¡Lucha contra los calambres!
Para minimizar al máximo su aparición hay que consumir productos ricos en potasio en todo momento, no sólo cuando se vaya a hacer alguna actividad física
Ejercitarse implica un desgaste físico y correr no escapa a ello. Además del cansancio y la deshidratación, que son reacciones normales a una rutina de running, los calambres son otra manifestación del organismo, aunque se pueden evitar.
Esta sensación aguda de dolor es causada por un espasmo involuntario del músculo, no es consecuencia solo de una mala postura, un deficiente calentamiento o un gran esfuerzo durante el entrenamiento, también puede producirse por la pérdida de líquidos y sales minerales.
En el caso de los corredores se manifiesta más en la parte superior de la pierna.
Para minimizar al máximo su aparición hay que consumir productos ricos en potasio en todo momento, no sólo cuando se vaya a hacer alguna actividad física -ya que este mineral se pierde al transpirar debido al entrenamientosino porque son requerimientos del organismo.
Un calambre no necesariamente se presenta al ejercitarse ni se evita solo con consumir alimentos con potasio, lo que tampoco hace que las molestias desaparezcan como por arte de magia.
No basta con comer plátano o jitomate crudo con sal, alimentos ricos en este mineral.
“Este tipo de acontecimientos (calambres) se manifiestan cuando hay un esfuerzo, pero se presentan en ocasiones finalizada la actividad deportiva o en el transcurso de la noche. Su manifestación es atribuida a una gran pérdida de líquidos corporales por la sudoración, lo cuales contienen minerales como el sodio y el potasio, que interviene en los impulsos eléctricos que producen los movimientos musculares”, explica Víctor Jiménez, licenciado en Nutrición.
“Otra causa es la fatiga muscular tras un esfuerzo muy intenso o un entrenamiento de larga duración, así como la falta de elasticidad y calentamiento previo a una sesión de entrenamiento, factores que predisponen a sufrir estos eventos, ya que generan falta de control en los sensores musculares generando una contracción sostenida y dolorosa de la masa muscular”, añade el nutriólogo.
El sodio y el potasio son minerales básicos de los electrolitos, sustancias presentes en la sangre y otros líquidos corporales que llevan una carga eléctrica.