Narco causa éxodo en norte de Nuevo León
Habitantes son acosados por ejecuciones, balaceras, secuestros, robos y cobros de piso
Monterrey, Nuevo León— El recrudecimiento de la violencia del crimen organizado ha forzado la salida de miles de habitantes de al menos 10 municipios del norte de Nuevo León y limítrofes con Tamaulipas.
Acosados por ejecuciones, balaceras, secuestros, robos y cobros de piso, decenas de comunidades e, incluso, las cabeceras municipales han registrado una salida de familias constante y silenciosa en los últimos cuatro años, lo que ha generado “pueblos fantasma”, encontró Grupo REFORMA en recorridos por la región.
Los municipios afectados son Doctor Coss, Los Aldamas, Los Herreras, China, Melchor Ocampo y Cerralvo, gobernados por MC, así como Agualeguas, Parás, General Bravo y General Treviño, del PAN.
Funcionarios locales, que manejan listas de apoyos sociales y que pidieron el anonimato por seguridad, reportan que la población ha caído hasta en 80 por ciento en algunos municipios.
La zona colinda con la llamada “frontera chica” de Tamaulipas, un región integrada por cinco municipios ubicada entre Reynosa y Nuevo León, que ha visto un agravamiento de la narcoguerra por el control del territorio y las aduanas mexicanas con Texas para el tráfico de personas, drogas, armas y contrabando.
“Pobres siempre hemos sido”, dijo un habitante que huyó de Los Aldamas, “pero violentos, con drogas, amenazas, balaceras, presiones, eso no, yo por eso me fui”.
Los Aldamas representan uno el caso más dramático de pérdida de población porque mil 407 personas vivían en el municipio en el 2020, según el Inegi, y para este 2024 la cifra ha caído a apenas 300, de acuerdo con funcionarios locales.
Luego de la narcoguerra que sacudió al noreste del país entre el 2010 y el 2012, la población de estos 10 municipios había mostrado una ligera recuperación, pero nuevamente ha caído en los años recientes ante el repunte de la violencia.
Además de Los Aldamas, señalaron las fuentes, los municipios más afectados por el éxodo son Ocampo, que tiene 300 personas, tras perder el 80 por ciento de su población; Parás, que cuenta con 300 residentes, luego de una salida del 67 por ciento, y General Treviño, donde habitan 900 después de una caída del 50 por ciento.
En Doctor Coss, que tiene 900 habitantes, después de perder el 34 por ciento de su población, sicarios incursionaron entre el 26 y 27 de febrero causando ejecuciones, enfrentamientos, quema de autos y daños en edificios públicos, como el Palacio Municipal.
A pesar del dramatismo de las cifras, funcionarios, habitantes y especialistas sostienen que podrían ser mucho más graves.
“Desde que empezó esta guerra sin cuartel”, subrayó un exalcalde, “mucha gente ha desaparecido”.
Junto con el panorama de casas desiertas, en las comunidades se observan negocios cerrados y ranchos vacíos.
Un productor agrícola contó que muchos están vendiendo sus tierras ante la imposibilidad de aprovecharlas y por las invasiones de grupos del crimen organizado.