El Economista (México) - Autos
Prueba de manejo PORSCHE Driving Experience
Instructores certificados por Porsche, una familia de deportivos alemanes y un circuito de carreras son las materias que hacen divertido un día de aprendizaje
Pasar de un modelo a otro es la fórmula soñada para probarlos. Guatemala recibió a los deportivos alemanes.
No hay sistema que nos salve de un percance cuando abusamos de la velocidad aunque tengamos entre manos al deportivo más avanzado del planeta. Hasta el momento nadie ha podido vencer a la física, por lo que el exceso de velocidad podría superar la capacidad de agarre de un neumático o el trabajo de la suspensión, por ejemplo, y dejarnos fuera de la autopista o hacernos dar trompos y dejar lisas las llantas. Por ello Porsche dispone de un completo programa de entrenamiento y capacitación para que sus clientes conozcan las capacidades dinámicas de sus juguetes y aumenten su seguridad al volante al saber evitar un fenómeno peligroso o responder ante uno repentino.
Es fácil que modelos tan veloces como el 911 o un 718 nos den una descarga de adrenalina, nos hagan ganar confianza y, finalmente, hacernos sentir como pilotos experimentados capaces de ir cada vez más y más rápido. Por eso cursos como éste son guías imprescindibles para todo aquél que tiene la fortuna de despertar con un espécimen originario de Stuttgart en su casa.
Junto al Porsche Road Show Experience, la firma de deportivos también tiene el programa Porsche Sport Driving School. La diferencia es que en el primero los entusiastas tienen la oportunidad de probar en un circuito, y en condiciones controladas, diferentes modelos, desde un Cayenne hasta un explosivo 911 GT3. El segundo es un programa integral de adiestramiento y capacitación, igualmente impartido por instructores certificados por la marca, conformado por diferentes niveles y en el
que cada asistente puede hacerlo con su propio auto y lograr un vínculo más fuerte.
UNA NACIÓN QUE SORPRENDE
Guatemala fue el país elegido para el Porsche Road Show Experience 2018. Las ganas por conocer esta nación centroamericana, descubrir sus paisajes y hacerlo a bordo de un Porsche quedaron muy por debajo de las impresionantes postales que tiene reservadas para los miles de turistas que recibe cada año.
Dos días podrían parecer cortos para domar cientos de caballos de potencia en un circuito; sin embargo, el vuelo de poco menos de dos horas hace que la travesía sea muy placentera. Luego de comer en la Ciudad de Guatemala en la zona 9, la más elegante y exclusiva de la capital, partí rumbo a Escuintla, en un trayecto cercano a los 100 kilómetros pero que puede completarse en más de dos horas debido a la austera red, tanto carretera como de vías, en la capital. La segunda colapsa fácilmente debido a que carece de ejes viales, por lo que salir de la ciudad en hora pico es igual de estresante que en la Ciudad de México.
La orografía de la región resulta imponente. Tres volcanes: de Fuego, de Agua y Pacaya, (los dos primeros, activos) fueron los guardianes de una jornada de velocidad en el autódromo Pedro Cofiño. La pista con una extensión de 2,400 metros y ubicada a una altura de 347 MSNM me recibió acompañada por los diferentes modelos Porsche como Macan, la nueva generación de Cayenne, el codiciado 911 en sus variantes Turbo, GT3, Targa 4S, Carrera S, y el coupé de cuatro puertas Panamera e-Hybrid y Panamera Sport Turismo.
Antes de ponerme al volante, el equipo de instructores impartió aspectos teóricos referentes a la correcta posición de manejo, a la importancia de situar el asiento a la distancia más segura de volante y pedales, permitiendo que tanto brazos como piernas estén siempre flexionados para mantener el control sobre el vehículo y como medida de seguridad en caso de un impacto. De igual forma, detallaron cada uno de los ejercicios con indicaciones precisas, tales como: velocidad a la que se debe realizar cada uno, formato de participación de cada asistente y la ventaja de dominarlos para hacer nuestra conducción cotidiana más segura.
