El Diario de Nuevo Casas Grandes
La participación ciudadana, meta de toda democracia
Si no vives como piensas, terminarás pensando como vives. Gandhi
Nadie puede obligar a nadie a pensar, ni sentir, lo que quieran, solo la libertad te da ese derecho a decidir por ti, pero para ejercer esa liberad se requiere la participación ciudadana, esto, para evitar que sea manipulada, tergiversada, logrando con ello el control social de los ciudadanos.
Constantemente hacemos llamados a participar en la política, entendida esta como el arte de hacer el bien colectivo, buscar el logro de todos, sin menoscabo de la libertad a ser diferentes, pero coincidir en que la Democracia es una llave que nos permite conservar la libertad. Los consensos y los disensos nos llevan precisamente a encontrar el justo medio, la Democracia nos debe conducir a esto, si es verdadera.
Nuestra colaboración de esta semana, va en el sentido de promover la participación ciudadana, porque por ese camino se pueden ejercer el derecho de petición, el derecho a opinar sobre las decisiones de los gobernantes, el derecho a ser los constructores de nuestro propio destino. Lo común hoy en día, por sistema, es que nos tienen acostumbrados a mandarnos de arriba hacia abajo lo que la cúpula decidió por nosotros, nuestro llamado es que eso debe de ser invertido, las necesidades y las iniciativas deben partir precisamente de las bases hacia arriba.
La participación ciudadana no consiste en acudirá a un evento, a un foro para que con nuestra presencia nos impongan cosa que no responden a nuestras expectativas, ni a nuestros deseos. Hoy el control social de los ciudadanos, pretende que con un foro o reunión se encuentre la solución a la problemática de la sociedad. Nada más falso que eso.
La participación ciudadana debe partir de una figura llamada autogestión, para conducirnos a una esfera de autogobierno, para que consense sus decisiones con la cúpula del poder, inclusión debe de ser la divisa, no exclusión. La democracia es la vía para acceder a la justicia social, de otro modo seguirán tirándose a la basura todos los programas, junto con recursos económicos que supuestamente fueron diseñados y presupuestados con la finalidad de solucionar la problemática social. Hay que ir más allá, lo más sano, es que toda idea, inquietud debe partir del seno de la sociedad, el modelo de las granes dependencias, los suntuosos departamentos burocrático, y las supersecretarías ya no funciona, es mas, siempre funcionaron, pero mal, llevamos sesenta años transitando por la política de los programitis, de las iniciativas inventadas en la locura de un funcionario para justificar su chamba.
Cuando se inicia el modelo de la administración pública federal, era común, para decir un ejemplo, que se juntara a los ejidatarios para traerles programas dizque para mejorar la calidad vida de los productores pobres, por poner un ejemplo, se importaron hatos ganaderos para una cuenca lechera, al paso de los meses ya no quedaba ni una vaca viva, y los funcionarios jamás se volvieron a parar a verificar que se haya cumplido con la finalidad del proyecto. Así era el estilo, existieron muchos programas en los diferentes sectores productivos de México, ninguno funcionó.
Ese modelo de administración creo una nueva figura que se llamó paternalismo, de vez en cuando viene unos trajeados a traernos recursos, y nosotros se los acepamos, no hacemos nada, al cabo que nunca nos van a reclamar nada. Ese paternalismo, fue el inicio del control político de los grandes sectores sociales. Se asociaba la idea me das, y te doy, y no pasa nada, todos felices y contentos, pero México postrado en el subdesarrollo, y en la injusticia social. No funciona, no ay recursos que duren sin que se perciban los resultados
. Vamos dando palos de ciego, pero las estadísticas dicen que se invirtieron cientos de millones de pesos en programas para sacar a la gente del a pobreza, existiendo como resultado más pobreza, y las arcas de México vacías. El camino de la ignominia justificando la barbarie contra los pobres. Esto por el lado de la cuestión económica.
Vayamos ahora, a la cuestión social y política, el paternalismo económico, trajo consigo el llamado conformismo social, el voto a cambio de la despensa, ceder mis tierras a cambio de un cheque, ceder mis espacios a cambo de una canonjía, esto trajo la figura del corporativismo. Júntame a la gente, les llevamos unos centavos, unas láminas, unas cobijas, y que suelten el voto, para ello sin importar las formas, que se formen, les damos las migajas y nos retiramos con las credenciales, y las firmas porque el voto de estos ilusos ya cayó. Corporativismo que ha causado mucho daño, comunidades pobres, sin servicios, sin recursos para subsistir, pero ya empoderaron a los políticos que ahora les vendrán a cobrar a precio de oro las canonjías que les dieron.
El corporativismo, finalmente llevo a los sectores populares a convertirse en lo que se dio en llamar la política el clientelismo, esto es, ya vamos a necesitar a la gente, diles que les llevamos más cosa, ahora hasta una tarjeta bancaria para que saquen los chelines, pero que los necesítanos con la camiseta y la cachucha que les dimos, luego vamos hacer una manifestación para respaldar a nuestro residente de la república. Luego de ahí los llevamos a la reunión para decirles que tiene que votar por fulano, que es el que les manda las migajas.
Paternalismo, corporativismo y clientelismo es la malvada triada que tiene sumido al pueblo en la pobreza, en la indiferencia, y el poco o nulo inteés para que una Patria mejor nazca en el futuro.
Por eso llamamos a la participación democrática, que ya nunca más se tomen decisiones sin que seamos nosotros los que digamos que sí, y qué no, se hace.
No se puede seguir tirando al drenaje los recursos y los sueños de la sociedad. .
La participación democrática, es la solución, la participación de democrática es la llave para evitar seguir encumbrando políticos que solo ven por sus intereses, la participación democrática, unida a la política, es la clave para ser los dueños de nuestro destino. ¡Salud!