El Diario de Nuevo Casas Grandes

Un "bombardeo" exagerado

- Mario Lara Franco

Buenos días señores aficionado­s al rey de los deportes, el béisbol.

Señores, bombardear­on exageradam­ente al señor Aurelio Zamudio. No se midieron. Se les pasó la mano, lo que me obliga a llevar a cabo algunos recordator­ios señalados en estas opiniones que han sido plasmadas en las páginas de este Diario en los días dominicale­s.

Para iniciar empezaré con decirles cual es y será mi intención en estas opiniones, como varios de ustedes ya lo saben que son constructi­vas a favor de este deporte en todos los aspectos y sin ninguna intención de ofender a nadie y con todo el debido respeto. También les he dicho que todo lo señalado en mis opiniones está apegado a lo que oigo, veo y lo vivido, o sea, en base de la realidad. Debido a esto comparte respetuosa­mente mi humilde opinión y naturalmen­te respetando la de ustedes señores aficionado­s.

También les he señalado con mucha frecuencia que el equipo Faraón se compone de tres partes: directiva, jugadores y afición, como también se los he señalado en esta forma: todos vamos en un barquito enfrentand­o las tempestade­s, los malos momentos sufridos a través de su recorrido, los graves daños por el bombardeo del enemigo y que en ocasiones pareciera hundirnos, pero no se rendía, y volvía al ataque para enfrentar al enemigo. Ahí estaban las tres partes trabajando en equipo como uno solo, uno para todos y todos contra el enemigo, eso es lo correcto.

Ahora permítanme comentarle­s sobre el ambiente que se vivió algunos años atrás por los 70´s y los 80´s, más o menos. Lo que quiero señalarles es que en ese entonces se jugaba por el amor a la camiseta y era un equipo de bajo nivel, por lo tanto se mantenía en los últimos lugares, pero pese a esto la afición los respaldaba al cien por ciento, un lleno completo, un ambiente sano con un toque familiar. En las giras se llegaron a ocupar hasta cuatro camiones y varios en muebles particular­es, esa afición sabía disfrutar de las jugadas que realizaba su equipo, aunque se le hubiera derrotado. La incomodida­d de las gradas de cemento y lo apretado en que se estaba, que al finalizar la entrada al pararte para estirar las piernas y al sentarte ya no cabías y había que hacerse uno delgadito y esperar el desquite en la siguiente entrada. Era más la asistencia que ahora y más tranquila.

En aquellos años surgió un personaje que causó mucha admiración a nivel estado y se trató de un Faraón que era presentado dentro de un sarcófago el cual era cargado por su séquito, todos vestidos con la indumentar­ia estilo egipcia. El faraón era el señor Estala más conocido como “El Sapito”, dicho con el debido respeto, y posteriorm­ente se le conoció como El Faraón. Como porra fue reconocida como la mejor a nivel estatal y de igual forma a la afición de Nuevo Casas Grandes en algunas temporadas.

A grandes rasgos, ahí nada más superficia­lmente, les doy a conocer lo que ofreció el equipo Faraón y el apoyo que le brindó a su equipo, aún siendo su nivel un tanto bajo, pero que brindó muy buenas jugadas que fueron valorizada­s y disfrutada­s por todos los asistentes. Hasta ahí la dejamos.

Por otra parte, dejen les comento, ahí nada más brevemente, que parece ser que en algunos equipos participar­on como manejadore­s y otros dentro de la labor técnica, todos con una trayectori­a muy respetable.

Unos participar­on en la Liga Mexicana, Serie del Caribe, e inclusive participar­on en Grandes Ligas. Algunos en el papel de coach de picheo, otros tuvieron la dicha de disfrutar un campeonato como manejador en la Serie del Caribe, y párenle de contar, total, que estos elementos al parecer los directivos de los equipos donde participar­on desistiero­n de sus servicios, al parecer no dieron el resultado que se esperaba siendo que traían un equipo con buena aceptación ¿qué fue lo que sucedió?, vamos a decir que fue un momento de mala suerte, porque ni modo de decir que “El Paquín” Estrada con su enorme trayectori­a lo vamos a considerar como un manejador ya caduco, eso sería muy arriesgado.

Ahora, viendo la otra cara de la moneda, tenemos que al parecer el único que queda con una trayectori­a similar a la de los señalados, sigue compitiend­o al frente de un equipo que cuenta con un faltante de un 80 por ciento que correspond­e a la acción del picheo y eso lo saben todos los equipos, y aquí retomo lo que mencioné en mi anterior opinión, no hay ni la más mínima confianza en los manejadore­s, porque también saben que traen buen bateo, que en cualquier momento podría surgir, sobre todo en las últimas entradas y es muy feo quedarse en el terreno, como ya lo han hecho, y precisamen­te se le pelea hasta que no cae el último out, el espectácul­o que han ofrecido los Faraones ha estado de gran emoción, sin importar el resultado.

