El Diario de Nuevo Casas Grandes
El alcoholismo
Un día en una de las reuniones en el Instituto de Transformación Trascendental, con el doctor Octavio Rivas Solís, en el DF, hoy llamada ciudad de México, el tema principal fue el deporte y el alcoholismo. El tema del deporte tomó gran relevancia porque sorpresivamente de pronto apareció en el salón Hugo Sánchez. Este gran deportista mexicano era amigo del doctor Rivas y además fue su asesor psiquiátrico en la época en que Hugo era miembro del equipo de fútbol de la UNAM. Hugo estudió Odontología pero gracias a sus facultades como jugador de fútbol se dedicó a este deporte con gran éxito. El tema del alcoholismo se debió a que Hugo mencionó que algunos de los grandes deportistas tenían fallas severas en la estructura de su personalidad, por lo tanto eran adictos al alcohol y a las drogas.
Mencionó como ejemplo el caso de Joaquín Capilla ganador de cuatro medallas de oro en los Juegos Panamericanos, tres veces triunfador en el Campeonato Nacional Abierto de Clavados en los Estados Unidos; medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres, de plata en los Olímpicos de Helsinki, y en los Juegos Olímpicos de Montreal en 1956 a los 28 años fue declarado campeón.
Además medalla de oro en el alcoholismo en México DF.
Me interesó tanto este asunto que después por mi parte investigué que cuando recibió Joaquín Capilla ayuda psiquiátrica por el asunto del alcohol, los terapeutas dijeron que su falla venía desde la niñez, exactamente igual como se manejaba en el curso del Dr. Rivas. El comentaba o sea Capilla- que su mamá lo había rechazado porque ella quería una hija. Y que para su papá solo existía su hermano Alberto. Jamás se tomó una fotografía conmigo, jamás me llevó al fútbol, jamás me acarició el pelo como lo hacia con Alberto. En 1943 comencé a competir en el pozo de clavados para conquistar a mi padre.
Hoy, en este momento de las Olimpiadas de Brasil, a causa del fracaso de la delegación olímpica mexicana, salió a flote por los medios los enfermos adictos al dinero, al alcohol, a las drogas, a las mentiras, etc., o sea Alfredo Castillo, Aurelio Nuño, Virgilio Andrade, Enrique Ochoa, Peña Nieto, etc., miembros distinguidos de una sociedad enferma.
Escribiendo esta colaboración al mencionar la Olimpiada de Melbourne recordé que en 1975 la economía australiana se hallaba en las peores condiciones, pues el gobierno laborista de ese país, acumulaba un déficit del equivalente de 3 mil millones de dólares, que representaba el cinco por ciento del producto nacional bruto. Todo gracias al gasto excesivo público, la fábrica de dinero sin ningún control, programas sociales y de todo orden inflados, vertiginosamente aumento de personal, etc.
Se dice en los medios que aquí y ahora en Chihuahua pasa por una crisis semejante o tal vez peor, y en general en todo el país la crisis económica política y social está en una situación muy espinosa. En Australia el reto se resolvió relativamente fácil pues de inmediato se convocaron a elecciones y así entró el nuevo gobierno y puso el orden correcto. El nuevo Primer Ministro Malcom Fraser, durante su primer mensaje, transmitido por todos los medios, mencionó algunos axiomas políticos, es decir verdades evidentes, de que se han olvidado recientemente muchos países de estas estrategias falsas, además de Australia.
Durante el último año, aproximadamente dijoempezó a extender la opinión de que podríamos disfrutarlo todo sin tener realmente que pagarlo. Pero una de las cosas que debemos comprender es que, cuando los políticos prometen algo, no ofrecen nada que sea suyo, pues nada suyo quieren dar. Prometen algo que es de ustedes, y cuanto más prometen los políticos, menos tendrán ustedes para satisfacer sus propias necesidades, o las de su familia. Menos oportunidades habrá entonces para la industria, para las inversiones y para contar con los empleos necesarios al mejoramiento de la verdadera riqueza que nos ofrece la patria.
Se dice en los medios que México aquí y ahora está en una crisis más compleja que la de Australia. Los políticos en la campaña política pasada se dieron vuelo ofreciendo cambios, la transformación de la sociedad y de la corrupta estructura de los partidos, Pero el Primer Ministro de Australia dijo que no se creyeran en las promesas de los salvadores. Y lo dejamos las evidencias al tiempo.
Cambiar una sociedad es muy difícil, cambiar a una persona es también muy difícil, pero si ella quiere es posible cambiar.
Yo había comenzado a beber dice en sus memorias Joaquín Capilla- desde chico. Apenas tenía cinco años cuando me bebí las sobras de todas las copas en una fiesta familiar y me quedé dormido debajo de la mesa.
La historia es muy larga, pero Joaquín Capilla dejó de tomar según sus propias palabras: cuando me concienticé que Jesucristo vive, caí a la cuenta de que aquel vacío interior se debía a que yo era incapaz de perdonarme a mi mismo y a todos aquellos que no vieron en mi más que un árbol caído.