Y LA ALFOMBRA DE LOS OSCAR VUELVE... A SER ROJA
Después de que el año pasado la alfombra roja de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas pusiera patas arriba los cimientos de la tradición de Hollywood –fue de color champán–, la Academia reveló el miércoles que este año volvería al rojo tradicional.
Lisa Love, asesora creativa de la alfombra roja de los Oscar, explicó a The New York Times que el cambio de color fue necesario para evitar un choque cromático.
Tras considerar inicialmente una alfombra marrón chocolate, se decantaron por el color champán, que, junto a la carpa siena, “se inspiraba en contemplar la puesta de sol en una playa de arena blanca en la ‘hora dorada’ con una copa de champán en la mano, evocando calma y tranquilidad”, declaró al Times.
Love reconoció en la entrevista que la casa de 50 mil metros cuadrados, que daba muchas vibraciones de “¡casa de zapatos!”, podría ser un reto para mantenerla limpia.
“Probablemente se ensuciará; quizá no fue la mejor elección”, dijo Love en su momento. “Ya veremos”. (Efectivamente, llovió mucho, y los comentaristas en línea también cuestionaron la decisión).
La alfombra champán del año pasado –la primera vez en más de seis décadas que la alfombra de llegada de la Academia no era roja– formaba parte de una tendencia de alfombras de colores que ha arrasado en estrenos, galas y entregas de premios en todo el país en los últimos años. Véase la de los Emmy (gris) y la del estreno mundial de “Barbie” en Los Angeles en julio (rosa, obviamente).
Las alfombras rojas han sido un elemento básico en estrenos y galas desde 1922, cuando el showman Sid Grauman desplegó una para el estreno de “Robin Hood””, protagonizada por Douglas Fairbanks, en el Egyptian Theater de Hollywood.