Todo un ejemplo a seguir
El juarense Carlos Navarro, recordo sus inicios en la Academia COEX
Medallista de plata en el Grand Prix, en Roma, Italia, el taekwondoín juarense Carlos Rubén Navarro no acudirá a los Juegos Centroamericanos y del Caribe ‘Barranquilla 2018’, a efectuarse el mes entrante e indicó que la idea es participar en justas que le den puntos para el ranking mundial y olímpico.
“Estaré ausente de los Juegos Centroamericanos, todavía no sé del Campeonato Panamericano, estamos planificando esa parte. Lo que sí, tenemos muy en claro es que tenemos que participar en los eventos de más puntos y obviamente los que dan más puntos son los Grand Prix. Estar en los podios de los Grand Prix sería sensacional”, expuso.
Navarro Valdez, artemarcialista de 22 años y 1.77 metros, quien en Italia cayó en la final ante el ruso Mikhail Artamonov, cinco puntos contra cuatro, recalcó que la presea argenta vale oro para él.
“Definitivamente, a lo mejor, lo que vienen son los Grand Prix, vuelven a empezar con el Grand Prix Series 2, a partir de agosto, entonces, no sabría decir exactamente qué evento, vamos a planificarlo bien”, expuso.
Tras de la consecución de la plata obtenida en Roma, Carlos, ocupante del cuarto lugar en los Juegos Olímpicos ‘Río 2016’, en Menos de 58 kilogramos, visitó esta ciudad, premió a algunos ganadores de la Olimpiada Nacional y brindó clases prácticas a niños cintas blancas y a los pequeñines que apenas inician su camino en este deporte en la Academia COEX, donde empezó su andar en el taekwondo, en esta ciudad.
“Definitivamente, el regresar aquí, a mi escuela, pues obviamente hay muchos sentimientos que cruzan la mente. Ponerme a pensar de que yo estaba así, obviamente es algo increíble y saber todo lo que ha transcurrido a lo largo de los años, es algo muy especial para mí”, dijo.
Invitado por el entrenador Víctor Silva a impartir las referidas clases, Carlos recordó que comenzó su carrera en la Academia COEX que se encontraba en la parte alta de la Plaza Napoli, sobre la avenida Vicente Guerrero, con el coach Ángel Ortega.
“Ésta es una gran motivación también para mí. El saber que llegan los papás y los niños diciéndome que les he abierto puertas y que los niños que me ven como un ídolo. Eso es algo que se siente muy bonito, a quién no le gusta y obviamente me motiva más para seguir demostrándoles a los niños que sí se puede lograr cualquier cosa que se propongan”, expuso.