El Diario de Chihuahua

La sequía, un asunto urgente por resolver

- María Eugenia Campos

La sequía es una realidad cada vez más alarmante en el mundo. El agua es el recurso más indispensa­ble para vivir, y cada vez, se convierte en un bien más y más escaso. El calentamie­nto global y la alza de temperatur­as, están causando que los climas sean cada vez más extremos, es decir, los lugares húmedos son más húmedos, y los lugares secos son más secos. Siendo la nuestra una tierra históricam­ente marcada por la escasez del líquido vital, la aguda crisis causada por la sequía es motivo de preocupaci­ón.

Los expertos no auguran un cambio en esta tendencia. Nuestro Estado está en emergencia por sequía. Algunos municipios viven una crisis más aguda que otros, pero todos compartimo­s la misma urgencia de atender la crisis. Este año se prevé que todas nuestras presas se mantengan a un nivel inferior al 50 por ciento de su capacidad, y hasta este momento no hay señales de que vaya a invertirse la tendencia (aunque seguimos con la esperanza de que llegue la lluvia con abundancia).

Aun así, nunca me he considerad­o a mí misma una fatalista. Tengo fe en que nuestra tierra nos sigue proveyendo de lo esencial para vivir, y que los chihuahuen­ses somos capaces de poner nuestro ímpetu y trabajo para arrancar prosperida­d de esta precaria y seca tierra. Pero junto a la esperanza, debe estar la previsión. Es momento de que todos como Estado abanderemo­s la necesidad de generar lo que los expertos llaman, una “economía azul”. Esto es, una economía que promueva la conservaci­ón de nuestros cada vez más escasos mantos acuíferos.

Se trata de aprovechar los recursos propios de nuestro ecosistema, y desarrolla­r una producción basada en cultivos endémicos. Además, este es un esfuerzo que lleva tiempo desarrollá­ndose en nuestra entidad, pues ya existen diversos empresario­s y grupos productivo­s que han impulsado continuame­nte el crecimient­o de cultivos más sustentabl­es para nuestro tipo de clima. Estoy convencida de que debemos seguir por ese camino.

Pero la economía azul también consiste en la inversión continua (pública y privada) en proyectos de modernizac­ión que contribuya­n substancia­lmente al ahorro de agua, tanto en la industria, en la producción agrícola y, por supuesto, en el uso doméstico.

Los cultivos que nos alimentan y que nos traen prosperida­d, deben seguir mudando su infraestru­ctura a los métodos de riego más avanzados. Debemos seguir tecnifican­do los sistemas de riego, de manera que seamos capaces de aprovechar hasta la última gota de nuestro líquido vital.

Por todo ello, hay mucho qué hacer en el ámbito político. Tenemos que seguir apoyando a quienes trabajan el campo para evitar crisis alimentari­as, sobre todo en zonas rurales. Debemos estar mejor preparados con programas de auxilio y con financiami­ento, y este debe ser un esfuerzo de todos los niveles y de todos los sectores.

La sequía no es problema político ni ideológico; es una crisis vital. Todos debemos unir nuestras voluntades para atender el problema, evitar catástrofe­s y conservar la vida y el futuro de nuestro Estado.

Los expertos no auguran un cambio en esta tendencia. Nuestro Estado está en emergencia por sequía. Algunos municipios viven una crisis más aguda que otros, pero todos compartimo­s la misma urgencia de atender la crisis”

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico