Y EL OSCAR ES PARA...
Después de favorecer a películas con entradas ‘pobres’ en el cine, la Academia considera producciones como ‘Oppenheimer’ y ‘Barbie’, grandes recaudadoras en la taquilla
Nueva York — Los Oscar harán hoy algo que no han hecho en mucho tiempo: Entregar su máximo galardón a un éxito de taquilla.
Después de años de favorecer a películas más pequeñas como “La forma del agua” y “Nomadland”, la clara favorita a mejor película “Oppenheimer” –con poco menos de mil millones de dólares en entradas vendidas– está rodando a vapor hacia el tipo de dominio de las grandes películas que los premios de la Academia no ha visto en dos décadas.
Hay que remontarse a “Argo” (2012), de Ben Affleck, para encontrar una ganadora a la mejor película que haya recaudado más de 100 millones de dólares a nivel nacional. Los gustos de los votantes de la Academia han favorecido en gran medida a películas más pequeñas producidas de forma independiente como “Moonlight”, “Nomadland” y “CODA”, un lanzamiento de Apple sin ninguna recaudación en Norteamérica. El año pasado, la película independiente “Todo a la vez en todas partes”, muy poco oscarizada, fue la gran perdedora de la temporada de premios hasta que se convirtió en un improbable peso pesado de la Academia.
Pero ni siquiera “Argo”, que se llevó tres Oscar tras recaudar 232,3 millones de dólares en todo el mundo con un presupuesto de 44,5 millones, es un corolario de “Oppenheimer”.
‘Titanic’, la más vista
Históricamente, cuando en los Oscar compiten películas más vistas, el número de espectadores es mayor. La película más vista de todos los tiempos fue “Titanic”, que se llevó 11 trofeos en 1998. Unos 57,3 millones de espectadores vieron a James Cameron declarar “¡Soy el rey del mundo!”.
Este año, no hay una, sino dos superproducciones multimillonarias en la lista de los Oscar, “Oppenheimer” y “Barbie”, lo que aumenta las esperanzas de una retransmisión que en los últimos años se ha acercado a un tercio de la audiencia del año de “Titanic”.
A veces se exagera hasta qué punto influye en los índices de audiencia de los Oscar el hecho de tener una superproducción a la que apoyar. Los factores más significativos suelen ser a largo plazo, como el declive de la televisión lineal y la fragmentación general de la cultura pop. Las fluctuaciones interanuales suelen ser menos drásticas. En 2005, el número de espectadores de “Million Dollar Baby” de Clint Eastwood (42.1 millones) fue casi el mismo que el de “El retorno del rey” (43.5 millones).
Sin embargo, “Barbenheimer” fue un fenómeno poco común, que los Oscar –que otorgaron 21 nominaciones a las dos películas– no dudaron en aceptar. Sobre todo porque el éxito de las dos películas contrasta fuertemente con la situación actual de la mayoría de la industria cinematográfica.
Ambas películas se estrenaron justo cuando los actores se declararon en huelga y consumieron la industria en una prolongada batalla sobre el streaming, la inteligencia artificial y el futuro del negocio.
Más que eso, “Oppenheimer” representa un tipo de cine que muchos temen cada vez más obsoleto en un Hollywood que lucha por encontrar su camino en medio de una contracción generalizada.