CONDUCCIÓN ON ROAD
La primera parte del día fue un paseo alrededor del circuito. Cerca de 20 kilómetros fueron suficientes para probar Panamera e-Hybrid, Panamera Sport Turismo y Cayenne. En el primer tramo por autopista descubrí la comodidad y practicidad de Sport Turismo. Para algunos colegas de otros medios se trata de un diseño extraño que poco beneficia al modelo; sin embargo, su nivel de practicidad es muy alto porque tiene la visibilidad muy alta en cualquier dirección y porque la altura extra en la
cajuela permite un mayor volumen de carga. A esa conveniencia hay que sumar el tacto deportivo del V6 Turbo que desarrolla 330 caballos de fuerza.
Por su parte el Panamera e-Hybrid es un ejemplo de eficiencia. El funcionamiento del tren híbrido prioriza el modo eléctrico y con él es posible rodar 50 kilómetros y hasta una velocidad de 120 km/h sin hacer funcionar el motor de combustión. Como en todo auto de propulsión eléctrica o híbrida, es necesario acostumbrarse al tacto del pedal del freno porque los cuatro discos aprovechan las etapas de desaceleración para recuperar la energía y alimentar a la batería.
CONDUCCIÓN EN CIRCUITO
La sección más técnica del circuito fue reservada para los coupés de la marca. Así estuvieron a mi disposición los 718 Cayman S, 911 Targa, 911 Turbo y 911 GT3. Tandas de cuatro vueltas al mando de cada modelo sirvieron para descubrir el comportamiento tan diferente de cada uno. A eso hay que sumar que los organizadores delimitaron la trayectoria ideal mediante conos. De esa forma aprendí a trazar mejor, encontrando el ápex de cada curva, acelerando gradualmente al salir de cada una y obligando a que mis ojos centraran la visión en el siguiente cono, con lo que es posible ganar tiempo al anticiparnos a la curva o la recta que está frente a nosotros.
Este ejercicio fue el GT3 más rápido, adictivo y divertido de conducir; el sonido de los escapes se cuela al interior como una sinfonía en la que sus 500 caballos de potencia endulzan los oídos. Además, el eje trasero lleva a este deportivo a un nivel de agarre y performance en las curvas con el que sería imposible rodar en otro modelo.
LAUNCH CONTROL Y FRENADO EN CURVAS
Seguramente has experimentado la peligrosa situación en la que entras a una curva y debes frenar a fondo por un repentino obstáculo, ya sea un vehículo detenido o un animal cruzando la vía. Para hacerlo más entretenido, la arrancada para este ejercicio la realicé con el Launch Control en un 911 Turbo. Sus 520 caballos de potencia lo catapultaron hasta una velocidad superior a los 140 km/h en una corta recta para luego entrar a una curva, también delimitada por conos, en la que había que pisar el pedal de freno con toda decisión. Según el instructor de Porsche, ese modelo realizaría más de 700 launch control durante los días que se celebraría el evento y con diferentes conductores.
SLALOM
La prueba final estuvo compuesta por un tramo en línea recta entre conos, transitar por una curva a la derecha —en la que la vista, el buen timing para girar el volante, la velocidad más idónea para que no actuaran los sistemas de seguridad y así perder tiempo— eran cruciales, dar vuelta en “U” para regresar al punto de inicio repitiendo el recorrido y frenar en un espacio reducido sin tocar un solo cono. El modelo más eficaz fue el 718 Cayman S con su motor central. El balance de peso al colocar el motor justo detrás de los asientos le da un desempeño muy equilibrado que es muy notorio en transferencias de pesos tan violentas como las que demanda un slalom. Claro que el ejercicio tuvo una particularidad: hacerlo en el menor tiempo posible para ser el más rápido.
Con eventos como el Porsche Driving Experience los clientes y participantes pueden mejorar sus habilidades al volante en un entorno seguro tanto para ellos como para las personas con las que debemos compartir las calles. Cada uno de los ejercicios sirve para entender cómo afecta la física al vehículo y que variables como la velocidad o el cambio de trayectoria abrupto pueden resultar peligrosos o incontrolables si no entendemos su injerencia sobre un cuerpo en movimiento.