PROBLEMAS DE ELIMINACIÓN
Las células defectuosas no solo se acumulan con la edad debido a los problemas mencionados anteriormente, sino que el modo que tiene el cuerpo de deshacerse de ellas también se avería.
CÉLULAS DEFECTUOSAS
Uno de los medios más importantes para tratar las células que funcionan mal es relegarlas a un estado conocido como senescencia. Estas células dejan de dividirse y empiezan a segregar sustancias químicas inflamatorias que indican al sistema inmunitario que debe deshacerse de ellas. Normalmente, esto no es un problema —de hecho, es una parte necesaria del recambio celular normal—, pero a medida que envejecemos, ocurren dos cosas. En primer lugar, hay más células que deben desecharse. En segundo lugar, el sistema de eliminación empieza a fallar. Como resultado, las células senescentes se acumulan, causando cada vez más inflamación. Los científicos están explorando métodos para potenciar la eliminación de las células senescentes con una clase de fármacos conocidos como senolíticos, aunque la investigación se encuentra aún en fases preliminares.
PROTEÍNAS MALAS
La mayoría de las células realizan sus funciones a través de las proteínas que crean. Si el ADN es el plano de una casa y las células son los trabajadores de la construcción, las proteínas son la madera, los clavos y las placas de yeso laminado.
Es normal que las proteínas se estropeen (suelen denominarse proteínas mal plegadas) y hay muchas maneras de arreglarlas. Pero, de nuevo, estos procesos empiezan a fallar a medida que envejecemos, y las proteínas mal plegadas se acumulan y causan problemas. Una enfermedad asociada a las proteínas mal plegadas es el alzhéimer, en el que el amiloide y la tau forman placas y marañas en el cerebro.