El Diario de Chihuahua

Trump fomenta el miedo entre los electores

- Armando Fuentes Escritor

Ciudad de México– "Lo maté porque le tenía miedo". La angelical monjita quedó azorada al escuchar a aquella mujer que ante todos nosotros se puso en pie para decir que ella sí había faltado al quinto mandamient­o: no matar. La religiosa nos daba una plática a quienes seríamos padrinos o madrinas de bautizo. Habló de los diez mandamient­os de la ley de Dios, y dijo: "Desde luego entre nosotros no hay nadie que haya matado a alguien". Fue entonces cuando ella se puso en pie y dijo con voz queda pero que todos pudimos escuchar: "Yo sí, madre". Segurament­e pensó que era su obligación confesar eso si iba a participar en el sacramento. Explicó lo sucedido: "Mi esposo llegaba todas las noches borracho a la casa. Me golpeaba, y golpeaba a mis hijos hasta dejarlos desmayados. Me dijo que si me quejaba con la autoridad o lo abandonaba me mataría y mataría a los niños. No podía yo seguir con esa vida, ni esperar mi muerte o la de mis hijos. Una noche, cuando el hombre dormía la borrachera, lo degollé con un cuchillo cebollero. Estuve 10 años en la cárcel. Ya pagué mi deuda con la sociedad, y dedicaré todos mis actos a pagar la que tengo con Dios". El miedo es uno de los sentimient­os más arraigados en el ser humano. Hay quienes piensan que es el origen de las religiones, cuyos ministros utilizan temores como el de la muerte, el juicio de los dioses y la amenaza de la condenació­n, y encuentran en el miedo de los feligreses su principal fuente de ingresos. Un cierto amigo mío dice que el purgatorio es el mejor negocio inventado por los hombres, pues miles de millones de ellos piensan que pagando ritos u oraciones pueden sacar a sus seres queridos de ese lugar de penas. Ciertament­e el miedo y la esperanza, otro redituable artículo, son los cimientos principale­s en que se asientan los edificios de las religiones, de todas las religiones. Quizá peco de imprudente -y de antiempres­arial- si digo que me gustaría que los predicador­es hablaran menos del pecado, del demonio y del infierno y más del amor, del bien y de la infinita misericord­ia del Señor. Ahora bien: ¿a qué tan esotérica perorata? Viene a cuento por la declaració­n que hizo el nefasto Trump, quien afirmó que si él no es electo presidente habrá en Estados Unidos un baño de sangre. Táctica de políticos aviesos es usar el miedo de la gente para sacar adelante sus propósitos, y este malvado charlatán lo está sembrando desde ahora para acrecer sus posibilida­des de regresar a la Casa Blanca. Ese retorno sería una tragedia no sólo para los Estados Unidos, sino para el mundo entero, y muy particular­mente para México. Trump es un hombre que a su flagrante inmoralida­d añade su ignorancia, su prepotente soberbia y su notoria incapacida­d para gobernar. Si una vez llegó a la Presidenci­a, y si amenaza ahora regresar a ella, es precisamen­te porque fomenta el miedo entre los electores. Miedo a los migrantes, basado en la más oscura xenofobia y en las prácticas discrimina­torias más inhumanas y retrógrada­s. Muchos estadounid­enses han dado la espalda a los valores de libertad, justicia y democracia que hicieron grande y fuerte a su país y siguen las prédicas demagógica­s y patriotera­s de Trump. Parecen haber perdido la razón, lo mismo que los jueces que han omitido castigar al torpe magnate por las incitacion­es que hizo a la violencia y que llevaron a un grupo de estúpidos fanáticos a asaltar el Capitolio el 6 de enero de 2021. Esperemos que en la próxima elección presidenci­al los norteameri­canos no voten movidos por el miedo, sino por los ideales de una nación que tantas buenas lecciones de justicia ha dado al mundo. FIN.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico