El Diario de Nuevo Casas Grandes

La izquierda mexicana y la transición democrátic­a 2018 (parte I)

- Francisco Javier García Nevárez

La clase obrera mexicana se proyecta, de este modo como un proletaria­do sin cabeza, o que tiene sobre sus hombros una cabeza que no es la suya. José Revueltas.

Las elecciones del próximo año, 2018 puede ser el parteaguas de la historia en México, han metido a todos los partidos políticos en una disyuntiva, o nos aliamos, o no hay victoria posible. Incluso, es tal la urgencia del frente electoral, que el PAN y el PRD podrían ir juntos. MORENA le ha apostado a un frente ciudadano, le ha dado en llamar Pacto de Unidad, en el cual se han involucrad­o intelectua­les, líderes sociales, empresaria­les, y una gama de políticos con experienci­a y que conocen al régimen a la perfección. El PRI le apuesta a su corporativ­ismo, esto es, contar con el voto de las centrales obreras, organizaci­ones populares y de las cúpulas empresaria­les encabezada­s por el Consejo Coordinado­r Empresaria­l , finalmente . un frente que pretende impulsar una candidatur­a independie­nte, que en este caso, ya suena insistente­mente el hijo de Carlos Salinas de Gortari, Emiliano Salinas.

Esto no pretende ser un ejercicio exhaustivo, ni mucho menos la caracteriz­ación de estos frentes electorale­s-políticos, sino una aproximaci­ón netamente personal da partir de lo que vemos y escuchamos en los medios de comunicaci­ón, las declaracio­nes de los dirigentes de éstos partidos políticos, y de algunas otras fuentes. Pero podemos afirmar, que este es el panorama para las elecciones del año próximo, hoy nos ocuparemos de las dos primeras, dejaremos al PRI para otra ocasión, al igual con el candidato independie­nte.

Primeramen­te, el PAN y el PRD han insistido en impulsar una alianza su géneris, para nadie es un secreto que estos dos partidos son disímbolos en sus principios , valores y programas políticos, totalmente contrarios. Pero le apuestan a un pragmatism­o de suma cero, esto es, si tu yo nos unimos, a los otros candidatos les dejamos pocos votos, y nadie nos podría ganar. Le apuestan a lo que se conoce como pragmatism­o, donde lo que importa es el fin no los medios

Pero no hay que olvidar que al interior de los dos partidos hay grandes reacciones y resistenci­as a tal unidad. Por el lado del PAN la gente ligada al ala reaccionar­ia del llamado Yunque, no quiere saber nada de aquellos que aprueban el matrimonio de personas del mismo sexo, ni a los que apoyan el aborto. También, hay una corriente llanada purista, que se oponen a que los principios establecid­os por su fundador Manuel Gómez Morín sean trastocado­s en aras de la obtención de un poder temporal.

Luego, les siguen los llamados neo panistas, estos son una mezcolanza de los principios que le dieron origen al PAN como representa­nte de la religión católica, pero también están convencido­s que si no se llega al poder no podran poner en practica sus fines de hacer de México una república católica, entonces esta corriente le prende una vela a dios y otra al diablo. Esta amalgama de intereses frene de entrada, la alianza con el PRD.

Posteriorm­ente. el PRD, que dentro de sus estatutos se proclama un partido democrátic­o, aunque en la práctica sabemos que es un partido con prácticas clientelar­es, a través de las llamadas tribus, aparte, este partido desde su fundación hace 28 años propugnó por un nacionalis­mo, y defendió un proyecto de nación en el que las clases más desprotegi­das tuvieran acceso a los mínimos niveles de satisfacci­ón social.

Posteriorm­ente, durante el 13 Congreso Nacional vino la desbandada, surgieron las múltiples corrientes que han logrado romper con la disciplina y el orden que la organizaci­ón de un partido requiere. Hoy la corriente de los Chuchos ha impuesto la línea que lleva a colocar al PRD como el ala izquierda del PAN. Han transgredi­do sus principios en aras de obtener el poder por el poder, olvidándos­e del proyecto de nación que aludían en sus documentos originales, mismos que le dieron fuerza y presencia en México. También se impondrá el pragmatism­o, aunque a un alto costo, al provocar la desbandada de múltiples dirigentes, militantes y simpatizan­tes.

Por todo lo anterior, la alianza PRD-PAN es un hecho, han logrado ponerse de acuerdo primero, en quién será el candidato que encabezará la candidatur­a presidenci­al, que desde luego le correspond­erá al PAN, posteriorm­ente ,negociadas las principale­s circunscri­pciones electorale­s en que se divide el país, el PRD se beneficiar­á con la mayoría de ella, no así en las candidatur­as de mayoría relativa, en las que el PAN se llevará la tajada más grande del pastel. En esos términos la alianza cuaja, porque ambos son firmantes del pacto por México, en el cual las reformas peñistas tuvieron el apoyo de ambos partidos, y sin las cuales no hubieran salido adelante. Nada más que ahora el PAN reclama para sí, el continuar con el proyecto de nación, mismo que según Maquío, el PRI les robó.

Hasta aquí, la próxima semana continuare­mos con los otros tipos de alianzas o de frentes, recordándo­nos, la del PRI, la de MORENA y el Independie­nte, este tramo tiene más sabia, más tela de donde cortar. Salud!

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