Buscan proteger floración de árboles de manzana

- Cambio climático hace que teman más al calor que al frío

Cuauhtémoc, Chih.- Fruticultores de Cuauhtémoc y su región se están reparando para proteger la floración en los árboles durante el periodo de heladas tardías, señaló el presidente de la Asociación de Manzaneros, Alejandro Bordas Beltrán, quien sin embargo dijo que por el cambio climático existe más temor al intenso calor que al frío.

El líder del sector manzanero expresó que a partir del 15 de marzo comienza a darse la floración en variedades tempranas en Cuauhtémoc y a partir de ahí estará avanzando en otras variedades en distintos municipios de esta región, como lo son Guerrero, Namiquipa y Bachíniva.

Al mismo tiempo aún se pueden presentar heladas durante las noches y madrugadas, periodo al que se le conoce como heladas tardías, que pueden congelar la flor y provocar pérdidas en la producción del año.

Dijo que ante ello los productores se están preparando para realizar lo que saben hacer y combatir el frío con diversos métodos, como uso de riegos, abanicos y como alternativa final en casos de heladas fuertes y prolongadas, quema de leña o diésel.

Sin embargo, Alejandro Bordas enfatizó que en los últimos años el calentamiento global está cambiando la dinámica de protección de la producción en temporada de floración, ya que el intenso calor y días soleados sin lluvia, se han convertido en un problema mayor que el mismo frío nocturno.

Abundó que estas condiciones soleadas y de calor extremo pueden resecar la flor y provocar que aborte, lo que significa que no se va a convertir en fruta en las próximas semanas.

Es por ello que están buscando métodos para adelantar la floración algunas semanas. ''No nos importaría tener más días de heladas y trabajar más en proteger del frío a la flor, con tal de evitar el intenso calor que sería más difícil de combatir'', expresó.

Agregó que este aumento de las temperaturas, incide también en que se esperen menos heladas tardías y con una intensidad baja, por lo que podrían ser controladas con métodos ecológicos como riego y uso de abanicos, sin llegar a la quema de combustibles.