El Diario de Nuevo Casas Grandes
Dan 33 años a 'mata-policías'
Pánfilo Sotelo, de 43 años, también debe pagar 3.4 MDP como reparación; año pasado condenaron a cómplices
Nuevo Casas Grandes.- A casi cinco años de haber asesinado a balazos a dos agentes de Seguridad Pública y enfrentarse a elementos estatales donde fue abatido uno de sus cómplices, ayer finalmente fue sentenciado el último de los involucrados a compurgar una pena de más de 33 años de prisión y a pagar casi un millón y medio de pesos como reparación del daños.
Pánfilo Sotelo Olivas, hoy de 43 años, recibió la sentencia más alta que se le ha impuesto a un imputado en un juicio abreviado, que supone una pena menos severa que la resultante en un juicio oral, pues luego de perder el amparo que lo mantenía fuera del proceso, aceptó el juicio con los términos de la Fiscalía General del Estado.
El año pasado, sus cómplices Catarino Villanueva Vázquez y Jesús Homero Perea Rascón, hoy de 42 y 34 años respectivamente, fueron hallados culpables luego de un largo proceso porque se negaron a llegar a un acuerdo para el juicio abreviado, por lo que el fallo condenatorio del juicio oral derivó en 35 años de prisión contra Villanueva Vázquez y 63 años de prisión contra Perea Rascón.
De los participantes en el doble homicidio de los oficiales de la DSPM, Octavio Armando Villegas y José Luis Rey Ruiz de 32 años ambos, así como de las lesiones al agente municipal Lino Domínguez Varela, el cuarto cómplice que quedó identificado como José Roel Bencomo Molina de 42 entonces, fue abatido a balazos cuando se enfrentaron a agentes estatales intentando huir.
Los hechos se registraron el domingo 23 de marzo del 2014, cuando los sentenciados a bordo de un automóvil de la marca Pontiac Grand Am de color rojo, de cuatro puertas, modelo 2000 y sin matrícula, circulaban a exceso de velocidad y escandalizando por las calles División del Norte en la colonia Acción Popular.
En ese momento fueron detectados por la unidad 123 de la Dirección de Seguridad Pública Municipal que les marcó el alto y de acuerdo al protocolo, dos de los oficiales descendieron para realizar la inspección mientras un tercero se quedó pendiente de la radio en la cabina.
De manera normal, dos de los sentenciados descendieron de manera normal pretendiendo cooperar, hasta que tuvieron cubiertos a los oficiales y comenzaron a disparar a bocajarro contra ellos, asesinando a uno ahí mismo mientras el otro que intentaba protegerse, fue alcanzado por la lluvia de balas, mientras al quedar ya tendido en el suelo fue rematado por los agresores con una pistola calibre 9 milímetros de uso exclusivo del Ejército.
Aunque también dispararon contra el otro agente a quien lograron herir, la prisa de escapar de la escena los obligó a irse mientras el oficial sobreviviente ya pedía apoyo por radio.
Por azares del destino, agentes de la Policía Ministerial Investigadora se encontraban cerca del lugar atendiendo otro caso y al enterarse vía radio del ataque, dispusieron un operativo de rastreo que fue clave para dar con el paradero de los agresores e interceptarlos.
Al verse bloqueados en su huida en la calle París y Ciruelo de la colonia PRI, los cuatro involucrados se bajaron del carro rojo para abrir fuego contra los agentes estatales, que respondieron al fuego logrando abatir a tiros a uno de ellos y capturar a los otros dos que se vieron superados en el enfrentamiento.
Uno de ellos incluso intentó darse a la fuga a pie pero se le dio alcance y también fue capturado.
En el evento, a los detenidos les fue decomisado armamento y en las escenas se levantaron casquillos calibre 45, 9 milímetros y de una 357 Magnum.
Por años, los tres detenidos estuvieron prolongando el proceso hasta que luego de más de cuatro años, dos de ellos que apostaron en poder comprobar su “inocencia” en un juicio oral que duró meses, se les dio sentencia condenatoria en mayo del año pasado por 35 años de prisión a uno y 63 al otro en el juicio oral “191/2017” derivado de la causa penal “39/2014”.
En tanto, el último se hallaba amparado y no fue hasta que perdió ese amparo, que no quiso arriesgarse al juicio oral donde podía recibir hasta 70 años de prisión, así que aceptó el juicio abreviado con los términos de la Fiscalía y ayer, se le sentenció a cumplir una condena de 33 años con 3 meses y 3 días, así como el pago de 1 millón 386 mil pesos como reparación a favor de las víctimas, y 32 mil 800 pesos a favor de Gobierno del Estado por los delitos de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa, negándosele el beneficio de la condena condicional.