El Diario de Chihuahua

Desbordan calles y plantan bandera

- Selene Velasco / Viridiana Martínez / Andrea Ahedo / Agencia Reforma

Ciudad de México— Una ola violeta desbordó el transporte público, avenidas de acceso al Centro Histórico y la plancha del Zócalo en la marcha del 8 de marzo por el Día de la Mujer.

El Gobierno capitalino calculó en 180 mil la asistencia y la calificó de cifra récord pero el flujo constante de manifestan­tes desde la mañana hasta después de las 20:00 horas copó las arterias de la zona.

Fue una manifestac­ión en la que prevaleció el reclamo por justicia ante la violencia machista a la vez que destacó el júbilo por ocupar las calles y manifestar­se libremente.

Ya en el Zócalo, un grupo de mujeres plantó a las 17:49 horas una bandera, ante la ausencia del lábaro oficial en el asta monumental.

Las manifestan­tes brincaron, bailaron y se arrojaron diamantina durante la movilizaci­ón junto con la exhibición de pancartas de exigencia.

Mujeres de distintas generacion­es, familiares de víctimas de feminicidi­o, padres de personas desapareci­das cimbraron por más de nueve horas el Centro de la Ciudad.

Desde la mañanaande­nes y vagones del Metro lucían abarrotado­s por las asistentes que se dirigían hacia los puntos de concentrac­ión, como la Glorieta de las Mujeres que Luchan, el Ángel de la Independen­cia y el Monumento a la Revolución.

“(Es una marcha) bastante poderosa, emotiva por la energía de las chicas, las consignas, mucha euforia, pero es triste que se marche por mucha violencia, desapareci­das, asesinadas; hay mucha alegría en los contingent­es pero atrás hay mucho dolor”, subrayó Sandra González.

A las 12:25 horas comenzaron a arribar los primeros contingent­es al Zócalo y la oleada se iría incrementa­ndo en las siguientes horas, pese a las altas temperatur­as que se registraro­n y que se reflejaron en las 112 atenciones a civiles y 52 a policías por insolación. Los últimos grupos ingresaron a la Plaza de la Constituci­ón hacia las 19:30 horas.

Guadalupe asistió por primera vez a la megamanife­stación y se conmovió al observar a una de sus hijas, de 8 años de edad, gritar.

“Vengo para exigir justicia, mi amiga Michelle hace ocho años la mataron y fue un feminicidi­o que quedó como si fuera un asalto, creo que tenía un deber social”, contó.

Los reclamos fueron múltiples. Los que venían de mujeres desapareci­das, los de familiares y amigas de víctimas de feminicidi­o, los de madres que han vivido violencia vicaria.

A diferencia de años anteriores, el agrupamien­to Atenea de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) se mantuvo desplegado sólo en algunos puntos, lo que mantuvo los conatos de enfrentami­ento como eventos aislados.

En la mayoría de las ciudades del país también se realizaron movilizaci­ones multitudin­arias con la misma exigencia: frenar la violencia machista.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico