TRAZAN 'CARTOGRAFÍA' CEREBRAL
Daniel Ballesteros consiguió mapear el órgano en una imagen titulada "El cerebro azul"
Ciudad de México– Aventurarse por los profundos e intrincados recovecos de un órgano tan complejo como el cerebro humano haría extraviar hasta al más diestro explorador.
Desde la disección anatómica, uno de los recursos más antiguos en educación médica, históricamente se ha intentado comprender mejor aquellas enrevesadas sendas y territorios, mismos que ahora el neurocirujano y experto en fotografía anatómica Daniel Ballesteros consiguió mapear en una imagen titulada "El cerebro azul". "Es un mapa de muy alta definición del cerebro. Ésa es la mejor descripción", afirma en entrevista telefónica el médico lasallista con especialidad en neurocirugía oncológica por la UNAM, autor de esta fascinante serie de capturas que ahora engalanan el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez (Innnmvs).
Develada a finales de febrero, en el marco del 60 aniversario de dicha institución, donde Ballesteros (Ciudad de México, 1991) se desempeña en el Laboratorio de Cirugía Experimental, la singular estampa muestra un encéfalo real seccionado en 17 cortes coronales -con una cara anterior y una posterior-, cada uno de los cuales fue fotografiado un centenar de veces.
"Entonces, esa imagen está constituida por mil 700 fotografías. Obviamente, después se juntaron todos los cortes en el orden que va el cerebro para que se hiciera este gran mural", apunta el médico del Innnmvs sobre esta obra realizada con la técnica de apilamiento de enfoque, o focus stacking, y que de desplegarse cada una de las tomas alcanzaría una dimensión de 5 metros de largo por 70 metros de alto.
"Si nosotros apiláramos cada corte de esos se haría un cerebro completito", agrega el especialista. "Es un formato grande justo para que todo el detalle se pueda apreciar; si fuera más pequeña la fotografía, es más difícil que puedas identificar ciertas cosas".
Respecto a la tonalidad azul Prusia con que fue retratado el órgano, no se trata de un filtro, sino que es producto de un procedimiento denominado "tinción de Mulligan", una serie de reacciones químicas para teñir la sustancia gris y poder diferenciarla de la blanca, explica Ballesteros.
Esto permite distinguir, ilustra el médico, estructuras cerebrales como el tálamo, centro de distribución sensorial de todo el cuerpo, o algunas que se encuentran en la profundidad de la sustancia blanca del encéfalo, como los núcleos -o ganglios- basales: el núcleo caudado, el putamen y el globo pálido.
"Los diferentes núcleos tienen funciones distintas, y es muy importante poderlos localizar", dice Ballesteros, no sólo refiriéndose a la necesidad de los médicos por conocer el sustrato anatómico de la función del cerebro, sino a la precisión con que se realizan procedimientos como la cirugía de estimulación cerebral profunda, que mejora la condición de pacientes con Parkinson al colocar electrodos milimétricos en aquellos ganglios basales.
"Si uno ve un cerebro sin esa tinción, es mucho más difícil que pueda identificar ciertas áreas", añade el médico, quien viajó hasta a Argentina para aprender este procedimiento con el neurocirujano Matías Baldoncini, director del Laboratorio de Neuroanatomía Microquirúrgica en la Universidad de Buenos Aires.
"Ahí es donde hicimos esa obra magna; se gestó allá, y la terminamos aquí". Eso fue durante los meses en que se realizaba la Copa Mundial de Qatar 2022, donde se coronaron campeones Lionel Messi y toda la Scaloneta -la selección argentina dirigida por Lionel Scaloni-, lo cual jamás atestiguó aquel varón argentino de entre 30 y 40 años a quien perteneció el órgano retratado en "El cerebro azul".
El autor de esta fotografía anatómica la ha referido como un tributo a la gentileza de los familiares de ese hombre, quienes permitieron preservar su cerebro para que especialistas en neurociencias puedan ampliar sus conocimientos sobre este órgano que continúa siendo objeto de numerosos estudios para poder descifrarlo a cabalidad.
"El hecho de que podamos estudiar anatómicamente el cerebro nos permite entender mejor esta complejísima situación de cómo nuestro cerebro está conectado (enfoque de una nueva disciplina conocida como conectómica). La base es saber anatomía, anatomía que cada vez se hace más precisa con ayuda de la tecnología.
"Nosotros podemos utilizar este tipo de fotografías de alta definición para hacer mapas, encontrar coincidencias entre un cerebro y otro, y ver, por ejemplo, en un cerebro de un paciente enfermo contra el de uno sano cuáles son las diferencias que pudiera haber anatómicamente", destaca el neurocirujano mexicano.