El Diario de Delicias

¿LA LOCURA DE LA CRUZ? 2

- JORGE MELÉNDEZ

Hemos estado hablando la serie “¿Locuras de la Cruz?”. Analizando algunas preguntas que nos llevaran a responder si lo que sucedió en lo que llamamos la pasión de Cristo, es irracional o una verdadera locura. Ahora pasaremos a la segunda pregunta: ¿Es locura que el Hijo de Dios haya muerto?

Mira Lucas capítulo 9:22: “[…]Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principale­s sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día.”

¿Cuántos de ustedes creen que pueden llegar al cielo, o como dicen “alcanzar la gloria de Dios, por todo lo que han hecho en su vida? Si tu respuesta es que tú si, mira lo que dice Romanos 3:21: “Pero ahora, aparte de la Ley, se ha manifestad­o la justicia de Dios, testificad­a por la Ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él.

Tenemos aquí que la justicia de Dios, no en el sentido de ejercer juicio, sino la justicia por medio de la cual podemos llegar a ser justos (perdonados) delante de Dios. Esta justicia, ha sido manifestad­a y testificad­a por los Escritos del Antiguo Testamento—la Ley y los profetas—y está disponible cuando confiamos en Jesús y es para todos los que creen en él.

Dios decidió hacer justos a quienes ponen su fe en Jesús, por una razón muy simple. Leamos el verso 22 la última parte: “Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituido­s de la gloria de Dios”.

Pablo dice aquí, que todos los hombres han pecado, y por esa razón no pueden alcanzar la gloria de Dios; es decir, estar en su presencia. Así que además de explicar la condición de todos los hombres, declara que sólo Jesús es diferente. Él no pecó. Al poner entonces la fe en él, la confianza en quien era, y lo que hizo, el Padre a todos aquellos que ponen su fe en Jesús los declara justo delante de él.

Vemos ahora lo que él hizo, y por lo que el Padre nos declara justos. Verso 24:“Sin embargo, con una bondad que no merecemos, Dios nos declara justos por medio de Cristo Jesús, quien nos liberó del castigo de nuestros pecados. Pues Dios ofreció a Jesús como el sacrificio por el pecado. Las personas son declaradas justas a los ojos de Dios cuando creen que Jesús sacrificó su vida al derramar su sangre. Ese sacrificio muestra que Dios actuó con justicia cuando se contuvo y no castigó a los que pecaron […]

Dios declara inocentes gratuitame­nte por la muerte de Jesús, siendo Él mismo el pago por nuestro pecado al ser la ofrenda a Dios. A causa de esto el Padre nos declara inocentes y todo esto por su paciencia manifestad­a. ¡Así entendió Juan el bautista el papel de Jesús cuando al venir a él dice: “El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! Éste es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.”

(Juan ) Finalmente vayamos a la última pregunta: ¿es una locura la resurrecci­ón de Jesús?

Hemos escuchado de muchos que han muerto y han vuelto a la vida. Pero ninguno que volviendo a la vida no haya muerto. Ni tampoco, haya ascendido al cielo.

Escucha lo que dice Hebreos: “Y de la manera que está establecid­o para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”.

Vamos a un último texto Colosenses capítulo 2:15. Pablo está hablando con algunos términos judíos, aunque no puedo explicarlo todo, es claro el punto que quiero resaltar: “Él anuló el acta con los cargos que había contra nosotros y la eliminó clavándola en la cruz”.

Nada de lo que hemos visto hoy hubiera sido posible si Jesús no fuera el Hijo de Dios. Lo que vemos en la Biblia es el más grande plan que alguien hubiera podido trazar alguna vez.

Ese plan fue ideado por Dios, por amor y para nuestra salvación, salvación que se otorga a aquellos que han creído; y eso… conmemoram­os esta Semana Santa.

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