LA HISTORIA DE CHIHUAHUA EN LA MENTE DE UNA PERSONA
Rubén Beltrán recuerda con gran exactitud los acontecimientos más importantes ocurridos en el estado, parece como si su memoria se trasladara a los hechos y da detalles precisos de nombres, lugares, fechas y cualquier dato por insignificante que parezca
Con 87 años de vida y una memoria casi perfecta, el profesor Rubén Beltrán es el cronista oficial de Chihuahua y esta es su historia.
“Hace 88 años, en Santa Eulalia una mujer de 17 años, de nombre Angelina, morenita muy bonita y un chavalo de 19 que se llamaba Silvestre, tuvieron una cita romántica y un año después llegué yo”, comenta entre risas el profesor Rubén Beltrán, cronista oficial de la ciudad de Chihuahua y una memoria casi perfecta.
Recuerda con gran exactitud los acontecimientos más importantes ocurridos en Chihuahua. parece como si su memoria se trasladara a los hechos y da detalles precisos de nombres, lugares, fechas y cualquier dato por insignificante que parezca.
Asegura que su madre siempre trabajó mucho en las labores de la casa, por eso nunca tuvo una educación muy religiosa, a pesar de ello lo mandaban a la Iglesia, pero él no iba.
Fue testigo de grandes movimientos, entre ellos el de los maestros, y antes de los 30 años, ya era dirigente sindical. Siempre lo motivó enterarse de todo lo que pasaba y documentarlo.
En la Mediateca conserva un gran acervo documental y fotográfico, pero también en casa, donde le gusta compartir algunos de esos recuerdos con la familia.
“Desde hace 40 años tengo la bendición de no tener carro y me encanta caminar y disfrutar de la ciudad”, aseguró el cronista quien hace unos 20 años perdió a su madre, pero antes de morir le hizo un encargo.
“Mijo ya me voy a ir, pero quiero encargarle que cada vez que pase por una Iglesia, entre y salude a la Virgencita María de mi parte”, y así lo ha hecho. Cada vez que pasa por una Iglesia entra y se dirige a dejar los saludos.
En abril del año 2021, enfermó gravemente de Covid-19 y los doctores ya ni se asomaban a la habitación en donde estaba internado. Un día, sin saber rezar, decidió hablar con el Creador como si lo tuviera enfrente “Dios, a mí me gusta mucho la vida, si me das oportunidad de seguir vivo, creo que puedo aguantar un raund más”.
Al siguiente día de la nada entró un doctor que le dijo aunque su caso era muy difícil, él se haría cargo. Al poco rato entró a la habitación uno de sus hijos y le recordó que no estaba sólo y saldrían adelante. Él lo tomó como una respuesta inexplicable a lo que acababa de pedir.
Fue difícil y contra todo pronóstico médico, al cabo de unos meses, logró recuperarse.
Al acudir a la última cita médica, le pidió al doctor que por favor lo autorizara a regresar a su trabajo.
“¿Cuándo quiere regresar?... Mañana mismo ¿si es posible?” respondió el profe.
Toda la vida tuvo la idea de “no creo en lo que no puedas demostrarme”, pero hace poco sus nietos pequeños lo hicieron dudar.
“Abuelo ¿dime quién creó las estrellas y la luna? ¿Quién hizo las semillas para que creciera el árbol de limones del que nos haces limonada?” Por primera vez, al profe, lo dejaron sin palabras y no supo cómo contestar.
“Soy Rubén Beltrán, amo Chihuahua, la vida, mi trabajo y no tengo 87 años. Tengo 3 menos que 90 y aún quiero hacer muchas cosas. Estoy por sacar 5 libros que escribí y pronto se los mostraré”.