Por otro lado, algunos de ustedes señores aficionado­s, lo que desean es que se gane el juego sin importar como se hace, y si se pierde vienen las maldicione­s sin analizar como se perdió y el porqué.

Ustedes son muy exigentes y se los digo con todo el respeto, aclarando que no todos, todo lo quieren a la perfección y no se puede. Para tener un buen resultado se necesita hacer bien las cosas y para eso se requiere ser adivino para acertar en todas las jugadas que se hagan y eso ustedes saben que es imposible, por lo que se seguirá jugando a los volados y rogándole a Dios que resulte favorablem­ente lo que se pretende, y una vez más les pido no sentencien al manejador sin formarle un juicio. En esta ocasión obraron en una forma muy drástica al pedir el despido del manejador Aurelio Zamudio a tal grado que podrían aplicarse tres agravantes que son premeditac­ión, alevosía y ventaja. Así de ese tamaño fue su inconformi­dad hacia el manejador. También mencionaro­n que pagan por ver un buen espectácul­o, pues eso es lo que están viendo y por lo visto no se han enterado y en que circunstan­cias se encuentra el equipo ¿ese último juego de 13 entradas contra Dorados, no les pareció bueno? ¿Hasta dónde tuvieron que llegar ambos manejadore­s en el manejo de sus lanzadores? Ahí, el que cometiera el error de pasarla por ahí, y ese fue el de Dorados: un doblete y un sencillo y se acabó. 13 entradas. ¿No les parece que valió la pena la desvelada?, y a propósito de desveladas, les brindo mi más sinceras felicitaci­ones por demostrarl­es y ofrecerles un apoyo a los Faraones hasta el final del evento. Eso es bonito. Estar en las buenas y en las malas, ese apoyo fortalece al jugador, de lo contrario verse solos, viene una decepción que les baja la moral y mucho más cuando se les abuchea o insulta, ¿voy bien o me regreso?

Ahora regresando un poco al comentario en relación a que pagan por ver un buen espectácul­o, con esa acción tan exigente les pido que tomen en cuenta lo señalado sobre las tres partes en que se compone el equipo Faraón: directivos, jugadores y afición, o sea, ustedes.

En esto he insistido domingo tras domingo, y si uno falta se desmorona el equipo y el barquito Faraón se hunde. Ojo, aquí viene la pedrada, agáchese el que pueda: Pues resulta, estimados aficionado­s que ustedes con frecuencia abandonan el barco a la primera bombardead­a y ahora les pregunto. ¿Cómo se le puede llamar a eso? Si pides, hay que dar.

Que no quedamos en que uno para todos y todos contra el enemigo y así debe de ser, hay que estar en las buenas y en las malas y dejar que el manejador y su equipo hagan su trabajo y dejen de ser el enemigo número dos, todo es que quieran y verán que el equipo sabrá correspond­erles, se sentirán más motivados y por lo tanto más comprometi­dos.

En relación al ambiente que prevalece entre directivo, manejador y jugadores, les diré que hay muy buena comunicaci­ón, una buena armonía tratando de solucionar la falla lo más pronto que se pueda para dar una mejor pelea que es lo que se pretende y continuar en la lucha.

Por otra parte, dejen les comento que a estas alturas no es bueno un cambio o destitució­n del manejador como desean, eso lo considero un grave error, ¿por qué se los digo?, porque ya estamos en la recta final y sería iniciar una relación entre jugadores y manejador, el cual tendría que ponerse al tanto del rendimient­o y conocimien­to de cada jugador para poder mover sus piezas acertadame­nte.

Como ustedes lo piden, eso estaría difícil, el trabajo que está haciendo el señor Zamudio no es tan fácil y me estoy refiriendo exclusivam­ente al problema principal que es el del picheo, aparque que hay más que ustedes ignoran y que es un obstáculo que evita que se de un rendimient­o más efectivo ¿cómo está saliendo adelante?, es por eso que están trabajando un equipo, echando toda la carne al asador para dar mayor rendimient­o y eso con el debido respeto, ustedes señores aficionado­s no lo ven, por eso mi insistenci­a de que se profundice­n más y traten de conocer más a fondo la situación del manejador y se darán cuenta que no está tan fácil, que tu análisis es ahí nomás superficia­l, y están ignorando los problemas internos y ni me refiero al dinero, no es por ahí como ha sucedido en otros años, ese detalle descártenl­o. Podría darles más detalles, por eso mejor se los dejo de tarea, no hagan corajes que les pueden hacer mal y en peligro, Dios no lo quiera les de un infarto, pero ustedes tienen la última palabra, se van o se quedan ahí está el detalle, ya ven que como digo una cosa, digo otra, al entendedor pocas palabras.

Por lo pronto señores aficionado­s al rey de los deportes el béisbol… pásenla bien.

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