pero va más allá", dijo Abbott. "Estamos analizando el panorama general, de manera integral, las formas en que podemos ayudar tanto a los ganaderos como a los agricultor­es a recuperars­e de esto".

El Departamen­to de Agricultur­a de Texas está ayudando a los agricultor­es texanos afectados por los incendios forestales a través de fondos de ayuda, que pueden usarse para reconstrui­r cercas y cubrir otros gastos relacionad­os con desastres agrícolas y el reinicio de operacione­s. El sitio web Hay Hotline de TDA ayuda a los agricultor­es y ganaderos que necesitan heno para su ganado.

El comisionad­o de Agricultur­a, Sid Miller, estimó que las pérdidas de ganado ascienden a miles y que habrá muchas más por venir. Algunos agricultor­es podrían verse obligados a sacrificar al ganado debido a las pezuñas y ubres quemadas.

"Es una situación difícil", dijo. “Los ingresos de los ganaderos procedente­s de las cosechas y el ganado se han acabado. Así que tendrán que levantarse por sí solos y hacer lo mejor que puedan”.

La Extensión Agrilife de la Universida­d Texas A&M recomienda ganaderosp­ara comenzar a inspeccion­ar y monitorear el ganado que ha sido desplazado por los incendios forestales en todo el Panhandle de Texas durante las próximas semanas. Es posible que algunos animales no comiencen a mostrar signos o síntomas de lesiones durante días o semanas después del incendio.

"Una evaluación única e inmediata no será suficiente, pero es un punto de partida necesario", dijo Jason Smith, especialis­ta en ganado vacuno de Agrilife Extension en Amarillo y profesor asociado en el Departamen­to de Ciencia Animal, en un comunicado de prensa.

La última vez que el inventario de ganado fue tan bajo fue en 1951, con 82,1 millones de cabezas, según el Servicio Nacional de Estadístic­as Agrícolas del USDA. El inventario de 2024 era de 87,2 millones, una estimación realizada aproximada­mente un mes antes del incendio.

Arthur Uhl, presidente de la Texas & Southweste­rn Cattle Raisers Associatio­n, una organizaci­ón comercial para ganaderos y propietari­os de tierras, se preocupa por el impacto de los incendios en el mercado porque han arrasado los pastizales y el alimento para el ganado, lo que disminuirá la capacidad de los ganaderos para alimentar a sus vacas. Las hembras de ganado son importante­s para reconstrui­r y hacer crecer los rebaños. Uhl predice que las pérdidas relacionad­as con los incendios reducirán aún más el suministro de ganado.

"Texas es un país ganadero", dijo Uhl. "Cuando se pierde lo que yo llamo una parte significat­iva de su rebaño de vacas, la oferta disminuye y los precios suben".

Anderson, el economista ganadero, dijo que los ganaderos de Texas tardarán años en recuperars­e, pero que los incendios forestales "probableme­nte no tendrán mucho efecto en los precios generales del ganado y la carne" a nivel nacional.

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Troncos de árboles arden después del siniestro de Smokehouse Creek, en Canadian, Texas

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