NO FUE UN INCIDENTE
Mal y de malas le sigue yendo a la 4a transformación, y no es gratuito, es causa de que todas las decisiones estén en un solo hombre, al cual nadie se atreve a contradecirle so pena de caer en manos de la temida Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
A dos años y medio colapsó la política de la actual administración federal, prueba de ello es la forma en que reciben a lo largo y ancho del país al ejecutivo, al Presidente de la República, que si siguiera vajando en el surito ya lo hubieran golpeado, de ahí la necesidad de comprar las camionetas blindadas.
Los constantes recortes a todos los presupuestos para enviar dinero a países de Sudamérica (Sembrando Vida) y a las faraónicas obras como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el remedo de aeropuerto, que más parece una mediana central camionera, provocaron la falta de mantenimiento a la infraestructura del Metro de la Ciudad de México, que ya acumula cinco percances.
Según “la que solo es directora general”, Florencia Serranía, lo que sucedió el lunes fue un lamentable incidente.
Por supuesto que no fue un incidente, es un homicido por omisión y hay responsables. Primero, ¿quién hizo la obra?; segundo, ¿porqué no recibió mantenimiento? Y tercero, ¿qué más hay que revisar?, para evitar otro accidente como el que le costó la vida a 24 personas y dejó lesionadas a más de 70.
Lo peor para ellos es que no pueden culpar a funcionarios del pasado, ¡eran ellos!, hagan los que Amlo, que en la mañanera culpó a la prensa, ¿ya ven?, ahí están los culpables.
La realidad es necia y muy perseverante, todo va a pique por la falta de gobierno, por ello es que la economía, la salud, la educación y el empleo están en el sótano.
Por último una pregunta estimado lector: ¿Se subiría usted al Tren Maya?