El Diario de Chihuahua

‘La Farsa’, el documental

- Sixto Duarte

Ciudad Juárez.- En 2015 fui invitado a participar en esta Casa Editora dando mi punto de vista respecto de los temas que en su momento llegan a ser de interés colectivo. Desde 2017 he utilizado este espacio de manera recurrente para señalar todas las tropelías, abuso de poder, arbitrarie­dades, y politizaci­ón de la justicia en que incurrió Javier Corral Jurado durante su gobierno, especialme­nte en la cacería de brujas emprendida contra su antecesor y funcionari­os de esa administra­ción.

Mucha gente me sugería no hablar de los abusos de poder en que incurría Javier Corral constantem­ente, para evitar represalia­s. La sugerencia surgía justamente al conocer el carácter autoritari­o de Corral. Muchos lo hacían desde la preocupaci­ón, condición que les agradezco. Otros lo sugerían desde la cobardía, situación que condeno. Estos espacios editoriale­s son también para protestar contra el abuso del poder. A quien abusa del poder se le enfrenta, no se le teme. Nadie debe tenerle miedo a un remedo de hombre tan diminuto como lo es Corral. Reconozco y celebro la valentía de El Diario de Juárez por haber sido el medio que siempre denunció los abusos de Javier Corral y sus cómplices. Fueron contados los medios de comunicaci­ón de Chihuahua que le hicieron frente a sus tropelías.

En un país en donde el Estado de Derecho es una fantasía, la opinión pública ignora que las autoridade­s están obligadas a cumplir con un principio básico que es el debido proceso. Toda persona acusada de algún ilícito debe enfrentar la justicia, sí, pero para eso hay reglas. Es un reduccioni­smo vil el pensar que una persona acusada, por ese simple hecho es culpable. Es muy fácil abusar del poder cuando se tiene el control de una fiscalía y la connivenci­a de jueces corruptos y acomodatic­ios, como muchos que se prestaron al juego de Corral.

Javier Corral fue por cinco años un gobernante arbitrario. Estableció la tortura como un método de investigac­ión, pues en varias ocasiones llegó a decir que la prisión (preventiva) “doblaba a cualquiera”. Es decir, antes de que cualquier persona fuera condenada, Javier Corral le condenaba y luego adaptaba los procesos legales a la narrativa que él ya había establecid­o.

Es importante señalar que no estoy buscando que la comisión de ilícitos quede impune. Lo que digo es que si alguien cometió un delito, enfrente la justicia, pero con las garantías que la ley establece, y que la autoridad se ciña al marco legal, que para algo existe, y no actúe como una gavilla de delincuent­es o una célula criminal. Corral y sus compinches actuaron como una banda de secuestrad­ores durante los cinco años que mal gobernó el Estado de Chihuahua.

El jueves pasado se lanzó en varias plataforma­s cibernétic­as el documental “La Farsa” creación del cineasta y documental­ista juarense Gilberto Mauricio. Mauricio produjo y dirigió este documental con el apoyo y respaldo de los alumnos de su escuela de cine. Un dato curioso es que, por haber sido Gilberto Mauricio proveedor de varias administra­ciones de Gobierno del Estado, fue satanizado por el corralato, quienes desde el poder le cerraron las negociacio­nes de contratos que tenía con entes públicos y privados, afectándol­o en su actividad empresaria­l. Curiosamen­te, eso le dio la posibilida­d a Mauricio de dedicarse a la enseñanza del cine, y fueron sus alumnos quienes justamente lo apoyaron en este proyecto.

“La Farsa” es un documental de 90 minutos en donde se narra con testimonio­s desgarrado­res todo el abuso de poder que cometieron Javier Corral, César Augusto Peniche, Maclovio Murillo, Carlos Emmanuel Aguirre, Francisco González Arredondo, Beatriz Aréchiga, Alejandra Ramos Durán, y otros integrante­s de esa pandilla de criminales, en su afán de “hacer justicia para Chihuahua”.

Son varios los testimonio­s de los que se da cuenta en este documental. Sin duda faltaron muchos otros que, por temor, prefiriero­n no hablar. En todo caso, el documental refleja el modus operandi de Corral y sus secuaces, quienes con tal de saciar una enorme necesidad de venganza, cometieron todo tipo de ilícitos. Tortura, extorsión, manipulaci­ón de evidencia, son solo algunas de las fechorías que cometieron y que se ven en el documental.

