El Diario de Nuevo Casas Grandes
Hay talento en el futbol infantil y juvenil
EN DÍAS reciente se dio por concluida una temporada más del torneo de futbol de las categorías infantiles y juveniles y con agrado, se puede comentar que en realidad hay mucho talento entre los pequeños y “semi” grandes futbolistas.
MUCHAS varias individualidades son las que se pudieron observar demostrando que de ser cuidadosos tanto los propios jugadores como sus entrenadores, tendrán el tiempo suficiente para ir creciendo en todos los aspectos, uno haciendo caso de las instrucciones que recibe y el otro, aprendiendo de los secretos que brinda esta disciplina pero sin olvidar también que existen valores que nunca deben de olvidarse una vez se ingresa a la cancha.
SI LO PUDO aprender, lo puede corregir y eso es un principio de vida que una vez que se inculca, se debe estar en un constante recordatorio porque si en las personas adultas, la violencia es reprobable, pues que decir en estas categorías formativas, en las que se supone deben iniciar desde estas edades para aprender lo bueno y no ser imitadores de quienes creen que por el tiempo que tienen practicando un deporte, ya los faculta a ser protagonistas negativos, como hay muchos en nuestra ciudad.
LO QUE no se concibe es que cada jornada los reportes por faltas de respeto a los silbantes, por insultar a sus propios compañeros o rivales, las agresiones incluso estén a la orden del día y el problema en sí no es sólo ese, sino que lejos de remediarlo, se siguen presentando muchas reincidencias.
CIERTO es que se toman medidas en las que con la pretensión de erradicar la violencia o los actos de rebeldía por parte de los directivos, son hasta los propios entrenadores los que solapan a las estrellas en sus equipos permitiéndoles referirse a otros con desprecio (burlas), pero saben porque, por que los ven a ellos despotricar contra el desempeño de los nazarenos, de los rivales y de todo aquel que llegue a pensar distinto a ellos.
EN LA PASADA final del futbol juvenil entre los equipos Siqueiros y Club 13 categoría 2003-2004, se suscitó un lamentable caso de agresión entre los propios jugadores lo que provocó que las gradas se vaciaran llegando algunos padres de familia a intervenir unos (la mayoría) tratando de calmar a los jóvenes tras una jugada que ameritó la expulsión de cuatro de ellos.
EL PROBLEMA aquí es la secuela que un caso como éste deja en la mente de los que allí estuvieron presentes, ya que como irá a ser la reacción que se tenga una vez les toque volver a enfrentarse en cualquier instancia del nuevo torneo.
ES MÁS COMÚN que se vean este tipo de incidencias entre los jugadores de las categorías mayores que tampoco se justifican en lo más mínimo, pero en este tipo de ocasiones (cuando son finales) es mucha la gente que asiste a apoyar a sus equipos o jugadores favoritos, que los motiva con palabras de aliento y hasta hace amena la estancia con sus ocurrencias.
ESO ES LO bueno, lo malo por la imagen que se queda grabada en sus mentes, es que también se dan cita muchos niños que tienen a sus hermanos, primos “y demás familiares” jugando con tal o cual equipo al que acuden a apoyar y ante imágenes como la del pasado martes, difícilmente se olvidan; al contrario, dejan secuela.
EL GANADOR pues en este caso sin hacer menos el mérito que tuvo al adjudicarse el título, no puede hacer mofa ante sus oponentes por la manera en la que sumó una estrella más a su camiseta, ya que situaciones de este tipo, se guardan para la siguiente ocasión que vuelvan a estar solos en un terreno de juego, lo que provoca un idea constante de venganza por lo que aquí tiene mucho que ver el papel que juegue el propio entrenador, pues en él está el hecho de aminorarla o de echarle más sal a la herida y vaya que hay muchas maneras de hacerlo y eso… ellos lo saben mejor que nadie. DIGO