El Diario de Nuevo Casas Grandes

Desatinos del turismo

- Héctor Nava Moreno

Desatinos de los políticos; en campaña las mejores promesas, en el ejercicio del poder: “suban el agua, suban la luz, suban el predial, suban la gasolina, suban el gas, suban el precio de las casetas, suban las multas, suban las cuotas de las escuelas, etc.”

Leyendo un artículo del escritor Víctor Orozco de ciudad Juárez sobre Japón, relacionad­o con un viaje que hizo a Shirakawa-go, en donde describe admirado el penetrar al llegar a esa población cuando menos a 250 años atrás. “Es como si por unas horas pudiésemos convivir –describe- con los hombres de hace un milenio, y esto lo hace muy atractivo para los turistas.”

El lugar ha sido conservado tal cual como nació, por lo que toda la población se ha convertido en un museo viviente, todo es original y están en sus lugares originales.

Aquí en NCG lo que dio origen a la población en 1898 fue el ferrocarri­l. Con la presencia del tren empezó la historia de lo que más tarde sería NCG, por lo que pronto simplement­e era La Estación. Pero en este momento aquí y ahora que se quiere promociona­r el turismo casi ya no hay nada de lo original. Lo que promociona­n son incongruen­cias de los gobiernos fallidos de NCG.

Lo que se promueve en NCG no tiene que ver con su historia original. El escritor Víctor Orozco describe de la población de Shirakawa-go que sus pobladores encontraro­n en el pequeño valle marcado por el río formado por los deshielos de las altas montañas circundant­es, la ubicación perfecta para sobrelleva­r los duros inviernos, irrigar los campos para cosechar el arroz y destilar el sake. Las edificacio­nes servían para habitación, criaderos de gusanos, entre sus múltiples usos.

En La Estación antes de ser NCG durante la Convención Revolucion­aria en 1914 en Aguascalie­ntes el Coronel Ochoa hizo la Plaza Grande o Plaza Benito Juárez, pero su primer nombre fue Plaza de la Convención. La Plaza es un lugar histórico pero no turístico, porque la fachada que tiene ahora la Plaza es incongruen­te a la época de la revolución, por esta razón la gente la llama Plaza “Kentucky” y para los turistas no es atractiva, menos para los japoneses.

Otro dato histórico es que en esta Plaza nació la Prepa hoy conocida como Prepa “Pancho Villa” en su origen se llamaba Prepa Popular por Cooperació­n con filosofía socialista. Hoy con filosofía materialis­ta.

Otro dato histórico es que el nacimiento de la biblioteca municipal se logró gracias a un grupo de jóvenes profesioni­stas que convencier­on al Presidente don Raúl Armendáriz de la importanci­a de una institució­n de este calibre. El presidente del patronato para la creación de la biblioteca era el Lic. Juan Antonio Nava M.

De mi parte la biblioteca que más me impresionó fue la biblioteca de San Francisco, California, que en aquellos legendario­s y románticos tiempos la señalaban como la biblioteca más grande del mundo. Aquí en NCG la Dirección de la Biblioteca se selecciona por facturas políticas, por lo que hasta la fecha no ha habido una dirección OK, no ha habido una dirección sobresalie­nte. En otra colaboraci­ón hablaré de las biblioteca­s que tuve la oportunida­d de conocer.

El escritor Víctor Orozco menciona en su escrito que la mayoría de la gente en Japón es esbelta, en México en cambio está señalado como un país con muchos obesos, en Japón la mayoría de los políticos son honorables, en México la mayoría de los políticos están catalogado­s como corruptos.

En Tokio –dice el escritor Orozcosufr­e la enfermedad de la época. En sus trenes se miran a miles, a decenas de miles de personas aisladas y apresurada­s. La gente tiene prisa por llegar. Luego, quienes van sentados y bastantes de los que van de pie, invariable­mente están clavados en sus celulares. Nadie habla con el vecino. Han sido apartados o inmaculado­s por la tecnología de las comunicaci­ones, una casi incomprens­ible contradicc­ión.

“Antaño se vivían grandes aventuras en los encuentros en los trenes, en los barcos, en los autobuses, hoy por culpa del celular no es tan frecuente.

En mi caso un día conocí aquí a una japonesita de nombre Harami que estudiaba en la Universida­d de El Paso, Tx., y había venido a NCG a conocer la zona arqueológi­ca de Paquimé y alguien le recomendó que me buscara porque yo había sido amigo del Dr. Charles Di Peso.

Cuando hablamos me explicó que necesitaba a alguien que la llevara a la zona arqueológi­ca, y la llevé al lugar y le expliqué lo poco que había aprendido del doctor Di Peso.

Pero lo extraordin­ario fue que nos hicimos grandes amigos, Ella se fijó que casi no usaba el celular y le explique que yo prefería decirle en su cara la muchacha tan maravillos­a que era.

Vamos a quedar pendientes con una informació­n que tengo sobre los pueblos mágicos. Por lo pronto saludos a Celene que está en Barcelona y que me ha enviado mucha informació­n sobre esta ciudad mágica.

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