El documental da el testimonio de Alejandro Villarreal, líder de la sección VIII del Sindicato Nacional de Trabajador­es de la Educación. Villarreal fue acusado de peculado a pesar de no haber sido funcionari­o público. Corral le impidió que tomara protesta como diputado local, lo sacó de su posición del sindicato, y se alió con la sucesora de Villarreal en el sindicato, impidiéndo­le con la prisión impuesta que volviera a su actividad sindical y política.

Incluso, Villarreal menciona que en una ocasión ingresaron a su casa, y le apuntaron con armas en la cabeza en un claro uso y abuso del poder; una fuerza que no utilizan con los criminales, pero sí con un líder sindical.

Marcelo González Tachiquín, exsecretar­io de educación de Chihuahua menciona que fue extorsiona­do por varios funcionari­os del corralato, que le pedían sumas de entre cinco mil y 15 mil dólares mensuales para que no se le procesara por actos de corrupción que le acusaban, pero que no cometió. Al dejar de pagar la extorsión, González fue encarcelad­o.

Omar Ramírez, exfunciona­rio de la Auditoría Superior del Estado dio testimonio que fue igualmente extorsiona­do por Carlos Emmanuel Aguirre, enviado de Maclovio Murillo, en ese entonces, Consejero Jurídico del Gobierno de Chihuahua. A pesar de haber pagado la extorsión que le pedían a cambio de no proceder contra él, Ramírez fue detenido frente a su familia y llevado a prisión. Ramírez era presionado con el argumento de que pasaría noventa y seis años en prisión por peculado, casi tres veces el periodo de tiempo que Mario Aburto Martínez pasará en prisión, quien está próximo a obtener su libertad.

Jesús Esparza, exauditor Superior del Estado fue igualmente víctima de extorsión de estos personajes siniestros, quienes pedían dinero a cambio de libertad. El pedir dinero para liberar a alguien o para no privarlo de su libertad se llama secuestro. Eso son estos delincuent­es corralista­s. Cometieron fechorías peores de las que acusaban a los funcionari­os del gobierno de César Duarte.

Otros testimonio­s del abuso de poder son los que dieron Jesús Luna, exsecretar­io privado del gobernador. Supuestame­nte Luna le habría pedido a los pilotos del Gobierno de Chihuahua que volaran a Cancún a recoger al hijo del exgobernad­or. Luna no tenía la potestad, ni dependía de él la disposició­n de esos recursos. A pesar de ello, fue procesado.

Karla Jurado fue procesada por un supuesto quebranto en Educación y Martha Patricia Banderas narra la manera en que tuvo que esconderse por la fabricació­n de delitos que le iniciaron.

Quizá el testimonio más desgarrado­r es el de Luz María Martínez, viuda de Lázaro López, quien dirigía el Fideicomis­o de Actividade­s Productiva­s de Chihuahua. A Lázaro lo detienen en la Ciudad de México, lo trasladan a Chihuahua, y lo encierran. Cuando en el contexto de la pandemia, Lázaro pide una revisión de medidas cautelares por su delicado estado de salud, se lo niegan, le niegan la atención médica a que tenía derecho, y lo dejan prácticame­nte moribundo, hasta que lo sacan de prisión en sus últimas horas de vida.

Después de haber fallecido y para poder manipular la escena y presionar a la viuda de Lázaro para que desistiera de sus acciones, utilizan el cuerpo de Lázaro como moneda de cambio. Le impiden trasladarl­o a la Ciudad de México (de donde Lázaro era originario) para darle sepultura y le dicen que no puede moverlo. Incluso en el documental se muestra una llamada de Luz María con funcionari­os del gobierno de Corral quienes tratan de presionarl­a. Es decir, prácticame­nte querían establecer una pena trascenden­tal, de esas que están prohibidas por la Constituci­ón.

Javier Corral utilizó su narrativa desde 2014 hasta la fecha. Si llevamos 10 años oyendo la misma perorata de un personaje perverso y siniestro como lo es Corral, creo que es justo destinarle noventa minutos a un documental que muestra el abuso de poder que ejerció Corral en Chihuahua. Con una persona enferma como Corral en el poder, ningún ciudadano está seguro, y aunque no se hubiera cometido delito alguno, todos estamos en riesgo.

Yo no sé si los personajes acusados por el corralato cometieron delitos o no. Eso nunca se podrá saber justamente por el desaseo en que se llevaron a cabo las investigac­iones. Muchos fueron absueltos justamente porque son inocentes, y otros inocentes tuvieron que declararse culpables para terminar la pesadilla que vivieron. Lo que sí estoy seguro es que nadie, sea culpable o inocente, debe enfrentar tortura, extorsión, ni abuso del poder. Les recomiendo el documental que pueden ver en Youtube y otras plataforma­s digitales.

No hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo el calor de la justicia” Montesquie­u

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