Cuestiona obispo maldad contra extranjeros
- Durante misa por Domingo de Ramos, lamenta que el mundo continúe viviendo entre pobreza y pecado
Ciudad Juárez-- El obispo José Guadalupe Torres Campos destacó el índice de homicidios que mantiene esta frontera, la situación de pobreza y hasta abusos a migrantes durante su mensaje en la misa de Domingo de Ramos ayer.
“Tenemos alegrías, satisfacciones, conmemoramos la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén y a nivel existencial hay cosas muy hermosas: la familia, el trabajo, la salud; pero también seguimos experimentando en lo personal y en la realidad que vivimos situaciones de muerte, de pobreza, de pecado. Seguimos viendo asesinatos, injusticias, pobreza en todo sentido, maldad. Migrantes que son asesinados, secuestrados o que mueren en accidentes como en estos días recientes. Seguimos viviendo esos contrastes hoy”, dijo.
Ayer cientos de feligreses acudieron a conmemorar el Domingo de Ramos en parroquias y la Catedral de la ciudad, dando inicio a la Semana Santa, la última semana solemne cristiana de Cuaresma que precede la llegada de Pascua.
“Por una parte el silencio de Jesús que asume en obediencia al padre su muerte. El silencio de Jesús, el silencio nuestro, de muchos. ¿Cuál es mi postura? Silencio. El silencio de Jesús es solemne redentor; el mío de cobardía, de indiferencia, de falta de compromiso ¿Cómo es? O ante esas realidades que hoy vivimos por lo que está pasando en nuestra ciudad, con actitudes, con omisiones, con indiferencias”, continuó Torres Campos.
Aunque cada parroquia celebrará con sus propios horarios, la más importante fue en Catedral con la misa presidida por el obispo de la Diócesis de
Ciudad Juárez a las 7:30 de la mañana con la procesión en la Plaza de Armas y a las 8:00 el inicio de la misa.
La liturgia del Domingo de Ramos es una de las más intensas de la Semana Santa y del año que, junto con las del Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección forman las celebraciones principales del año.
El Domingo de Ramos se celebra con la bendición y distribución de ramas de palma que representan las ramas de palma que la multitud esparció al paso de Jesús mientras entraba en Jerusalén.
La misa inicia con la procesión de las palmas. El sacerdote bendice las palmas y dirige la procesión. Luego se comienza la misa. Se lee el Evangelio de la Pasión de Cristo.
Al terminar la misa, los feligrese se llevan las palmas benditas a sus hogares. Se acostumbra colocarlas detrás de las puertas en forma de cruz. Esto debe recordar que siempre hay que darle la bienvenida al Señor al hogar. Es importante no hacer de esta costumbre una superstición pensando que por tener su propia palma, no van a entrar ladrones a los hogares o librarse de la mala suerte.
Seguimos viendo asesinatos, injusticias, pobreza en todo sentido, maldad. Migrantes que son asesinados, secuestrados o que mueren en accidentes como en estos días recientes"
José Guadalupe Torres Obispo