EXIGEN A CIUDAD FIJAR POSTURA SOBRE ‘TROCAS’ EN PUENTE ‘LIBRE’
El Paso— “Mi mayor sueño es que quiten las ‘trocas’ (tractocamiones y tráileres) del puente ‘Libre’ para que ya no nos estemos enfermando”, dijo el niño Francisco Torres, de siete años de edad y alumno del segundo grado de la Escuela Primaria Frederick Douglass.
Torres formó parte de un grupo de activistas, adheridos a la organización Familias Unidas del Chamizal, quienes exigieron a los representantes de la Ciudad, adoptar una posición sobre el retiro de los camiones en ese puerto de entrada, ahora que el Gobierno federal proyecta actualizar la tecnología, reducir los tiempos de espera y disminuir la contaminación.
A nombre de sus compañeros de clase, y al igual que sus padres y vecinos, el pequeño clamó a las autoridades para que atiendan la problemática mientras exhibía una pancarta con la leyenda “¡Fuera! ¡No trocas!”, con la esperanza de que la lucha comunitaria cristalice en una justicia ambiental.
“Siempre cuando corremos en la materia de educación física nos sentimos cansados y con dolores en los pulmones”, expresó el pequeño Francisco al recordar que en una ocasión uno de sus amigos tuvo que ser llevado al hospital. Denuncia y enfatiza que la presencia de los camiones, “se está llevando nuestra salud y nuestros pulmones. Queremos aire limpio”.
Adentro y en su intervención ante el Cabildo tres integrantes de la agrupación a nombre de decenas de familias afectadas, pidieron a los regidores respuesta a sus demandas, encaminadas al retiro de los tractocamiones que durante años han sido generadores de toneladas de partículas tóxicas e impactado la salud pública de cientos de familias, en especial a niños y personas de la tercera edad.
“Nuestra lucha está enfocada en que quiten las ‘trocas’ del puente ‘Libre’, es cuestión de salud de todos nosotros y nuestros hijos. Toda las mañanas amanecemos con tos, dolor de garganta, gripe y ronquera porque el olor a diésel y el humo que emanan de los camiones se mete a nuestros hogares”, denunció Josefina Lerma, integrante de Familias Unidas del Chamizal, al tiempo que los representantes escuchaban su comentario.
Manifestó que mientras ellos luchan para que la comunidad tenga una mejor calidad de vida y goce de una buena salud, las autoridades se empeñan en proteger los intereses de los hombres de negocios que operan la industria maquiladora en la frontera.
A pesar de que diariamente más de 7 mil personas, asentadas en las inmediaciones del Segundo Barrio, sufren de los efectos de la contaminación al igual que vecindarios colindantes, las autoridades municipales no han tomado cartas en el asunto y lejos de dar respuesta han dado largas. “Sacrifican la salud por el comercio”, denunció.
A mediados del mes de febrero el representante de la Ciudad presentó un punto de acuerdo para revisar la petición de los vecinos, pero por acuerdo del Ayuntamiento fue retirado de la agenda, con seis votos en contra y dos abstenciones decidieron posponer el estudio argumentando que requerían tiempo para revisarlo.
Guillermo Glenn, integrante de la agrupación, lamentó que en esa ocasión haya sido ‘sacada’ de la agenda. “No tomaron ninguna decisión y hoy queremos que la Ciudad tome una decisión, porque es una decisión pública”.
Manifestó que a pesar de la gravedad del asunto nunca se ha hecho un estudio del impacto de la salud que padecen los habitantes de la zona habitacional en mención. Los informes realizados no tienen valor y lejos de ayudar han creado desinformación entre la comunidad.
Visiblemente preocupado mencionó que cientos de personas han padecido durante décadas el bombardeo de los focos de contaminación existentes en los alrededores tanto de hogares como escuelas: “Las ‘trocas’, el ferrocarril, las recicladoras, los incendios y los camiones de la Bowie HS impactan nuestra salud. Es un asunto de salud pública”.
El profesor retirado Javier Miranda, quien se unió a la demanda ciudadana, detalló que en su lucha los vecinos han hecho esfuerzos por educar a la comunidad sobre el ambiente tóxico que está impactando en la salud de los niños.