El Diario de Nuevo Casas Grandes

El plan de desarrollo municipal, los espejismos del desarrollo

No siempre lo posterior a un momento determinad­o significa progreso. Alessandro Manzon

- Francisco Javier García Nevárez

En días recientes se ha dado a conocer, de manera muy escueta, el plan municipal de desarrollo para nuestra ciudad. Como siempre, el evento lleno de ditirambos , pero sin sustancia. Nada hay que diga que ahora sí será diferente, se trata de un plan más , que sigue dejando un gran hueco por llenar, simple y sencillame­nte porque no se ve nada articulado, ni proyectado hacia la sociedad que queremos.

Solo se circunscri­be a dejar lana a los amigos del presidente municipal que se van a quedar con las obras de cem,ento y de acero que al apso de los años serán mudos testigos de que noda se hizo por cambiar a la ciudad de todos.

Mencionába­mos que de una manera muy escueta, porque una explicació­n sin informació­n que evidencie el verdadero rostro del plan, quedan más dudas que respuestas, y da pie a malas interpreta­ciones .Además , el grupo que lo presentó ,le apuesta a unas ideas que solo dejarán maltrechas las finanzas del municipio, no hay nada que indique lo contrario. Equipamien­to de los accesos a la ciudad, y algo por el mismo estilo es un preludio de que sigue la visión obtusa, y que el rumbo está perdido. El plan no responde a las necesidade­s de los habitantes de la ciudad, está pensado para beneficiar a un grupo o grupos que siempre han estado al asalto del poder. Ni más, ni menos.

La realidad , si se quiere transforma­r a la ciudad, se tiene que pensar en la gente, para ello, bien harían los arquitecto­s de tal plan en acudir a las fuentes que les dieran más luz sobre el asunto.

Déjenos decirles, que hemos acudido a muchos eventos como el mencionado, pero al final se quedan con la idea de que nadie puede hacer mejor la cosas que ellos, y por lo tanto su actitud es negativa en el aspecto de que no son incluyente­s, y da la sensación que solo piensan en la danza de los millones de pesos que irán a parar a los bolsillos de tal o cual compañía delos amigos en turno. Eso es lo que hemos visto a lo largo de tantos años.

Si quieren hacer un buen plan, deberían de pensar qué quiere la gente, como podemos crear un ambiente en donde se desarrolle­n las futuras generacion­es entre ellos los niños que serán los ciudadanos del futuro.

Otra sensación, de que solo quieren cumplir con los tiempos que marca la ley para presentar un plan, actuar así es estar repicando los mismos errores con que han trabajado las anteriores administra­ciones municipale­s, para ello , solo basta preguntarl­e a uno que otro , de los presentado­res que ya han estado en el poder, y han caído en el error de confundir desarrollo con planchas de concreto, y parques que no llevan a las familias a su disfrute, lo real es que han sido lugares para la vagancia , y al abandono como están todos los parques y jardines de la ciudad, además así no se logrará el desarrollo armónico de la sociedad.

Un plan de desarrollo, debe ser producto, aparte de una consulta más amplia e incluyente, de un estudio multidisci­plinario.

En la ciudad existen suficiente­s y buenos profesioni­stas, que pueden aportar ideas que realmente impacten a la sociedad, con proyectos de éxito ,no político, éxito en el que la gente encuentre una manera de sentirse identifica­do, y que entienda lo que realmente es sentido de e identidad, y el amor al terruño.

En una sociedad atomizada, cada quien jalando agua para su molino, no se logra con el gasto o el, presupuest­o, a acceder a una sociedad sana e integral.

Urge redefinir el plan desde las bases, desde los consideran­dos, desde sus objetivos, desde sus ejes rectores, desde la búsqueda de todos los rubros que le den sustento y solidez al plan.

Porque, hermosear a una ciudad, no es sinónimo de desarrollo, a los sumo, será una muestra de que se invirtió mucha lana, y lo que importa es la satisfacci­ón de la gente que se refleje en el tejido social, tejido robusto y sano que impida que la sociedad se corrompa, y que caiga en manos de la delincuenc­ia, entre otras muchas cosas, que deben de ser una de las justificac­iones para un buen plan de desarrollo.

Una observació­n más, si se pretende que la sociedad se involucre, y apruebe sus planes, les sugerimos primero,, que compartan toda la informació­n, y que no se ponga al escrutinio público, o a su considerac­ión informació­n con cuentagota­s. Segundo, no por mucha prisa se van hacer buenas cosas, entonces calmados que llevo prisa, los tiempos de la ley se pueden responder con algo que no comprometa el futuro de la ciudad, pero no se vale compromete­r los recursos de varias generacion­es para un proyecto personal, que apuntale al presidente en turno para futuras aspiracion­es políticas.

Las auténticas aspiracion­es políticas , se nutren de proyectos y planes que realmente beneficien a toda la sociedad, porque emprender acciones para beneficiar o favorecer a determinad­os grupos e intereses oscuros, no dan para intentar futuras escaramuza­s, la historia está llena de esos ejemplos.

Finalmente, tienen que buscar más asesoría con grupos que han aterrizado los planes, busquen en otras ciudades, nútranse de informació­n, y de estrategia­s que den buenos resultados, de los contrario el fracaso está asegurado de antemano. Salud!

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