Retrata juventud al límite
El documental ‘The Last Year of Darkness’ expone la escena fiestera underground de Chengdu, al suroeste de China; disponible en Mubi
Ciudad de México— Irse de fiesta también es un trabajo y el cineasta Ben Mullinkosson lo hizo relicgiosamente
durante cientos de días hasta obtener más de 600 horas de material, con el que confeccionaría ‘The Last Year of Darkness’.
Su aclamado documental retrata la escena fiestera underground de Chengdu, al suroeste de China, bajo cuyas luces neón y música tecno las más variadas personas aceptaron mostrarse con todas sus cicatrices emocionales y crisis.
“A las 22:00 estaban todos arreglándose. Filmábamos toda la noche y los protagonistas acababan enamorados, vomitando, jodidos, pensando en el sentido de la vida de camino a casa a las 10:00”, dice Mullinkosson en un encuentro con medios.
La película, disponible en la plataforma de streaming Mubi, tiene como eje un antro llamado Funky Town, que concentró a la variopinta y vibrante juventud de Chengdu hasta que la modernidad lo derribó.
“Desde que filmamos (de 2018 a 2020), Chengdu ha cambiado mucho. El Funky Town que conocimos y amamos ya no existe, ahora es una cafetería elegante y bar de vinos”, lamenta.
El realizador piensa que, a un nivel muy básico, su largometraje tiende convergencias con Kids, aquel polémico filme de Larry Clark de 1995, sobre una juventud perdida de Estados Unidos.
“Amo esa película. Se siente muy real. Vemos a esos patinadores el grupos de amigos hablando cosas aleatorias, pero aún así se siente que hay una narrativa”.
Mullinkosson puso su mirada en Yihao, una inquieta artista drag; Kimberly, una músico con tendencia al drama; “647”, un DJ amante del hip-hop; y Gennady, un migrante ruso organizador de fiestas.
Todos se aferran a algo y escapan de sus problemas para cobijarse con la oscuridad, pero la noche, desafortunadamente, tiene un principio y un fin.
“Kimberly tiene depresión y filmamos una pelea muy emocional con su novio. Al inicio, no quería que la mostráramos, pero después, dijo: ‘Si Yihao es la drag queen, yo soy la drama queen’”.
Conseguir momentos valiosos a cámara era una ruleta rusa, pues a veces, tras horas de filmar y emborracharse, lo único que valía la pena, dice Mullinkosson, eran los últimos cinco minutos del material captado.
“Un cineasta mexicano, Carlos Reygadas, dijo una vez, en una entrevista que me gustó mucho, ‘Cuando haces una película, es como compartir algo con el mundo’.
“Para mí, The Last Year of Darkness es mi manera de decir: ‘Miren lo locos que están mis amigos y cuán viva está Chengdu”.