Pretende EU aumentar detenciones de familias
Santa Ana, California— El gobierno del presidente Donald Trump está pidiendo que aumenten las detenciones de padres migrantes y sus hijos a lo largo de la frontera con México, una medida denunciada por sus críticos como un intento cruel e ineficaz para disuadir a que las familias dejen de venir a Estados Unidos.
Las autoridades de inmigración dijeron el viernes que podrían buscar hasta 15 mil camas para familias migrantes detenidas.
El Departamento de Justicia también le pidió a un tribunal federal en California que permita que los niños permanezcan detenidos por más tiempo y en instalaciones que no requieran licencia estatal mientras esperan los procedimientos necesarios en las cortes de migración.
Más de 2 mil 300 niños han sido arrebatados a sus padres desde abril a la fecha.
En total, cerca de 9 mil inmigrantes que viajan en grupos familiares han sido detenidos en la frontera en cada uno de los últimos tres meses, según las autoridades federales.
Los defensores de los inmigrantes sostienen que no debe haber niños detenidos e insisten en que hay otras alternativas para asegurar que ellos y sus padres asistan a las audiencias de la corte de inmigración, como tobilleras de seguimiento electrónico o programas comunitarios.
“Definitivamente no es una solución bajo ninguna circunstancia”, dijo Manoj Govindaiah, director de los servicios de detención familiar en la organización sin fines de lucro RAICES, con sede en Texas.
“Un niño no debería de ser encarcelado, los menores necesitan estar con sus padres”.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) tiene tres centros de detención, uno con 100 camas que fue abierto en Pensilvania en 2001 y dos instalaciones mucho más grandes en Texas abiertas en 2014. Sólo la instalación de Pensilvania puede albergar hombres, y todos los detenidos en los centros de Texas son mujeres y niños.
En Dilley, Texas, se construyó una instalación en una zona lejana que hace tiempo fungió como un campamento para los trabajadores de la industria petrolera.
El otro centro de Texas, en Karnes City, está rodeado por vallas de cuatro metros (15 pies) de largo y tiene cámaras de vigilancia que supervisan todos los movimientos.
También ofrece libros infantiles bilingües, clases, y cuenta con pantallas de televisión y un campo artificial de futbol.
En el centro de Karnes City, hay entre cinco a seis camas por cuarto y generalmente son compartidas por un par de familias.
Actualmente, la mayoría de las familias pasan pocas semanas en las instalaciones y son liberadas una vez que hayan pasado una revisión inicial.
Se les da una fecha para comparecer ante un juez de inmigración en las ciudades a las que se dirigen para evaluar si califican para quedarse en el país legalmente o si enfrentarán un proceso de deportación.