¿Hizo el nearshoring el milagrito?
Ciudad Juárez.- Se dice en algunos círculos, que México ya alcanzó a China, que el nearshoring ya nos hizo el milagro y que ciudades como Juárez, “ya están del otro lado”, pero eso es algo inexacto y hasta cierto punto mentiroso.
Aunque no es un ejemplo de democracia ni de respeto a las libertades, China es la segunda economía del mundo, solo después de la norteamericana. Es, además, un exportador de productos manufacturados de marcas propias, y cuenta con una industria nacional fuerte que compite con el resto del mundo.
México, sin embargo, es un gran exportador, pero la verdad es que la mayoría son bienes propiedad de otras naciones vía maquiladoras y está muy lejos de contar con la base de empresas proveedoras que pudieran ayudarle a darle alcance a China.
El Producto Interno Bruto de China, es de 17.9 billones de dólares, mientras que el de México es de 1.4 billones, es decir, la economía asiática es 12 veces más grande que la nuestra, para empezar.
Si bien el nearshoring, que es la relocalización de empresas norteamericanas cerca de sus socios comerciales, es un fenómeno que lleva ya unos cinco años en auge, no es ni la panacea ni nos va a resolver los problemas económicos que tenemos como nación.
Este fenómeno puede traer operaciones a las principales ciudades como Juárez, Tijuana, Monterrey o Guadalajara, pero, así como llegan las empresas, si es que se ha dado parejo, también llegan una serie de problemas, como encarecimiento de la tierra para todos los usos y el desgaste de materias primas como el agua.
Pero ya escuchamos a muchas personas, enamorar con el canto de las sirenas con este tema.
En algunos eventos de tipo empresarial, se escucha decir que es el momento mexicano, que ya alcanzamos o rebasamos a China, y otra serie de mitos repetidos mil veces.
La verdad es que es necesario que exista una política industrial para Ciudad Juárez, para el estado de Chihuahua, pero sobre todo para México y aprovechar las olas de inversiones que pueden venir.
Pero esto debe hacerse con una estrategia de desarrollo de recursos humanos, no solo para atraer y anclar empresas, sino para permitir que nuestra propia población, sobre todo los jóvenes egresados, tengan la oportunidad de quedarse en sus lugares de origen y proteger el talento con el que contamos y no se conviertan en parte de la fuga de cerebros.
Por otra parte, hay que mencionar que China vive actualmente una serie de problemas que le van a complicar el panorama como nación en la próxima década, como por ejemplo la caída en su tasa de natalidad, la deuda nacional creciente, los problemas en el sector inmobiliario, entre otros.
Decir que China es una potencia, no significa que como destino para vivir sea una opción atractiva; allá, la población vive controlada por su gobierno tanto en su actuar como su pensar. Vaya, hasta la forma en que gastan su dinero es vigilado por los agentes gubernamentales.
No obstante, su apertura económica hacia el modelo capitalista, les brindó la oportunidad de acceder a tecnología y formas de negocio que el comunismo le tenía vedado y aprovecharon el cambio.
De haber continuado con el modelo empobrecedor de Mao Zedong, la historia sería otra, así que los chinos le deben mucho de su éxito al capitalismo.
Así que hoy, son la segunda potencia del mundo y mucho de ello se debe a que desarrollaron su propia industria, sus propias marcas, su sistema monetario y supieron invertir en ciencia y tecnología, como lo marcan los cánones impulsados por Adam Smith, John Maynard Keynes o Milton Friedman.
Las principales ciudades mexicanas y algunas entidades, pueden muy bien trabajar en algo similar, es decir, desarrollar mano de obra especializada, marcas, patentes, proveedores alrededor de grandes plantas y aprovechar el momento del nearshoring, pero no es algo que se realiza de la noche a la mañana.
En el caso de Ciudad Juárez, lleva cierta ventaja, pero esta urbe tiene sus propios problemas, como la falta de infraestructura, la violencia, la fuga de talento, que ralentizan los esfuerzos. No obstante, están ahí en las grandes universidades públicas, y en las propias plantas existentes, principalmente.
Lo mismo puede decirse del estado de Chihuahua, que lleva un trabajo adelantado en este tema, igual se puede decir de Nuevo León, Jalisco o Baja California Norte, pero no es algo generalizado a nivel nacional.
Los esfuerzos están, en muchos casos son visibles, pero de eso a decir que el nearshoring ya nos hizo el milagrito y que lo estamos aprovechando muy bien, es otra cosa.
El crecimiento de las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos y Canadá, se deben en gran medida a una estrategia más de estos países, que nuestra.