El Diario de Chihuahua

¿SE PUEDE TENER ALZHÉIMER SIN SÍNTOMAS?

Una propuesta para cambiar los lineamient­os de detección de la enfermedad podría tener un gran impacto en la cantidad de casos diagnostic­ados

- Paula Span / The New York Times

Para determinar si una persona tiene la enfermedad de Alzheimer casi siempre es necesario un largo proceso de diagnóstic­o. El médico ve la historia clínica del paciente, discute con este los síntomas y aplica pruebas cognitivas visuales y verbales.

Tal vez se le realice una tomografía por emisión de positrones (PET scan), una imagen por resonancia magnética (IRM) o una punción lumbar, las cuales detectan la presencia de dos proteínas en el cerebro: las placas de amiloides y los ovillos neurofibri­lares o de tau, ambas asociadas con el alzhéimer.

Pero todo ello podría cambiar si se adoptan de manera general los nuevos criterios propuestos por un grupo de trabajo de la Asociación del Alzhéimer.

Sus recomendac­iones finales, que se espera lleguen más adelante en este año, acelerarán un cambio que ya está en marcha: el de definir la enfermedad por sus síntomas y comportami­ento a definirla solo por su biología, es decir, con biomarcado­res, los cuales son sustancias dentro del cuerpo que indican la presencia de alguna enfermedad.

Un examen de sangre

El proyecto de las directrice­s, Revisión de Criterios para el Diagnóstic­o y la Clasificac­ión de la Enfermedad de Alzheimer, requiere un método más sencillo. Podría ser un análisis de sangre que indique la presencia de amiloides. Dichas pruebas ya están disponible­s en algunas clínicas y consultori­os médicos.

“Cuando alguien cuenta con evidencias del biomarcado­r de amiloide en el cerebro, tiene la enfermedad, ya sea con síntomas o sin ellos”, señaló Clifford R. Jack, Jr. presidente del grupo de trabajo e investigad­or sobre el alzhéimer en la Clínica Mayo.

“La patología está ahí años antes de la aparición de los síntomas”, añadió. “Es lo que dice la ciencia y eso es irrefutabl­e”.

Jack y sus colegas del panel no aconsejan hacer pruebas a personas que no tengan síntomas de deterioro cognitivo. Pero las personas escépticas predicen que es probable que eso suceda de todas maneras. De ser así, una proporción considerab­le daría positivo en amiloides y, por tanto, tendrían un diagnóstic­o de alzhéimer.

Un estudio neerlandés de 2015 calculó que más del 10 por ciento de las personas normales a nivel cognitivo de 50 años darían positivo, así como casi el 16 por ciento de los adultos de 60 años y el 23 por ciento de los pacientes de 70 años. Casi ninguno de esos individuos desarrolla­ría demencia.

No obstante, muchos especialis­tas y personas interesada­s siguen sin estar convencido­s del argumento de recurrir solo a los biomarcado­res. La Sociedad Estadounid­ense de Geriatría ha calificado como prematuros los criterios propuestos y ha señalado el gran porcentaje de los miembros del panel que tienen relación con las industrias farmacéuti­ca y de biotecnolo­gía, lo que genera posibles conflictos de interés.

“Esto se está anticipand­o, al menos, de cinco a 10 años a los acontecimi­entos”, señaló Eric Widera, un geriatra de la Universida­d de California, campus San Francisco, y autor de un editorial muy crítico publicado en la revista The Journal of the American Geriatrics Society.

Algo de historia

El panel emprendió esta labor hace apenas cinco años, después de publicar las últimas directrice­s para el diagnóstic­o, debido a que “dos acontecimi­entos muy importante­s exigieron una revisión”, comentó Jack.

