VAAAMONOS AL CINE REX!
En esta foto coleccionada por la familia Dena Torres, guapas muchachas y un feo bromista toman el sol enfrente de la Plaza de Armas durante una plácida tarde de marzo de 1945.
Hasta eso, se bañaron en previsión de que les cayera algún galán y se peinaron para no ser víctimas de los ventarrones propios de ese mes, en que los horizontes de la bisoña población se acortaban por las tolvaneras, por las nubes de tierra y piedritas bravas que desgreñaban y golpeaban los chamorros.
En un juicio sumarísimo, subjetivo y que a lo mejor usted considera hasta gacho, considero que la más bonita es la segunda de izquierda a derecha, mi mamá
Chita Torres de Dena, la reina eterna del barrio del Puentecito.
México, país de las libertades de expresión: cada quien teclea como quiere y más cuando, como en este caso, existe sobrada razón y evidencia fotográfica.
Los García Carrasco, familia tan aficionada a coleccionar imágenes de ayer, de antier, de los años en que nació Delicias, nos regalan con la vista de estas muchachas endomingadas, vestidas especialmente para acudir al Cine Rex, corralón al aire libre que estaba ubicado en calle 2a Norte, donde hoy se encuentra un salón de fiestas.
Es noviembre de 1946, con el invierno ya en puerta, de suerte que para ver a gusto la película tenían que ponerse suéteres y rentar un cojín para sentarse en las duras tablas que hacían las veces de butacas.
Ahí pasaban la tarde noche y salían ya con el cielo estrellado, ya bajo una tormenta al estilo del semi desierto, ya con el frío haciéndolas temblar, de acuerdo al cambiante clima propio de nuestra región, en que a veces el sol quemaba, el agua del cielo se ausentaba, el aire hería los ojos, las heladas partían la piel.
Tiempos de incomodidades, de instalaciones rústicas, de diversiones sanas.
Tiempos de sueños y de esperanzas.
Aquel Delicias que se fue.