Emprenden negocio con el ejemplo de mamá
Los hermanos Dilan y Santiago Hernández, de 20 y 23 años, iniciaron un negocio cien por ciento familiar con la principal inspiración de su madre, una vendedora independiente.
El emprendimiento “Elotes Hernández” es un negocio encargado de surtir a diversos restaurantes, puestos ambulantes y peatones en general de diversos puntos de la ciudad.
“Desde niños crecimos con el pensamiento de emprender y volverme mi propio jefe, además siempre tuvimos el ejemplo de mi madre la cual vendía diversas cosas en los tianguis de la ciudad”, abundó Dilan Hernández agregando que acompañar a su madre durante años a los tianguis le sirvió de ejemplo para valorar el esfuerzo de los emprendedores y de su madre.
“Elotes Hernández” comercializa de mil quinientos a dos mil elotes enteros con hoja o sin hoja, en grano y hojas para tamales diariamente, manejando diversos precios desde los 6 hasta los 150 pesos, esto dependiendo las piezas o los kilos de elotes.
Por pelar y desgranar cada elote, Dilan y su hermano Santiago tardan un aproximado de medio segundo por elote debido a que la práctica de un año los convirtió en individuos ágiles y expertos en el tema de los elotes.
Al ser un establecimiento al aire libre, el negocio depende mucho de las condiciones del clima. “Cuando llueve o hace mucho aire, las ventas bajan bastante, sin embargo, no todo es malo, pues cuando hace mucho frío, las ventas se elevan debido a que en esa temporada se antojan más los elotes”.
“Me encanta mi trabajo, es un poco pesado debido a que comenzamos muy temprano, pero para mí este es mi trabajo soñado, soy mi propio jefe y al mismo tiempo logré formar un negocio familiar”, comento Dilan Hernández agregando que ser una persona joven no es ningún impedimento para salir adelante y crear su propio negocio.
Ubicado en la calle 4ta y Progreso en la colonia Centro “Elotes Hernández” maneja un horario de 6:30 de la mañana a 2 de la tarde de lunes a domingo.
En un futuro los hermanos planean transformarse en un establecimiento reconocido por los ciudadanos, para posteriormente expandirse con diversos puestos alrededor de la ciudad.
“Crecimos con el pensamiento de volvernos nuestro propio jefe, acompañar a mi madre durante años a los tianguis nos sirvió para valorar el esfuerzo de nuestra madre”, expresaron los hermanos Hernández