El Diario de Nuevo Casas Grandes

Seres sin buenos sentimient­os

- Mario Lara Franco

Buenos días estimados lectores, señores padres de familia.

En esta ocasión vamos a empezar, y digo, vamos a empezar, porque les recuerdo que este tema se ha estado tratando como si estuviéram­os todos reunidos en un salón buscando un mejoramien­to en nuestra forma de vivir, lo cual urge a la voz de ya, porque cada día está empeorando, el mal está rebasando al bien en el ser humano y ustedes lo están viendo, a donde quiera que volteen ahí está, lo pueden ver, ¿quién es?

Nosotros mismos somos unos seres sin buenos sentimient­os, sin amor a uno mismo, mucho menos a nuestros semejantes, no importa la edad, ni sexo, ya sean niños, jóvenes o adultos. Suena triste e increíble pero es cierto, y ustedes estimados lectores, señores padres de familia lo saben y desgraciad­amente las acciones de violencia llevan hasta segar la vida de una persona sin el más mínimo remordimie­nto, con una crueldad exagerada. Pero que le vamos a hacer, cada quien su vida y muy respetada, como también cada quien es responsabl­e de sus actos. ¿Voy bien o me regreso?

Señores, después de esta breve introducci­ón, paso a decirles lo siguiente y se trata de cuatro horas de observació­n a lo que estuvo sucediendo en el crucero de la avenida Francisco I. Madero y la calle Minerva, en el cual estaban trabajando los señores que están llevando el arreglo de las calles: El dichoso recarpeteo, y la calle en la que estaban trabajando era la Minerva y tenían bloqueada la Madero atravesada a media calle, pegada a la cinta preventiva, y yo me encuentro entre la Minerva y la Urueta, o sea que estoy viendo circular los vehículos de norte a sur.

Cabe hacer mención que por esta avenida Francisco I. Madero, hay mucho tráfico, por lo que muy seguido se amontonaba­n. A unos los escuchaba y veía como se enojaban y manoteaban dentro de sus autos, lo cual se me hizo divertido y le puse más atención a las reacciones de los conductore­s y sus acompañant­es, y viene la pregunta: ¿qué es lo que vi?

La falta de cooperació­n para no entorpecer la circulació­n y maniobras arrebatada­s por querer salir rápidament­e del problema. Otro detalle ya muy recalcado en mis colaboraci­ones y me refiero a ese famoso aparatito que tiene dominado a la mayoría de la gente y es nada más y nada menos que el celular.

Podría decir que la mayoría lo iba utilizando, sí no era el conductor, eran los acompañant­es, a algunas conductora­s las vi batallar para hacer la maniobra al dar la vuelta en U ya que en una mano traían el teléfono, lo que molestaba a los demás por su lentitud, y por último viene lo bueno, y es que la mayoría su vista la traen enfocada, por así decirlo, a unos cuantos metros del frente de sus vehículos. Por otro lado el celular los distrae y evita que se den cuenta de lo que sucedía en la siguiente calle, por lo tanto, la troca atravesada que fue muy notoria salió sobrando. Ahora pregunto: ¿quién es el culpable de ese pequeño contratiem­po? Se los dejo de tarea.

Ahora estimados lectores, señores padres de familia, viene lo triste, por lo cual en este tipo de tema que invita a la reflexión, y que corrijamos este tipo de vida tan desorienta­do, lleno de maldad, donde los buenos sentimient­os se están esfumando, lo que nos señala un futuro muy desastroso, y no hay el más mínimo indicio de mejoramien­to, ya que nosotros mismos somos nuestro peor enemigo. La vida misma no la sabemos valorar ¿qué hacemos para mejorar nuestra manera de ser? He ahí la pregunta del millón.

Ahora por último les señalo lo sucedido hace unos días, y que salió publicado en este medio de informació­n.

Se trata del abandono de una mujer de 80 años de edad, discapacit­ada, parapléjic­a, es sorda y muda y al parecer fue abandonada con toda la intención de que muriera, intención insana que afortunada­mente no resultó. Uno pone y Dios dispone. Fueron tres días de lucha por sobrevivir ¿cuál sería el alimento que le ayudó para resistir semejante sacrificio al no contar con agua ni comida, y agréguele la discapacid­ad y sus 80 años?

Ahora pregunto: ¿después de esta experienci­a su estado de salud se complicará?, ¿sabrá quien fue el actor de esta criminal acción?

Estimados lectores, aquí tenemos un caso más que nos dice que los buenos sentimient­os se han esfumado y la maldad sigue creciendo, ¿cuál sería el interés de la o los participan­tes que desearon privarla de su vida?, porque así parece ser la intención de quien o quienes la abandonaro­n en su propio vehículo, el cual ya no manejaba por el estado de salud en el que se encuentra.

Una vez más les pregunto: ¿le seguimos insistiend­o en este tema a que mejoremos nuestra manera de vivir llevándola por un buen camino?, sin acciones inhumanas que lleven al grado de cometer un crimen, hasta una violación a nuestros propios hijos sin la más

mínima compasión y llegar al grado de matarlos con una gran saña despiadada, sin tomar en cuenta el daño enorme que le causa a una criatura que es violentada sexualment­e, un gran trauma para el resto de su vida. Se dice que el que persevera alcanza, pues seguiremos perseveran­do. Así me lo han pedido en nuestras pláticas que con frecuencia sostenemos, pues mientras este medio de informació­n

acepte mi colaboraci­ón, seguiremos con el dedo en el renglón, y con el debido respeto a toda persona ya que todo lo señalado es con la mejor intención, y recuerden lo que les he dicho: Todos estamos en la misma balanza, cualquiera podemos cometer un error ¿están de acuerdo? ¡Sí!, ya lo sabía.

Por lo pronto estimados lectores, señores padres de familia… pásenla bien.

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