PRESENTACIÓN

INTERIOR ACTUAL

Se perciben plásticos y materiales aún mejores. Esto es encomiable porque la generación pasada ya se caracterizaba por un habitáculo superior en cuanto a calidad percibida. Particularmente me parece aún más destacable el cambio positivo que tiene qué ver la interfaz auto–conductor; se adoptó una nueva tipografía, así como líneas y formas para los botones y controles por completo distintas a la vista en el modelo pasado. Esto me pareció de lo más atinado porque si bien el Leaf es un auto con una personalidad muy especial comparado con el resto de la gama del fabricante japonés, así también tendrían que ser hasta los detalles mínimos como los botones o el diseño del interior.

Los detalles en azul se extienden al interior. La perilla que controla la transmisión, el botón de arranque, la iluminación del interior así como los pespuntes llevan la misma tonalidad azul.

En la consola central se mantiene el centro de mando digital como en la versión pasada. En este caso se trata de una pantalla TFT de 7”a color con mejoras encaminadas a hacerla más intuitiva para el usuario y, por tanto, fácil de manejar. A los sistemas de audio y navegación se agregaron las herramientas de entretenimiento como Apple CarPlay y Android Auto.

TECNOLOGÍA

Leaf tuvo mejoras que resultan cruciales en un segmento que va creciendo en número de competidores y de prestaciones. Para no quedarse rezagado presume de un mayor alcance con una carga, de mayor capacidad por parte de la batería así como un manejo más seguro y comunicativo.

El motor eléctrico mejoró en potencia y torque comparado con la primera generación; el fabricante señala que ahora la potencia creció a 147 caballos de potencia contra 107 hp y el torque aumentó a 236 lb–pie contra 187 lb-pie, respectivamente. Por su parte la batería de ion-litio aumentó en capacidad casi al doble pues ahora es de 40 kW contra los 24kW del modelo anterior.

Con todo esto es fácil entender el porqué de la mejora en términos de autonomía pues el rango llega a 240 kilómetros dejando en el camino a los 200 km de la primera generación.

A la actualización del tren motriz de Nissan Leaf se suman dos herramientas de conducción diseñadas para que el conductor obtenga un mejor desempeño de su auto. La primera tiene que ver con el sistema e-Pedal, una solución que ya se equipa en otros modelos como el Chevrolet Bolt EV. Se trata de una más eficaz administración del efecto de impulso sin despegar el pie del acelerador en el que sólo es necesario aumentar o disminuir la presión sobre el pedal con el objetivo de ganar o perder velocidad. Esto resulta muy ventajoso para la recuperación de la carga de la batería. En caso de quitar el pie del pedal entonces el sistema aplica los frenos regenerativos hasta que Leaf se detiene por completo.

Por su parte el ProPILOT es una asistencia que hace más segura la conducción tanto para sus pasajeros cómo en el entorno con otros vehículos. Permite que el vehículo reconozca y circule por un carril siendo capaz de mantener la velocidad crucero y la distancia con el auto que le antecede así como de frenar hasta hacer alto total en caso de ser necesario. Esta capacidad le coloca como un auto con Nivel 3 en la escala global de conducción autónoma.