ESTÁ DETENIDA LA PLATAFORMA CENTINELA
- Presidencia de Nuevo Casas Grandes se niega a entregar las instalaciones del C-4 para que opere el centro inteligente de monitoreo y emergencias
Nuevo Casas Grandes.- El Sistema de Vigilancia de la Plataforma Centinela cumple ya un año que empezó a instalarse aquí en Nuevo Casas Grandes y pese a contar con la aprobación de Cabildo, ya no ha podido avanzar porque la Alcaldesa suplente, Edith Escárcega Escontrías, tampoco quiere entregarle el C-4 a Gobierno del Estado.
“Sí, ya cumple un año que empezamos con la Plataforma Centinela aquí, pero no hemos podido avanzar porque necesitamos un centro de operaciones, se nos había dicho que se autorizaría un lugar, ya se definió que será donde estaba el C-4 que ahora se convertirá en C-7, pero el Gobierno Municipal de Nuevo Casas Grandes nos ha dado largas y mientras, tenemos todo estancado”, aceptó el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Gilberto Loya Chávez.
Fue el martes pasado en reunión ordinaria que los regidores del Ayuntamiento, aprobaron concederle a Gobierno del estado las instalaciones del Centro de Cómputo, Control y Comando (C-4), ya que por una parte, con el desarme e inhabilitación de los cuerpos policiacos en el municipio no se ha usado y por otra parte, de cualquier manera ya no tendrá razón de ser si se cuenta con un nuevo sistema de vigilancia mucho más moderno.
Sin embargo, con el pretexto de supuestos trámites ante los diferentes departamentos que requieren autorizar el proyecto en el que se le concederá por los próximos 10 años, el edificio a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), la administración de Edith Escárcega Escontrías, no ha querido entregar tampoco este inmueble para que empiece a operar la Plataforma Centinela.
Fue el jueves pasado cuando a Nuevo Casas Grandes arribó la planilla mayor de la SSPE, incluyendo a Gilberto Loya, quien se hizo acompañar de los subsecretarios de Asuntos Internos, de Movilidad, del Estado Mayor y del de Despliegue Policial, en el entendido de que se firmaría el convenio para que el estado pueda apoyar en las tareas de tránsito, pero se regresaron con las manos vacías porque la alcaldesa tampoco quiso ceder ese control.