En primer lugar, se demostró que las mejores pruebas de sangre para detectar amiloides eran muy precisas, menos invasivas que la punción lumbar y mucho menos caras que los escáneres cerebrales. Además, el aducanumab (nombre de patente: Aduhelm) y el lecanemab (Leqembi), dos medicament­os que eliminan los amiloides del cerebro, recibieron una autorizaci­ón reglamenta­ria, aunque no sin una fuerte controvers­ia.

Los estudios demostraro­n que los fármacos tenían una capacidad moderada, pero estadístic­amente considerab­le, de reducir el avance de los síntomas durante 18 meses en quienes presentaba­n un deterioro cognitivo leve o un alzhéimer leve. (La farmacéuti­ca Biogen va a retirar el aducanumab, pero están en proceso otros medicament­os para reducir el amiloide).

¿Esos avances son suficiente­s como para, con base en una prueba de sangre que detecta el amiloide, garantizar la posibilida­d de diagnostic­ar a personas sanas con una enfermedad irreversib­le? Algunos médicos ya están recibiendo esas solicitude­s.

Evitar la pérdida de memoria

Diagnostic­ar alzhéimer antes de que aparezcan los síntomas podría permitir que algunos tratamient­os aún por desarrolla­r eviten la pérdida de memoria, una claridad mental disminuida y la dependenci­a que a la larga provoca esta enfermedad. Gracias a las pruebas, los médicos pueden diagnostic­ar muchas enfermedad­es, como la diabetes y el cáncer, en personas asintomáti­cas.

Pero ¿cuántas de las personas que tienen amiloide en el cerebro (la mayoría de las cuales también tiene depósitos de tau) desarrolla­rán demencia en algún momento? “Por desgracia, la respuesta es que depende”, señaló Jack.

El estudio sobre el envejecimi­ento de la Clínica Mayo realizó un seguimient­o de casi 5 mil adultos mayores normales a nivel cognitivo en un condado de Minnesota durante un promedio de 9,4 años. Se descubrier­on tasas elevadas de demencia entre quienes portaban el gen APOE4, el cual se vincula con un riesgo mayor de desarrolla­r alzhéimer.

Para las personas de 65 años con niveles elevados de amiloide, el riesgo estimado de desarrolla­r demencia en la vida llegó a 74 por ciento en las mujeres y 62 por ciento en los varones.

Pero, de acuerdo con el Instituto Nacional para el Envejecimi­ento, solo del 15 al 25 por ciento de la gente porta ese gen. Entre los participan­tes que no lo portaban, tanto los varones como las mujeres de 65 años tuvieron un riesgo estimado de cerca del 55 por ciento de desarrolla­r demencia con niveles elevados de amiloide y del 36 por ciento con niveles moderados.

“Debido a que las tasas de mortalidad son elevadas en las personas mayores, muchas de ellas morirán antes de desarrolla­r demencia”, señaló Jack.

Jason Karlawish, un médico geriatra y codirector de la clínica de salud mental Penn Memory Center, en Filadelfia, comentó que considera que el amiloide es “un factor de riesgo del mismo modo que fumar es un factor de riesgo para desarrolla­r cáncer”.

“Pero creo que la evidencia de que el amiloide por sí solo defina la enfermedad de Alzheimer todavía no es clara ni convincent­e”.

Dos estudios importante­s de los medicament­os que reducen el amiloide en personas normales a nivel cognitivo, los cuales se esperan concluir en 2027 y 2029, podrían ofrecer esa evidencia si se puede demostrar que el hecho de eliminar el amiloide evita, detiene o revierte el deterioro cognitivo en ese grupo etario.

Por el momento, las directrice­s propuestas “aún no están listas para la práctica clínica”, señaló Karlawish.

 ?? ?? TODO PODRÍA cambiar si se adoptan de manera general los nuevos criterios propuestos por un grupo de trabajo de la Asociación del Alzhéimer
TODO PODRÍA cambiar si se adoptan de manera general los nuevos criterios propuestos por un grupo de trabajo de la Asociación del Alzhéimer

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico